Monday, June 24, 2013

LA ESCLAVITUD DEL AFRICANO EN AMERICA

NOTIHISTORIADOMINICANA
Por. FRANCISCO M. BERROA UBIERA
HISTORIADOR

ESCLAVOS EN LA CUBIERTA DE UN BARCO NEGRERO
Negros y esclavitud en América
La población humana apareció en África 2.5 millones de años atrás, aunque "Los negros aparecen en África como tipo humano en el 6,000 a. C. debido a la desecación del Sahara, después de ese período en que las poblaciones tuvieron una economía compleja y avanzada".[1]

Muchos cientos de años antes de que se iniciara la llegada de los primeros africanos a La Española, en el siglo VIII se había dado inicio al comercio de esclavos en el mundo, a raíz de que se dio inicio al proceso de Islamización del continente africano por parte de los pueblos árabes.

Se sabe muy bien que fue a partir del siglo VIII cuando las "las sociedades del Oeste africano alcanzaron un apogeo, debido entre otros factores al proceso de islamización que intensificó las comunicaciones, los intercambios, las comunicaciones y el comercio.  Como consecuencia, los pueblos del Sudán occidental, así como los del Este, entregaban a los árabes una cantidad importante de esclavos que eran transportados hasta lejanas tierras: El Magreb, Iraq, Arabia y China".[2]

Entre los siglos VIII al siglo XVI el tráfico de esclavos fue tan importante como el de oro.  Para los árabes el rapto de africanos se convirtió en un importante negocio, y desde el año 850 a 1800 llegaron a los mercados árabes unos 10,000,000 de esclavos, es decir, un promedio de un millón por siglo.[3]

Según Maurice Lenguellé, surgieron formas de esclavitud simbióticas: la esclavitud denominada patriarcal y la esclavitud doméstica y comercial.  En la esclavitud patriarcal el esclavo se halla protegido del hambre, de la persecución y del infortunio, y se ve en la esclavitud patriarcal una forma de esclavitud moderada, "de necesidad reciproca entre el pobre y el rico, una forma de equilibrio social y de utilidad civil, siendo su fundamento el hambre y los desastres naturales",[4] y en otros casos el sistema económico y el tipo de actividad productiva imperante el mismo.

Desde el siglo XV se embarcaron a Europa unos 3,500 esclavos anuales con cuyas ventas los portugueses financiaron las expediciones.  Se estima que desde que se inicio el tráfico de esclavos hasta el siglo XIX se produjo la deportación de cerca de 100 millones de africanos.  Se sabe que para mantener la disciplina y mantener el control sobre su mercancía los capitanes de barcos negreros castigaban la blasfemia y los juegos de cartas.

En África existieron civilizaciones antiguas, y varios reinos importantes, por ejemplo, en la actual Sudan existió el reino Beinkira cuyo rey fue Osai Tutu, el cual incluía los pueblos de Achanti, Ewe (son los Popo, Mina, y los Efe que viven en la zona meridional de Togo y Dahomey, y los Yorubas -pueblos Fon y Mahi-, Mina, Yoruba, y Akan en el Norte.

De acuerdo con la tradición oral africana hacia el año de 1300 el soberano de Ife, considerada la ciudad Santa de los Yorubas, envió a uno de sus descendientes al reino vecino de Benin para difundir sus influencias.  La civilización Yoruba procede del Este africano y su cuan fue el reino Kushita, de donde proceden todos los pueblos de la llamada "raza negra" del Oeste africano.

Solamente hacia América del Norte se importaron unos 430,000 africanos que produjeron en 1863 4,5 millones de personas.[5]
 


Los principales puertos esclavistas de África fueron: Mina, Capecoast, Lagos, Calabar, y Benny, todos ubicados al Este y al Oeste del río Níger.  En los siglos XVI y siguientes las desembocaduras de los ríos Níger, Congo, Senegal, Gambia, y Volta -éste último en la denominada Costa de Oro, y en donde los portugueses establecieron los fuertes y factorías de Axin, Anamabo, El Mina o San Jorge Do Mina y Cormantine -eran grandes mercados de esclavos arrancados desde el mismo corazón de África.

Las principales zonas de exportación eran: Guinea, Dahomey, Ghana, y Nigeria.  De Senegal y Gambia salieron los grupos denominados: Fulas, Wolofs, Sereres, y Mandingas, todos pueblos senengambeses.

Los Yorubas. La civilización antigua Yoruba es de procedencia Este y su cuna fue el reino Kushita, de donde proceden todos los pueblos de la llamada "raza negra" del Oeste africano.  Se sabe que "Hacía el 1300 el soberano de Ife, la ciudad santa de los Yoruba, envió a uno de sus descendientes al reino vecino de Benín para difundir sus influencias".[6]  Angoleños. En el siglo XVIII 40,000 angoleños eran vendidos cada año a los franceses.

El tráfico de esclavos se desplazó al Sur de África a partir de 1798 debido a los bajos precios de los negros de la región, trasladándose luego hacía la costa oriental de África, específicamente hacía Mozambique y Zanzíbar, en donde en el siglo XIX se exportaban unos 20,000 esclavos por año.

En el este de Africa, a fines del siglo XIX, una esclava negra instruida costaba 500 dólares, comparada con 12 dólares que era el precio de los jóvenes fuertes.

  A partir de 1842 se produce la intervención inglesa para suprimir el tráfico de esclavos, a tales fines fueron habilitados en las aguas atlánticas occidentales los buques patrulleros Cleopatra, Lilí, Sappo y Diterm.

  Entre 1870-1890 se incrementa el tráfico desde Zanzíbar hacía el Golfo Pérsico, finalmente suprimido a fines del siglo XIX. 

De los esclavos de distintas etnias exportados a América, según éstas, se distribuyeron por toda la geografía americana de la siguiente manera:
·        Argentina llegaron negros de las etnias: Longa, Congo, Mandinga, Ardra.  Uruguay recibió a los congo (Guanda, Wuanda, Angola, Mungolo, Basundi, Woma).
·        Perú captó negros de las etnias: Chalas, Congo, Angolas, Carabalíes, Mozambiques, etc..
·        Cuba vio llegar a los Minas, Gangas, Lucumí, Carbalí, Congo.
·        Brasil, que llegó a tener soldados negros divididos por naciones, los clasificó como criollos, Minas, Ardras, y Angolas.
·        A los Estados Unidos llegaron básicamente los Ghana (Fanti-Ashanti), y Bantu.
·        Al territorio de Haití arribaron los Dahomeyanos (cultura Fon), entre otros.
·        Hacía Jamaica los Cromanti de la Costa de Oro.
·        En Las Antillas predominan los Fon (Dahomey), los Fanti, Ashanti, Yorubas y los Congo.

La esclavitud trató de ser justificada en sus albores en las concepciones judeo-cristianas, especialmente en el argumento bíblico que dice que Noé maldijo a su hijo Cam y a sus descendientes.

Los primeros esclavos llegaron a América en 1505, y fueron introducidos por Nicolás de Ovando a La Española.


Posteriormente se introdujeron masivamente, y la corona española concedía licencias a tales fines; a partir de 1513 eran cobrados dos ducados por cada negro importado; en 1578 cada licencia costaba 30 ducados.

Carlos V dio en 1518 una licencia a Laurent de Gobernot, otra a los Welsers en 1528; Un contrato de Asiento fue dado en favor de Pedro Gómez Reineld por el periodo de 1595 a 1640, y de 1609 a 1615 la Casa de Contratación de Sevilla importó unos 4,000 negros cada cinco años; aunque fue en 1639 cuando por primera vez un príncipe de la iglesia católica, el Papa Urbano VIII condenó la trata de esclavos.  Concertada la Paz de Utrecht se concedió un privilegio de asiento a los ingleses por 30 años de monopolio, fortaleciéndose el denominado "comercio triangular".

Industria azucarera y esclavitud.
En la isla de Santo Domingo o La Española funcionaban 21 ingenios y 21 trapiches en 1540 los cuales empleaban unos 30,000 esclavos; en 1582 Puerto Rico tenía funcionando 11 ingenios azucareros, y en Cuba la introducción de esclavos para los ingenios se incrementa entre 1590 a 1593.  Brasil estableció sus primeros ingenios entre 1530 a 1535; en 1528 disponía de 120 ingenios; en 1600 la población esclava era de 20,000 negros, y en 1628 funcionaban allí 235 ingenios.  Francia en sus colonias de Haití, Martinica y Guadalupe tenía unos 400 ingenios, y producía 1.5 millones de arrobas de azúcar.  Las colonias inglesas tenían en sus plantaciones 80,000 esclavos.

Los tipos étnicos y sus denominaciones en América.
Los principales tipos étnicos americanos fueron los siguientes:
1) Español, india: mestizo;
2) mestizo y español: castizo;
3) castizo y español: español;
 4) español y negra: mulato;
 5) mulato y español: morisco;
6) morisco con española: chino;
7) chino con india: salta atrás (nieto de morisca con española, biznieto de mulata);
8) salta atrás y mulata: lobo;
 9) lobo y china: jíbaro;
10) jíbaro y mulata: albarazado;
11) albarazado y negra: cambujo;
12) cambujo con india: zambaigo;
13) zambaico con loba: calpa mulato;
14) calpa mulato con cambuja: tente en el aire;
15) tente en el aire con mulata: no te entiendo;
16) no te entiendo con torna atrás: india entiendo; etc...

La importación de esclavos africanos a suelo americano, según Morel Herskovitz, era como sigue:

·        De 1666 a 1776 la importación inglesa fue de 3,000,000 destinados a las colonias inglesas, francesas y españolas, de los cuales murieron en los viajes unos 250,000.
·        De 1680 a 1786 fueron recibidos en América 2,310,000 esclavos de los cuales 610,000 fueron llevados a Jamaica, cuyas autoridades importaron 71,115 esclavos entre 1752 a 1762.
·        De 1716 a 1756 se introdujo un promedio de unos 70,000 esclavos por año, es decir, aproximadamente 3.5 millones de negros.
·        De 1759 a 1762 Guadalupe recibió 40,000 esclavos;
·        De 1776 a 1800 74,000 esclavos por año se introdujeron a América, es decir, 1,850,000, de los cuales, la media anual de los ingleses fue de 38,000, de los portugueses 10,000 y los daneses 2,000.
·        La colonia de Haití tenía en 1780 460,000 esclavos.

REFERENCIAS:


[1] Luz María Martínez Montiel: Negros en América.  Editorial Mapfre, Madrid, 1992. P. 24.
[2] Luz María Martínez Montiel: Negros en América.  Editorial Mapfre, Madrid, 1992. P. 31
[3] Luz María Martínez Montiel: Negros en América.  Editorial Mapfre, Madrid, 1992. P. 31
[4] Luz María Martínez Montiel: Negros en América.  Editorial Mapfre, Madrid, 1992. P. 32
[5] P. D. Curtin: The slave trade and the Atlantic Basin; Intercontinental Perspectives, en: Key Issues in the Afro-American Experience, I, 1971, PP. 39-53.
[6] Luz María Martínez Montiel: Negros en América.  Editorial Mapfre, Madrid, 1992. P. 40.

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