Thursday, August 12, 2010

LOS INDIOS Y EL PECADO NEFANDO

NOTIHISTORIADOMINICANA



Por: Francisco Berroa Ubiera

1.1. INTRODUCCIÓN
Durante las últimas décadas, historiadores, sociólogos, antropólogos, sicólogos, y otros cientistas sociales, han manifestado su interés en el análisis y estudio de materias consideradas tradicionalmente tabúes; por ello, los tópicos: homosexualidad, incesto, travestismo, covada, levirato, sororato, etc.., antes desestimados, acaparan hoy la atención de los profesionales dedicados al estudio de la problemática humana y social.

En esta perspectiva general está ubicado el estudio de la posible relación entre el indígena y la homosexualidad en la América primitiva, aunque en verdad, sobre este aspecto del comportamiento sexual de los indígenas, los estudios serios y amplios son cuasi desconocidos,
y por lo tanto, dada la carencia de fuentes específicas en esta línea de investigación, para afrontar este polémico asunto, se ha recurrido a las crónicas antiguas, a obras de carácter histórico, a la etnografía más reciente, y a textos de carácter psicológico, a fin de descomponer y explicar el fenómeno abordado.

Se aclara que éste es un estudio de tipo monográfico, hecho en un marco teórico comparativista, posiblemente de interés para la antropología cultural, en cierta medida ceñido en su enfoque a la consideración que propone Jean Duvignaud en su libro “El lenguaje perdido”, al explicar que:

Cuando Marcel Mauss habla del fenómeno social total, no piensa solamente en una totalidad que engloba un "todo que envuelve" (como dice Tylor a propósito de la cultura), sino en un organismo creador, una célula viva, un electrón, una matriz colectiva dotada de una energía y de una capacidad de invención propia, es decir, radicalmente diferente de nuestro poder de concebir y de innovar.(1)

En consecuencia, este análisis queda enmarcado en una nueva dimensión, alejada de la ortodoxia dogmática, aunque apartándolo de los denominados "novismos", pero con un deseo concreto: innovar. Caminando por esta vía innovadora y bajo el influjo de las ideas de Kaplan y Manners (1979), partidarios de una posición teórica metodológica relativista-comparativista, se comprende -igual que ellos-, que el relativismo es "como una tesis ideológica, establece que cada cultura es una configuración única, con su propio sabor, estilo y espíritu", y que: “Los relativistas nos dicen que una cultura debe ser examinada como una totalidad y sólo en términos de sí misma; mientras los comparativistas afirman que una institución, un proceso, un complejo o un detalle debe ser separado de su matriz cultural para que pueda ser comparado con los de un contexto sociocultural diferente. Los relativistas extremos parten de la suposición de que no existen dos culturas iguales; que los patrones, categorías y significados son violados al separarse con fines comparativos; de ahí que la comparación de las partes abstraídas del todo es analíticamente inadmisible.”(2)

Sin embargo, la comparación desempeña un papel vital en los estudios sociales, y más aún, en antropología y etnografía, debido a que para ambas ciencias, el método comparativo es "lo que
la observación y la experimentación son a las ciencias naturales".(3) Sin necesidad de hacer la
historia del método comparativo, su utilización ha sido vital para el progreso de este trabajo de
investigación.

Aclaro que con esta interpretación del fenómeno abordado, no se afirma que existieron "indios
homosexuales" en donde no lo señalan las crónicas o la moderna etnografía, y más bien el
esfuerzo analítico se ha concentrado en el interés de rescatar algunos aspectos antropológicos,
culturales y psicológicos poco analizados sobre los pueblos primigenios de nuestro continente,
fenómenos que se intenta comprender, analizar y explicar con los criterios teóricos, metodológicos y epistemológicos propios del discurso etno-antropológico.


1.2. EL PECADO NEFANDO

Al iniciarse la conquista y colonización de América por parte de los españoles, con la
participación posterior por otros europeos, a los indígenas del continente se les consideró salvajes, y además les fueron atribuidos tres pecados capitales: el paganismo, el canibalismo y el sodomismo.

Amparados en argumentos de este tipo, los españoles y su corona, a fines del siglo XV y a
principios del siglo XVI, consideraron a los nativos de las Indias occidentales como animales
salvajes, y no como seres racionales que formaban parte de la humanidad, para con ello
justificar el saqueo colonial, su explotación inmisericorde, el etnocidio y el genocidio de
grandes conglomerados humanos. Como afirmó Claude Lévi-Strauss sobre el hecho del
descubrimiento y posterior conquista de nuestro continente: "América ha ocupado durante tanto tiempo un lugar privilegiado en los estudios antropológicos por haber colocado a la
humanidad en su primer gran caso de conciencia".(4)


Esto así, porque fue en América en donde Europa supo que allende los mares existían pueblos con una cultura material y espiritual diferente a la suya, con otros usos y valores morales y sociales.


Por lo tanto, a los españoles de fines del siglo XV no les quedó otro camino que el de tratar de
comprender a la "nueva humanidad" descubierta en las tierras anexadas por conquista a la corona de Castilla.


Resulta ser una verdad de Perogrullo que cada pueblo tiene sus costumbres e idiosincrasia
determinadas. Fue por algo que Píndaro escribió su hoy famoso aforismo poético: "La costumbre es rey de reyes". Nunca se podrá hacer una recopilación de todas las pruebas que
permitan poner en evidencia la conducta de los hombres y de los pueblos que vivieron en un
pasado relativamente remoto, como tampoco se pueden establecer escalas de valor de aplicación universal.

Para los españoles que en los albores de la conquista vinieron a América, constituyó un
verdadero reto comprender las costumbres de los pueblos por ellos encontrados. Es más, ellos
desconocían, en su gran mayoría, sus propios orígenes, así como la génesis helénica de la
cultura de la península Pirenaica. Desconocían que los miembros de la élite esclavista de Atenas consideraban la pederastia y las prácticas sodomitas como una virtud, y que los más preclaros exponentes del mundo cultural griego, artistas y filósofos, eran hombres de conducta sexual desviada. Verbigracia, para Platón, la pederastia constituía una suerte de "valor social", y según él: "No puedo hacer mención de alguna mejor suerte que pueda recaer en un adolescente que la de tener un amante virtuoso, ni una mejor suerte de un amante que la de un adolescente amado... "
"Así, pues, si tuviéramos los medios de formar un estado o un ejército con amados y amantes, ellos podrían administrar los negocios mucho mejor que los demás, con la única condición que se abstuvieran de cometer actos indignos y de que se emularan uno al otro en leal competencia.
Semejantes hombres, reunidos con otros iguales a ellos, aunque fuesen pocos en número, podrían adueñarse del mundo por así decirlo."(5)

He aquí la verdadera concepción del amor "platónico": la relación contra natura.

Incluso, Aristóteles, en su obra “Política” (circa 354 antes de Cristo; edición inglesa de 1932);
Libro VII, párrafo 16, menciona que fue común entre los cretenses dedicarse a las prácticas
homosexuales como un medio para limitar el crecimiento de la población.

Y esa era la concepción y práctica del mundo griego de la antigüedad. Práctica y concepción
que fueron heredadas por la cultura romana de la helénica.

También en Roma abundaron los sodomitas y pederastas. Todos los valores se transmiten,
buenos y malos; las flores crecen al lado de las hierbas. Cuando los visigodos, viriles y fuertes,
entraron a la península ibérica tras cruzar los Pirineos, ellos, moralmente sanos, no tardaron en
reblandecerse ante el pecado nefando. Todas las provincias que en su día habían pertenecido a
Roma se hallaban infestadas de sodomía. Las penas en contra de tal vicio eran ejemplarizantes:
el Fuero de Cuenca ordenaba que los culpables fuesen quemados vivos, y el Fuero de Soria
castigaba su práctica con la castración, la muerte, y con una pena post mortem: la quema
en la hoguera del cadáver del condenado.

En el imperio romano de oriente, el Código de Justinianeo penaba con gran severidad tal
extravío, y por su parte, la iglesia romana no se quedó atrás, y persiguió la desviación, a pesar de
que según Friederici: "...probablemente la mayoría de quienes incurrían en el nefando
pecado se hallaba en su seno".(6)

La Iglesia tenía como norma-guía el libro bíblico de Levítico, Capítulo 18, versículo 22, que reza:

"No te acostarás con un hombre como se hace con una mujer", y en el Capítulo 20, versículo 13 se lee: "Si un hombre se acuesta con otro hombre como se hace con una mujer, ambos [hombres] cometen una abominación y serán castigados con la muerte", por lo cual, el hecho de la homosexualidad se considera un grave delito sancionado con la pena de muerte.

En España la sodomía se persiguió con tal fuerza que en 1533 una Ordenanza criminal de Carlos V, en su artículo 116, castigaba con la pena de muerte en el fuego tal delito, y las leyes de
Castilla le consideraban peor que el homicidio y equiparable a la herejía. Sin embargo, la iglesia
no cerró sus puertas a los pecadores pederastas, pues les dejó abierta la posibilidad de comprar
con dinero su absolución. Teczel, el famoso tratante de indulgencias combatido por Lutero,
cobraba a los sodomitas dos ducados de oro, por el homicidio cobraba siete, seis por la brujería, y las indulgencias del parricidio o el fratricidio costaban cuatro ducados.(7)

Como puede apreciar el lector, España se vio no solamente afectada por las prácticas
homosexuales, sino que estas desviaciones, como todo parece indicar, se hallaban muy
generalizadas, dada la severidad de las penas que se imponían en su contra.


1.3. HOMOSEXUALIDAD E INDÍGENAS SEGÚN LAS CRÓNICAS

Cuando Cristóbal Colón realizó su primera exploración en el archipiélago de las actuales
islas Bahamas, y luego en Cuba o Juana, y Santo Domingo o La Española (dos de las
grandes Antillas), entre octubre de 1492 hasta enero de 1493, en su Diario de viaje no hizo
ninguna anotación sobre prácticas de sodomía entre los indígenas, en cambio, en más de cien
pasajes se refiere al oro. Tampoco se refiere a este fenómeno en sus cartas, relaciones y
memoriales de sus otros tres viajes.

Sin embargo, otros cronistas, destacan en sus escritos haber visto tales prácticas contra natura
entre los indígenas de América.

Pedro Mártir de Anglería, en sus Décadas, relata que Vasco Núñez de Balboa, después de haber
participado en la conquista del Darién, organizó una expedición hacia otras tierras, y al llegar a
Cuarecua (en la actual Panamá), allí visitó la morada de un cacique, y Vasco la encontró:

"...llena de nefandos placeres; en ella sorprendió al hermano del cacique vestido de mujer y a otros muchos acicalados que, según atestiguaron los vecinos, eran invertidos. Mando el capitán español entregarlos en número de cuarenta a la voracidad de los perros...".

Y un poco más adelante Mártir escribe que "Al conocerse la severidad de los nuestros para con
los sodomitas acudían los pueblos como a Hércules, arrastrando a cuantos sabían aficionados de peste tal, los escupían y reclamaban a gritos que se les quitase de en medio, porque el contagio había atacado a los palaciegos, pero no al pueblo".(8)

Asimismo, el historiador oficial de Indias informa que durante la exploración de una isla del mar Austral (el océano Pacífico), denominada Cesauco, el explorador español Gil González le
hizo saber que sus habitantes eran: "...obscenos y públicamente sodomitas".(9)

Por su parte, Oviedo y Valdés, quien tenía una predisposición innegable para con los indígenas
también se refiere al asunto de la sodomía, pero, debido a su exagerado prejuicio, tan manifiesto, sus afirmaciones no tienen mucho crédito, en razón de que éste mismo autor llegó a recomendar a los españoles no chocar sus espadas con las cabezas de los indígenas, porque
según él, tenían los cráneos tan duros que podían mellarlas, y en sentido general consideraba a los habitantes del nuevo mundo como haraganes, viciosos, cobardes, melancólicos, mentirosos, sacrílegos, idólatras, libidinosos, diabólicos, obscenos, bestias, y sodomitas. Sobre éste último aspecto Oviedo afirmaba categóricamente: "Y así, habes (sic.) de saber que el que dellos (sic.) es paciente o toma cargo de ser mujer en aquel bestial o descomulgado acto, le dan luego de oficio de mujer, e trae naguas [faldas] como mujer".(10)

Además, para confirmar su apreciación de este fenómeno, refiriéndose a los indígenas de La
Española, el mismo Oviedo escribió:

“Así que, lo que he dicho de esta gente en esta isla y las comarcanas, es muy público, y aun en
la tierra firme, donde muchos de estos indios e indias eran sodomitas, y se sabe que allá lo son
muchos dellos (sic.) y ved en que grado se prescian (sic.) de tal culpa, que como suelen
otras gentes ponerse algunas joyas de oro y de preciosas piedras al cuello, así, en algunas
partes de estas indias, traían por joyel un hombre sobre otro, en aquel diabólico o nefando acto de Sodoma, hechos en oro de relieve.”(11)

En contrario a lo afirmado por Oviedo, el padre Las Casas hace una refutación en su Historia de
Indias, donde escribió esto:

"Todavía será bien responder a cada defecto de los que Oviedo contra los indios opone y a
muchos levanta y a todos por ello casi excluye de todo remedio de conversión y salvación, como si él estuviera ya muy cierto della (sic.); y a lo que dice que eran sodomitas, ya está en el cap. 23,
afirmado que falsa y malvadamente de tan vilísimo (sic.) crimen los infama....(12)

A pesar de los evidentes prejuicios de Oviedo y Valdés hacia los indios de América, en el caso de
la especie, el de la homofilia, creo que el padre Las Casas exageró su defensa de los indígenas.

Y afirmo esto, porque otros cronistas como López de Gómara, Bernal Díaz del Castillo, y Alvar
Núñez Cabeza de Vaca, también observaron y describieron prácticas homosexuales entre los
nativos de las islas y tierras continentales.

Según Cabeza de Vaca, quien llegó a vivir con los aborígenes de la Florida por más de seis
años, y se familiarizó con sus costumbres y lenguas, y fue además un excelente observador,
nos dice:

“Entre ellos vi una diablura, y es que vi un hombre casado con otro, y estos son unos
hombres amarinados (sic.), impotentes, y andan tapados como mujeres y hacen oficio de mujeres, y tiran arco y llevan una gran carga, y entre ellos vimos muchos de ellos así amarionados (sic.) como digo, y son más membrudos (sic.) que los otros hombres, y más altos; sufren muy grandes cargas.”(13)

Y si hacemos un cotejo de esta información con otra que nos revela con claridad cual era la
costumbre de la carga, comprenderemos mejor el crédito del pasaje anterior. He aquí la
revelación: "Entre estos [entre los indios de la Florida o Bimini] no cargan los hombres ni
llevan cosa de peso; más llevanlo las mujeres...", (14) por lo tanto, vale la evidencia anterior.

El autor de la Historia General de Indias, Francisco López de Gómara afirma en su obra
que los indios de las islas Bahamas: "Fácilmente se juntan con las mujeres, y aún como cuervos o víboras, o peor", y el cronista agrega: "...dejando aparte que son grandísimos sodométicos (sic.) holgazanes, mentirosos, ingratos, mudables y ruines".(15)

En cuanto a las observaciones de Bernal Díaz del Castillo, realizadas durante la conquista de
México, disponemos de las siguientes informaciones del cronista: relata Bernal que a
raíz de que Cortés ordenó quemar los ídolos de un templo azteca, "salieron de un aposento ocho papas que tenían cargo dellos (sic.), y toman sus ídolos y los llevan a la misma casa de donde salieron e los quemaron". Y prosigue Díaz del Castillo su relato describiendo el vestuario de estos monjes, destacando que sus píes tenían adherida sangre -entre los aztecas eran comunes los sacrificios humanos a sus dioses-, y también que "hedían" a azufre, y de manera muy especial escribe:"...e alcanzamos a saber que aquellos papas eran hijos de principales y no tenían mujeres, más tenían el maldito oficio de sodomías...".(16)

El mismo cronista ofrece una información un poco más amplia con relación a este grave
apartamiento entre los aztecas de lo considerado actualmente como una conducta sexual normal y correcta, pues según sus palabras: "quiero decir que en todas las provincias de la Nueva España otra gente más sucia y mala y de peores costumbres no la hubo como esta de la provincia de Panuco porque todos eran sodométicos (sic.) y se embudaban en las partes traseras...".(17)

Todo lo anterior corresponde a las descripciones encontradas en la etnografía antigua.
Los etnógrafos contemporáneos no le han dado la suficiente importancia al estudio de las
costumbres y relaciones sexuales de los "primitivos modernos", sin embargo, Donald J. Metzger y Robert V. Morey, en un interesante estudio etnográfico realizado entre los Hiwi(18)
(Guahibo), afirman sobre estos que:

“En general son tolerantes con las desviaciones sexuales. Dicen que no existe la homosexualidad femenina, y los informantes reseñaron el caso de una mujer shaman (sic.) que era travestista, a pesar de que no hay cifras disponibles, se dice que los travestistas masculinos son bastante numerosos, y que comúnmente mantienen relaciones homosexuales con varones adultos normales. Estos individuos son considerados raros, pero realmente no hay reacción negativa hacia ellos.”(19)

En otro interesante estudio sobre los taínos, el científico sueco Sven Lovén aborda el problema
del travestismo y de la homosexualidad entre los indios del continente, y de manera particular
entre los taínos de las Antillas. Lovén afirma:

“The fact is transvestites were found in a great continuous area, extending from Kodiak, among
the Indians of the Northwest, furthermore in the plains, in the S.W. of North America, and in the southeastern States, in parts of Mexico and Central America, in Andean South America down to the Araucanos.”(20)

El mismo Lovén, apoyándose en las crónicas de Las Casas, de Oviedo y de Herrera niega que
entre los taínos de las Antillas existiese el pecado nefando, pero sin embargo reconoce que el
travestismo estuvo presente en estas islas, y muy especialmente expone los casos de indígenas que fueron vistos por los conquistadores usando faldas o naguas, o largas túnicas.(21) Lovén es uno de los pocos autores que ha estudiado sistemáticamente las culturas indígenas del
continente, que aborda el estudio del tema del travestismo y de la homosexualidad.

1.4. INTERPRETACIÓN DEL PROBLEMA

En todas las crónicas citadas, exceptuando el padre Las Casas, se afirma la existencia de la
homosexualidad entre los indios americanos, en distintas latitudes y lugares, insulares o
continentales. Un estudio etnográfico reciente así lo confirma. Por lo tanto, la homofilia estuvo presente en la América prehispánica.

Sin embargo, esta conducta no debió constituir un serio problema social, ni tampoco debió ser
una práctica generalizada entre los grupos aborígenes hallados por los conquistadores
españoles de fines del siglo XV, y principios del siglo XVI, en estas latitudes, aún fuese tolerada
por las comunidades en las cuales se manifestaba.

A nuestro juicio, reviste de especial interés la información contenida en la obra de Mártir de
Anglería, según él: "...el contagio había atacado a los palaciegos, pero no al pueblo".(22)

Bernal Díaz, dice sobre los ocho papas o monjes, a los cuales les atribuye prácticas homosexuales, según el pasaje de su obra citada anteriormente, que estos: "eran hijos de principales...".(23)

En ambos casos queda claramente establecido que se trataba de prácticas de minorías
vinculadas al ejercicio del poder político, social, económico o religioso, y sin caer en
anacronismos, se podrían muy bien profundizar nuevos estudios en esta línea de investigación,
para determinar las vinculaciones entre los elementos: poder y desviación sexual, un tema
considerado tabú durante mucho tiempo por los etnógrafos, antropólogos, historiadores y otros
cientistas sociales, cuya relevancia actual resulta innegable.

1.5. LA HOMOSEXUALIDAD ANTE LA PSIQUIATRÍA Y LA PSICOLOGÍA.

Explicar una conducta sexual desviada parece ser tarea de especialistas. Es decir, de
psiquiatras y psicólogos clínicos, o de médicos sexólogos, novísima rama de las ciencias
médicas.

A la luz de las interpretaciones de estos profesionales de la sexualidad humana, esta
conducta se define como una preferencia sexual por los individuos del mismo sexo,(24) y, en lo
que se refiere a la etiología de esta conducta existen básicamente dos planteamientos:
a) considerar el comportamiento homosexual como ocasionado por un factor biológico, genético, y por lo tanto, se considera un problema congénito; y,
b) las posiciones sustentadas por sociólogos, sicoanalistas y sicólogos, quienes afirman que
se trata de un comportamiento socialmente aprendido sobre la base de una determinada
práctica sociocultural.

En consecuencia, desde este punto de vista, son los reforzamientos conductuales y los
condicionamientos socioculturales los determinantes principales de la homotropía u homofilia, para usar dos términos más neutrales.

El término homosexual deriva de la raíz griega Homos, que significa igual, lo mismo, y no de la
raíz latina homo, que significa hombre. El vocablo fue introducido por el médico húngaro
Bendart, en 1869.. Autores contemporáneos prefieren usar los términos homotropía y
homofilia por considerarlos más neutrales.(25)

Los psiquiatras parecen estar de acuerdo en señalar, como una posible causa de la homosexualidad, la existencia en el seno familiar de madres fuertes, y por consiguiente de padres débiles, lo cual determina que los descendientes de sexo masculino de la pareja imiten la
conducta de la madre dominante, incluyendo su comportamiento sexual.

La homosexualidad o sodomía, la pederastia (el abuso de niños), la covada (se trata de que el
hombre asume actitudes y funciones domésticas femeninas después del parto), así como el
travestismo, son todas reversiones o aberraciones sexuales o de identidad de género, y en todos los casos, o se trata de una conducta que imita un patrón de comportamiento del sexo opuesto
(covada, travestismo), o de una patología que se caracteriza por un comportamiento sexual
desviado en el cual se prefiere al mismo género para mantener una relación sexual contra
natura.

1.6. LA HOMOSEXUALIDAD EXPLICADA POR ANTROPÓLOGOS, HISTORIADORES Y
ETNÓLOGOS

Evans-Prichard, refiriéndose a la homosexualidad, afirma: "Este síntoma de profunda disnomia social está totalmente ausente en las sociedades primitivas, o cuando existe, o es algo muy raro, o un recurso temporal, o ejerce un papel cultural, no constituyendo en consecuencia un problema social".(26)

Pero, a pesar de la autoridad del etnólogo británico, experto en el estudio de la lengua y las
costumbres de varios grupos tribales africanos, su aseveración anterior constituye una verdadera generalización con ribetes de anfibología.

Más bien, una de las posibles explicaciones a esta conducta, es según Roberto Cassá: "el deseo

del hombre de suplantar a la mujer en prácticas y prerrogativas importantes propias de su sexo

con anterioridad, a fin de obtener pleno dominio de todos los aspectos sociales".(27)

Y es que en las comunidades primitivas, la sola existencia de sistemas matrilineales, y dado el

hecho de que la residencia postmatrimonial fuese por excelencia la matrilocal,(28) este interesante hecho determinaba a su vez el establecimiento de una alianza matrimonial -entendida como una verdadera alianza socioeconómica-, en donde el hombre asumía la obligación de producir en términos económicos no tan sólo para él y su esposa, sino para los padres y hermanos de ésta, lo cual constituía una onerosa carga económica que recaía sobre los hombros del marido proveedor encargado de la producción de bienes para todo el grupo familiar ampliado, pudiendo haberse constituido esta práctica en un factor que influyera hacia la huida de los roles y papeles masculinos por parte de los varones, para asumir, en fuga a tales obligaciones y pesadas cargas laborales, un papel femenino.

Como puede colegirse, desde este punto de vista, en resumen, la homosexualidad se considera
como una fuga o huida del hombre hacia lo femenino, para de esta manera el varón asumir
un rol femenino ante su propio género.

Por lo tanto, resulta muy probable que fuese la presión de la sociedad matrilineal la causante de
esta conducta, e independientemente de este factor, aún se trate de una sociedad patrilineal, si
la residencia postmatrimonial es la matrilocal, también en ésta, la mujer seguirá ejerciendo un

importante y casi pleno dominio del hogar, como lo ejerce en muchos hogares actuales, a pesar de la pretendida dominancia masculina. El tema no se agota, pero es hora de pedir el relevo en esta carrera que apenas comienza.

NOTAS:

1) Duvignaud, Jean. El lenguaje perdido. Ensayo sobre la diferencia antropológica. México, Ed. Siglo Veintiuno, 1977, p. 33

2) Kaplan, David, y Robert A. Manners: Introducción crítica a la teoría antropológica. México, Ed. Nueva Imagen, 1979, p. 25.

3) Tapia Santamaría, Jesús: Obra sin título y sin editar, Mimeo, 1996, P. 82.

4) Lévi-Strauss, Claude: Las tres fuentes de la reflexión etnológica, Barcelona, Editorial

Anagrama, 1975. P. 18.
5) En: Symposium: P. 178.
6) Friederici, Georg: El carácter del

descubrimiento y de la conquista de América,

Tomo I, México, Fondo de Cultura Económica,

1987, P. 220.
7) Friederisi, George, Ibidem, P. 220.
8) Mártir de Anglería, Pedro: Décadas

del Nuevo Mundo. 2 Tomos, Santo Domingo, Edición Sociedad Dominicana de Bibliófilos,

Inc., 1989, I, P. 290.

9) Mártir de Anglería, Pedro, Ibidem, P. 650.

10) Fernández de Oviedo, Gonzalo: Historia General y Natural de las Indias. 5 Tomos, Edición y Estudio Preliminar de Juan Pérez deTudela Bueso, Madrid, Biblioteca de Autores Españoles, 1959, Libro IV, Capítulo III.

11) Oviedo. Ibidem,, Libro I, Cap. III.

12) Las Casas, Bartolomé de: Historia de

las Indias. 3 Volúmenes, Santo Domingo,

Edición Sociedad Dominicana de Bibliófilos, Inc., 1987, Tomo III, P. 326.

13) Cabeza de Vaca Alvar Núñez: Naufragios, México, Edición Origen, S.A., 1984, P. 98.

14) Alvar Núñez. Ibidem,, P. 71.

15) López de Gómara, Francisco: Historia General de las Indias. Barcelona, Editorial Iberia, S.A., 1965, P. 52.

16) Díaz del Castillo, Bernal: Historia verdadera de la conquista de Nueva España,

Barcelona, Edición Ramón Sopeña, S.A., 1975, P. 194.

17) Díaz del Castillo, Bernal: Historia verdadera de la conquista de Nueva España,

Barcelona, Edición Ramón Sopeña, S.A., 1975, P. 562.

18) Los Hiwi son indígenas que constituyen una población relativamente heterogénea, muy diseminada, que habita las sabanas o llanos de Venezuela y el Este de Colombia, o en las riberas del Orinoco o del Mapiare (Territorio Federal Amazonas), y son el grupo más numeroso de la región que habitan, y se hallan distribuidos en unas diez sub-tribus, con una población que oscila entre 15 o 20 mil personas. La filiación lingüística se sitúa en el filum Macro-Aruaco (Nota de Francisco Berroa).

19) Metzger, Donald J. y Robert V. Morey: Los Hiwi (Guahibo) Los aborígenes de

Venezuela. Caracas, Monografía Núm. 29, Fundación La Salle, 1980, PP. 181-182.

20) Sven Lovén: Origins of the Tainan Culture: West Indies: Goteborg, 1935, PP.529-530.

21) Svén, Lovén. Ibidem, PP. 530, 531, 532.

22) Mártir de Anglería, Opus citatus, I, P. 220.

23) Díaz del Castillo, Bernal: Opus Citatus, P. 194.

24) Según Mármol y Green (1977), citados por López-Ibor: La homosexualidad masculina,

Madrid, Editorial UVE, 1978.

25) Ver: Vidal Fernández, J.M. Et al.: La homosexualidad: Ciencia y conciencia, Santander, Editorial Sal-Terrae, 1981.

26) Evans-Pritchard, E.E.: La mujer en las sociedades primitivas y otros ensayos, Barcelona, Editorial Península, 1971, P. 47.

27) Cassá, Roberto: Los Taínos de la Española, Santo Domingo, Editora de la

Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), 1974, P.149.

28) Etnógrafos, historiadores y antropólogos coinciden en señalar que la residencia por excelencia, entre los grupos tribales de la selva tropical, era la matrilocal (Nota de Francisco Berroa).


BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS:
Cabeza de Vaca Alvar Núñez: Naufragios,

México, Edición Origen, S.A., 1984.
Cassá, Roberto: Los Taínos de la Española, Santo Domingo, Editora de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), 1974.

Colón, Cristóbal: Diario de Navegación y otros escritos, Santo Domingo, Ediciones de la Fundación Corripio, Inc., 1988.

Compens, Walter (comp.): Los aborígenes de Venezuela, Volumen II, Etnología Contemporánea, Monografía Núm. 29, Caracas, Fundación La Salle de Ciencias Naturales,
1980.

Denniston, M., et al.: Biología y sociología de la homosexualidad, México, Editorial OMGSA,
S.A., 1978.

Díaz del Castillo, Bernal: Historia verdadera de la conquista de Nueva España, Barcelona,

Edición Ramón Sopeña, S.A., 1975.

Duvignaud, Jean: El lenguaje perdido. Ensayo sobre la diferencia antropológica, México, Ed.

Siglo Veintiuno, S.A., 1977.

Evans-Pritchard, E.E.: La mujer en las sociedades primitivas y otros ensayos, Barcelona,
Ediciones Península, 1971.

Fernández de Oviedo, Gonzalo: Historia General y Natural de las Indias. 5 Tomos, Madrid,

Edición y Estudio Preliminar de Juan Pérez de Tudela Bueso, Biblioteca de Autores Españoles,
1959.

Friederici, Georg: El carácter del descubrimiento y de la conquista de América, Tomo I, México,

Fondo de Cultura Económica, 1987.

Las Casas, Bartolomé de: Historia de las Indias. 3 Volúmenes, Santo Domingo, Edición Sociedad Dominicana de Bibliófilos, Inc., 1987.

López de Gómara, Francisco: Historia General de las Indias, Barcelona, Editorial Iberia, S.A.,

1965.

Lévi-Strauss, Claude: Las tres fuentes de la reflexión etnológica, Barcelona, Editorial Anagrama, 1975.

López-Ibor: La homosexualidad masculina, Madrid, Editorial UVE, 1978.

Lovén, Sven: Origins of the Tainan Culture: West Indies, Goteborg, 1935.

Mártir de Anglería, Pedro: Décadas del Nuevo Mundo. 2 Tomos, Santo Domingo, Edición

Sociedad Dominicana de Bibliófilos, Inc. 1989.

Metzger, Donald J. y Robert V. Morey: Los Hiwi (Guahibo) Los aborígenes de Venezuela,

Caracas, Monografía Núm. 29, Fundación La Salle, 1980.

Tapia Santamaría, Jesús: Obra sin título y sin editar. 1996.

Vegazo, Juan: Comunicación personal.(Vegazo es un psicólogo clínico dominicano). 1996.

Vidal Fernández, J.M. Et al.: La homosexualidad: Ciencia y conciencia, Santander, Editorial Sal-Terrae, 1981.

Kaplan, David, y Robert A. Manners: Introducción crítica a la teoría antropológica, México, Ed. Nueva Imagen, 1979.

Tuesday, May 18, 2010

La Riqueza de Eugenio María de Hostos y la Pobreza Dominicana

NOTIHISTORIADOMINICANA



HOSTOS CON SUS ESTUDIANTES


HOSTOS A LOS 63 AÑOS






NOTIHISTORIADOMINICANA


Por:
Francisco M. Berroa Ubiera

El educador puertorriqueño don Eugenio María de Hostos murió entre nosotros en la más absoluta pobreza. Ni siquiera tenía dónde vivir, y el día 24 de abril de 1903, salió temprano a caminar por la ciudad para buscar una casa de alquiler.

En esa búsqueda recorrió algunas calles de la ciudad de Santo Domingo, y luego escribió estas líneas:
Ayer, yendo en busca de casa de alquiler, recorrí algunas calles de la ciudad. Me dejaron la impresión de lugares desolados: poca gente transitando; muchas de ellas con armas en las manos, y algunas miradas torvas.”
“Que eso suceda entre gentes sin cultura, armada para satisfacer hambres y pasiones, nada extraño; pero que yo mismo, poco después, conversando con un casi extraño, pudiera mostrarme tan apasionado, aunque era pasión de bien descargándose igualmente sobre todos, eso sí que es extraño
.”(Diario, P. 394)

El maestro reflexiona y escribe:

“Pero vistas de cerca las causas de las miradas torvas de los incultos y la causa del sañudo apasionamiento de los apasionados del bien, tan naturales son las unas como las otras causas. Es que en un tal medio social, actúa con tal fuerza la sensibilidad orgánica, u obsta a la sensibilidad psíquica una tal fuerza de presión social, que los unos, la inmensa mayoría, exhalan neurosidad y los otros, los poquísimos, tienen que redoblar con esfuerzos nerviosos la fuerza de razón y de conciencia que se gasta y se desgasta contra la pasividad que tienen para el bien las multitudes obsesionadas por la tradición de odios y sangre”. (Diario, PP. 394-395)
“Yo mismo, que no he hecho en este pobre país otros esfuerzos que los indispensables para vencer la apatía de las gentes e inducirlas a combatir contra la ignorancia, yo mismo me siento rodeado de animosidades. A poco de regresar descontento de la calle, una de las madres de antiguos normalistas me mando a decir que me fuera cuanto antes para Cuba. El porqué de aquella urgente recomendación era que había oído decir a individuos cualesquiera que pasaban por delante de la Escuela Normal, en donde he tenido que acogerme [a vivir con su familia]: “Deberían obligarlo a salir de ahí”
.(Diario, P. 395)

Otro día el maestro se quejaba de la indolencia de los gobiernos para pagarle sueldos atrasados, diciendo:
“Esa causa de natural y aun urgente resolución para un padre de familia es la negligencia que todas las administraciones muestran en pagarme: la de Jimenes quedo debiéndome tres o cuatro mensualidades; la de Vásquez, dos o tres, después de haberme rebajado en un treinta y tantos por ciento un sueldo que era de ley. Esta [Woss y Gil] comienza por rebajarme en treinta por ciento el ya rebajado sueldo, y por no pagarme ni un solo día de los ya pasados desde el donoso decreto en que se somete a ración o pago diario el sueldo de los civiles, como el de los militares.”

De Hostos se refiere luego a las promesas que personalmente le hizo Woss y Gil para resolver el problema de su salario, y al intercambio epistolar que sostuvieron, en donde el maestro llegó a decirle al presidente que: “Aquí hay gentes que opondrán cualquier cosa, y de cualquier modo a mis deseos de reforma.” Y luego dijo: “En resumidas cuentas, nunca se llega a cuentas con estos políticos. El presidente de hoy hará lo que el de ayer y lo que el de antes de ayer.

El 16 de mayo de 1903 visita al Ministro Enrique Henríquez para que se hiciera cargo de sus créditos en contra del estado a cambio de una suma que le alcanzara para viajar a Cuba. Este le dijo con palabras y números que era imposible.

Más adelante Hostos diría:


Yerba es lo que necesitan nuestros pueblos”, los de nuestro origen en América.
Y luego agrega:

“No yerba en forma de colonización y de educación”, como allí dije: lo que necesitan nuestros pueblos, además de colonización para darles ejemplo de trabajo y orden, y además de educación, para iluminarles la conciencia, es don de gentes para esclarecer el que ellos tienen, y ciencia de buen gobierno para poner a producir riqueza moral en esta almas sociales, que, al fin y al cabo, son como estos suelos nacionales: todo riqueza en bruto.”


El 1ro de junio llega el día de las elecciones y don Eugenio escribe:

“El sábado por la noche fue primer día de la diversión electoral. Comenzaron los comités electorales a funcionar, y entre cohetes, comparsas, música para el acompañamiento y discursazos se dio principio a la repetición de la comedia que se ha estado representando en el país desde que él es él.

Otro día se quejaba del dolor que sentía en las piernas y en las ingles, por la gran distancia que tenía que caminar, algunas veces bajo copiosa lluvia y transitando por caminos polvorientos o enlodados. Desde una estancia en las proximidades de Güibia debía caminar cuatro veces el mismo trayecto: dos en la mañana y dos en la tarde, para ir y regresar de la casa a la escuela.

Se alegraba viendo volar las mariposas multicolores y respirando aire puro de la campiña o los olores salitres que le llegan del mar.

La vida se le iba trabajando y amando este pueblo dominicano.


Los sacrificios no le importaban, y escribía en su intimidad:

Dice haberle comunicado a un hijo de Enrique Henríquez que persistía en su idea de abandonar el país porque: “1. En que es inútil mi permanencia en un país a donde sólo me trajo la esperanza de hacerle el bien que yo compendio en la idea de la colonización y la educación; 2. A la guerra abierta o solapada que me han hecho algunos de los llamados notables del país; 3. En el sitio por hambre a que me han reducido.” (Diario, P. 400)

Aquí lo tenemos enterrado y olvidado en sus ideas. El se quiso marchar y no lo dejamos.
Poco antes de morir entre nosotros hizo este soliloquio:


…Al fin y al cabo, dice razón la voz que de continuo razona en mi conciencia la necesidad de alejarme de un país en donde ya no se sirve para el bien."

“La creciente convicción de la imposibilidad de hacer ninguno de los bienes que yo quería para este pobre querido país, me patentiza la necesidad de arrancarme de él; pero lo quiero tanto, y me he arraigado tanto en él la costumbre de vivir en su oscuridad, que me va a costar trabajo arrancarme de él. Por eso, y porque conviene que mi pobre familia salga de este medio, aunque sin mí, hasta a proyectar he llegado el modo de quedarme a trabajar aquí para que ella pueda vivir en otra parte
.” (Diario, P. 402)

El 6 de agosto de 1903 escribió en su diario por última vez. Falleció pocos días después en Santo Domingo, hastiado y cansado, el 11 de agosto de 1903.

Saturday, May 15, 2010

Presidentes Dominicanos (Lista)



Fuente dibujo: Diario Libre.com

NOTIHISTORIADOMINICANA


LISTA DE PRESIDENTES DOMINICANOS







PRIMERA REPUBLICA: 1844-1861

JUNTA GUBERNATIVA PROVISIONAL: 27 de febrero de 1844 - 28 de febrero de 1844:

Francisco Sánchez del Rosario , Joaquín Puello, Remigio del Castillo, Tomás Bobadilla, Manuel Jimenes y Matías Ramón Mella.

JUNTA CENTRAL GUBERNATIVA:

1 de marzo de 1844: Tomás Bobadilla, presidente; Manuel Jimenes, vicepresidente; Manuel Maria Valverde, Francisco Javier Abreu, Félix Mercenario, Carlos Moreno, Ramón Echavarría, Francisco Sánchez del Rosario , José María Caminero, Matías Ramón Mella. Silvano Pujol, secretario.

11 de marzo de 1844: Tomás Bobadilla, presidente; Carlos Moreno, Ramón Echavarria,

Francisco Javier Ahreu, José María Caminero, Félix Mercenario, Silvano Pujol, secretario.

19 de abril de 1844: Tomás Bobadilla, presidente; Manuel Jimenes, vice­presidente; José María Caminero, Ramón Echavarría, Carlos Moreno, José Ramón Delorve, Manuel María Valverde, José Tomás Medrano, Juan Pablo Duarte. Silvano Pujol, secretario.

6 de mayo de 1844: Tomás de Bobadilla, presidente; Manuel Jimenes, vicepresidente; Ramón Echavarría, José María Ramírez, Francisco del Rosario Sánchez, Manuel María Valverde, Carlos Moreno, José Tomás Medrano. Silvano Pujol, secretario.

11 de mayo de 1844: Tomás Bobadilla, presidente; Manuel Jimenes, vice­presidente; Ramón Echavarría, Francisco Sánchez del Rosario , Manuel Maria Valverde, José Tomás Medrano, Juan Pablo Duarte, Carlos Moreno. Silvano Pujol, secretario

5 de junio de 1844: José María Caminero, presidente; Carlos Moreno, Francisco Sánchez del Rosario, Tomás Bobadilla,José Tomás Medrano, Juan Pablo Duarte, Félix Mercenario. Silvano Pujol, secretario.

5 dejunio de 1844: En otro decreto de la misma fecha aparecen, además, las firmas de Manuel Jimenes y de Ramón Echavarria.

9 dejunio de 1844: Francisco del Rosario Sánchez, Presidente de lajunta Central Gubernatíva.

13 de julio de 1844: Se nombra jefe a Pedro Santana.

16 dejulio de 1844: Pedro Santana, presidente yjefe supremo; Manuel Jimenes, Francisco Sánchez del Rosario, Félix Mercenario,José Ramón Delorve, Carlos Moreno, Toribio Manón, Tomás Bobadilla. Lorenzo Santamaría, secretario ad-hoc.

16 de julio de 1844: En esta fecha se reorganíza la Junta y se agregan Teleslc)ro Objio y Toribio López Villanueva.

24 dejulio de 1844: Pedro Santana, presidente yjefe supremo; Manuel J imenes, José Ramón Delorve, Toribio Mañón, Félix Mercenario, Tomás Bobadilla, Carlos Moreno. Lorenzo Santamaría, secretario ad­hoc.

27 de julio de 1844: Pedro Santana, presidente y jefe supremo; Félix Mercenario, José Ramón Delorve, Manuel Jimenes, Toribio Matión, Tomás Bobadilla, Juan Tomás Medrano. Manuel Cabral Bernal, se­cretario ad-hoc.

22 de agosto de 1844: Pedro Santana, presidente y jefe supremo; Manuel Jimenes, Tomás Bobadilla, Félix Mercenario, Toribio Mañón, José Tomás Medrano, Norberto Linares, Toribio López Villanueva. Félix Ml. Marcano, secretario ad-boc.

29 de agosto de 1844: Pedro Santana, presidente y jefe supremo; Félix Mercenario, Tomás Bobadilla, Rudecindo Ramírez, Telesforo Objío, José Tomás Medrano, Toribio Mañón. Diputado secretario: Toribio López Villanueva.

PEDRO SANTANA, PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA:

14 de noviembre de 1844 a 4 de agosto de 1848.

CONSEJO DE SECRETARIOS DE ESTADO:

(Domingo de la Rocha, de Justicia e Instrucción Pública; José María Caminero, de Hacienda, Comercio y Relaciones Exteriores; Félix Mer­cenario, de lo Interior y Policía; y Manuel Jimenes, de Guerra y Marina). 4 de agosto de 1848 a 8 de septiembre de 1848+

MANUEL JIMENES:

8 de septiembre de 1848 a 29 de mayo de 1849.

PEDRO SANTANA:

30 de mayo de 1849 a 23 de septiembre de 1849.

ELECTO SANTIAGO ESPAILLAT, no aceptó.

BUENAVENTURA BÁEZ:

24 de septiembre dé 1849 a 15 de lebrero de 1853.

PEDRO SANTANA:

15 de febrero de 1853 a 26 de mayo de 1856.

Manuel de Regla Mota (vicepresidente interino):

2 de enero de 1855 a 30 de mayo de 1855.

2 de julio de 1855 a 5 de septiembre de 1855.

MANUEL DE REGLA MOTA:

26 de mayo de 1856 a 8 de octubre de 1856.

BUENAVENTURA BÁEZ:

8 de octubre de 1856 a 12 de junio de 1858.

JOSE DESIDERIO VALVERDE:

7 de Julio de 1857 a 31 de agosto de 1858.

PEDRO SANTANA:

13 de junio de 1858 a 18 de marzo de 1861.

Antonio Abad Alfau (vicepresidente interino):

1 de abrfl de 1859 a 1 de mayo de 1859.

11 de mayo de 1859 a 27 de mayo de 1859.

30 de junio de 1859 a 18 de noviembre de 1859.

ANEXION A ESPAÑA: 1861-1865

CAPITÁN GENERAL PEDRO SANTANA:

18 de marzo de 1861 a 20 de Julio de 1862.

CAPITÁN GENERAL FELIPE RIMERO Y LEMOTNE:

20 de Julio de 1862 a 22 de octubre de 1863.

CAPITAN GENERAL CARLOS DE VARGAS Y CERVETO:

23 de octubre de 1863 a 30 de marzo de 1864.

CAPITAN GENERAL JOSÉ DE LA GÁNDARA Y NAVARRO:

31 de marzo de 1864 a 11 dejulio de 1865.

RESTAURACION Y SEGUNDA REPUBLICA: 1863-1916

JOSE ANTONIO SALCEDO:

14 de septiembre de 1863 a 10 de octubre de 1864.

GASPAR POLANCO:

10 de ocfubre de 1864 a 24 de enero de 1865.

BENIGNO FILOMENO DE ROJAS:

24 de enero de 1865 a 24 de marzo de 1865.

PEDRO ANTONIO PIMENTEL:

25 de marzo de 1865 a 4 de agosto de 1865.

JOSE MARIA CABRAL:

4 de agosto de 1865 a 15 de noviembre de 1865.

PEDRO GUILLERMO:

15 de noviembre de 1865 a 8 de diciembre de 1865.

BUENAVENTURA BÁEZ:

8 de diciembre de 1865 a 29 de mayo de 1866.

TRIUNVIRATO:

(Gregorio Luperón, Pedro Antonio Pimentel y Federico de Jesús Gar­cía):

1 de mayo de 1866 a 22 de agosto de 1866.

JOSE MARÍA CABRAL:

22 de agosto de 1866 a 31 de enero de 1868.

MANUEL CACERES

31 de enero de 1868 a 13 de febrero de 1868.

JUNTA DE GENERALES ENCARGADOS DEL PODER EJECUTIVO

José Hungria, Antonío Gómez y José Ramón Luciano):

13 de febrero de 1868 a 2 de mayo dc 1868.

BUENAVENTURA BÁEZ:

2 de mayo de 1868 a 2 de enero de 1874.

IGNACIO MARÍA GONZALEZ:

25 de noviembre de 1873 a 21 de enero de 1874.

GENERALES ENCARGADOS DEL PODER SUPREMO DE LA NACION:

(Ignacio Maria González y Manuel Altagracia Cáceres):

22 de enero de 1874 a 5 de febrero de 1874.

IGNACIO MARÍA GONZÁLEZ:

5 de febrero de 1874 a 23 de febrero de 1876.

CONSEJO DE SECRETARIOS DE ESTADO:

(Pedro T. Garrido, Interior y Policía; José de Js. Castro, Relaciones

Exteriores; Pedro P. Bonilla, Justicia e Instrucción Pública; Juan B.

Zafra, Hacienda y Comercio; y Pablo L. Vilanueva, Guerra y Niarina):

23 de febrero de 1876 a 29 de abril de 1876

ULISES FRANCISCO ESPAILLAT:

29 de abril de 1876 a 5 de octubre de 1876.

JUNTA GUBERNATIVA:

(Pedro T. Garrido, José de Js. Castro, Juan B. Zafra, Pablo López villanueva, jose uaminero,

noeI itociriguez Urcianeta y Juan Ariza):

5 de octubre de 1876 a 11 de noviembre de 1876.

IGNACIO MARÍA GONZÁLEZ:

11 de noviembre de 1876 a 9 de diciembre de 1876.

MARCOS ANTONIO CABRAL:

10 de diciembre de 1876 a 26 de diciembre de 1876.

BUENAVENTURA BÁEZ:

27 de diciembre de 1876 a 2 de marzo de 1878,

CONSEJO DE SECRETARIOS DE ESTADO:

José María Cabral, Interior y Policía; y encargado de Guerra y Marina; Joaquín Montolio, Justicia e Instrucción Pública; y Encargado de Re­laciones Exteriores y de Hacienda y Comercio):

2 de marzo de 1878 a 5 de marzo de 1878.

IGNAClO MARIA GONZÁLEZ:

1 de marzo de 1878 a 3 de mayo de 1878.

CESAREO GUILLERMO:

5 de marzo de 1878 a 6 de julio de 1878.

IGNACIO MARIA GONZÁLEZ:

6 de julio de 1878 a 2 de septiembre de 1878.

JEFES SUPERIORES DE OPERACIONES DEL MOVIMIENTO UNÁNIME POPULAR:

(Ulises Heureaux y Cesáreo Guillermo):

2 de septiembre de 1878 a 6 de septiembre dc 1878.

JACINTO DE CASTRO:

7 de septiembre de 1878 a 29 de septiembre de 1878.

CONSEJO DE SECRETARIOS DE ESTADO:

(Cesáreo Guillermo, Interior y Policía; y encargado de Guerra y Marina;

Alejandro Angulo Guridi,Justicia e Instrucción Pública; y encargado de

Relaciones Exteriores; y Pedro María Aristy, Hacienda y Comercio):

30 de septiembre de 1878 a 27 de febrero de 1879.

CESÁREO GUILLERMO:

27 de febrero de 1879 a 6 de diciembre de 1879.

GREGORIO LUPERON:

7 de octubre de 1879 a 1 de septiembre de 1880.

FERNANDO A. DE MERIÑO:

1 de septiembre de 1880 a 1 de septiembre de 1882.

ULISES HEUREAUX:

1 de septiembre de 1882 a 1 de septiembre de 1884.

FRANCISCO GREGORIO BILLINI:

1 de septiembre de 1884 a 16 de mayo de 1885.

ALEJANDRO WOSS Y GIL:

16 de mayo de 1885 a 6 de enero de 1887.

ULISES HEUREAUX:

6 de enero de 1887 a 27 de febrero de 1889.

ULISES HEUREAUX:

27 de febrero de 1889 a 27 de febrero de 1893.

ULISES HEUREAUX:

27 de febrero de 1893 a 27 de febrero de 1897.

ULISES HEUREAUX:

27 de febrero de 1897 a 26 de Julio de 1899.

WENCESLAO FIGUEREO:

26 de Julio de 1899 a 30 de agosto de 1899.

CONSEJO DE SECRETARIOS DE ESTADO:

(Tomás D. Morales, Interior y Policía; Enrique Henríquez, Relaciones

Exteriores;Jaime R. Vidal, Hacienda y Comercio; y de Fomento y Obras

Públicas; Aristides Patiño, de Guerra; y Braulio Alvarez, subsecretario

de Interior):

31 de agosto de 1899 (un día).

HORACIO VÁSQUEZ:

18 de agosto de 1899 a 15 de noviembre de 1899.

JUNTA POPULAR:

(Mariano A. Cestero, Alvaro Logroño, Arístides Patiño y Pedro María

Mejía):

31 de agosto de 1899 a 4 de septiembre de 1899.

JUAN ISIDRO JIMENES:

15 de noviembre de 1899 a 2 de mayo de 1902.

HORACIO VÁSQUEZ:

26 de abril de 1902 a 23 de abril de 1903.

ALEJANDRO WOSS Y GIL:

23 de marzo de 1903 y 24 de noviembre de ¡903.

CARLOS F. MORALES LANGUASCO:

24 de octubre de 1903 a 24 de diciembre de 1905.

CONSEJO DE SECRETARIOS DE ESTADO:

(Manuel Lamarche García, Interior y Policía; Emiliano Tejera, Re­laciones Exteriores; Andrés Julio Montolio, Justicia e Instrucción Pu­blica; Francisco Leonte Vásquez, Fomento y Obras Públicas; Carlos Ginebra, Guerra y Marina; Eladio Victoria, Correos y Telégrafos; y Federico Velásquez y Hernández, Hacienda y Comercio):

24 de diciembre de 1905 a 29 de diciembre de 1905.

RAMÓN CÁCERES:

29 de diciembre de 1905 a 19 de noviembre de 1911.

CONSEJO DE SECRETARIOS DE ESTADO:

(Miguel A. Román hijo, Interior y Policía; y José María Cabral y Báez, Relaciones Exteriores):

19 de noviembre de 1911 a 5 de diciembre de 1911.

ELADIO VICTORIA:

5 de diciembre de 1911 a 30 de noviembre de 1912.

ADOLFO ALEJANDRO NOUEL:

1 de diciembre de 1912 a 13 de abril de 1913.

JOSE BORDAS VALDEZ:

14 de abril de 1913 a 27 de agosto de 1914.

RAMON BAEZ:

28 de agosto de 1914 a 5 de diciembre de 1914.

JUAN ISIDRO JIMENES:

6 de diciembre de 1914 a 7 de mayo de 1916.

CONSEJO DE SECRETARIOS DE ESTADO:

(Federico Velásquez y Hernández, Fomento y Comercio; Jaime Mota, Interior y Policía; y Agricultura e Inmigración; y Bernardo Pichardo, de Relaciones Exteriores):

7 de mayo de 1916 a 31 de julio de 1916.

FRANCISCO HENRÍQUEZ Y CARVAJAL:

31 de julio de 1916 a 29 de noviembre de 1916.

PRIMERA OCUPACION MILITAR NORTEAMERICANA: 1916-1924

GOBERNADOR MILITAR H. S. KNAPP:

29 de noviembre de 1916 a 23 de agosto de 1917.

GOBERNARDOR MILITAR INTERINO EDWIN A. ANDERSON:

23 de agosto de 1917 a 11 de septiembre de 1917.

GOBERNADOR MILITAR H. S. KNAPP:

11 de septiembre de 1917 a 5 de febrero de 1918.

GOBERNADOR MILITAR INTERINO J. H. PENDLETON:

5 de febrero de 1918 a 17 de marzo de 1918.

GOBERNADOR MILITAR H. S. KNAPP:

17 de marzo de 1918 a 6 de abril de 1918.

GOBERNADOR MILITAR INTERINO J. H. PENDLETON:

6 de abril de 1918 a 1 de junio de 1918.

GOBERNADOR MILITAR H. S. KNAPP:

1 de junio de 1918 a 2 de julio de 1918.

GOBERNADOR MILITAR INTERINO J. H. PENDLETON:

2 de julio de 1918 a 1 de septiembre de 1918.

GOBERNADOR MILITAR H. S. KNAPP:

1 de septiembre de 1918 a 18 de noviembre de 1918.

GOBERNADOR MILITAR B. H. FULLER:

18 de noviembre de 1918 a 25 de febrero de 1919.

GOBERNADOR MILITAR THOMAS SNOWDEN:

25 de febrero de 1919 a 3 de junio de 1921.

GOBERNADOR MILITAR S. S. ROBINSON:

3 de junio de 1921 a 3 de enero de 1922.

GOBERNADOR INTERINO HARRY LEE:

3 de enero de 1922 a 19 de febrero de 1922.

GOBERNADOR MILITAR S. S. ROBINSON:

19 de febrero de 1922 a 14 de junio de 1922.

GOBERNADOR MILITAR INTERINO HARRY LEE:

14 de junio de 1922 a 24 de julio de 1922.

GOBERNADOR MILITAR S. S. ROBINSON:

24 de julio de 1922 a 20 de octubre de 1922.

PRESIDENTE PROVISIONAL: JUAN BAUTISTA VICINI BURGOS:

21 de octubre de 1922 a 12 de julio de 1924.

TERCERA REPUBLICA: 1924 HASTA HOY

HORACIO VASQUEZ:

12 de julio de 1924 a 28 de febrero de 1930. José Dolores Alfonseca (vicepresidente interino).

2 de noviembre de 1929 a 6 de enero de 1930.

RAFAEL ESTRELLA UREÑA:

3 de marzo de 1930 a 17 de abril de 1930.

JACINTO BIENVENIDO PEYNADO (Secretario de Interior, Policía, Guerra y

Marina, presidente interino).

17 de abril de 1930 a 16 de agosto de 1930.

RAFAEL LEONIDAS TRUJILLO MOLINA:

16 de agosto de 1930 a 16 de agosto de 1934.

RAFAEL LEONIDAS TRUJILLO MOLINA:

16 de agosto de 1934 a 16 de agosto de 1938.

JACINTO BIENVENIDO PEYNADO (vicepresidente interino).

1 de noviembre de 1935 a 1 de febrero de 1936.

JACINTO BIENVENIDO PEYNADO:

16 de agosto de 1938 a 7 de marzo de 1940.

MANUEL DE JESÚS TRONCOSO DE LA CONCHA:

7 de marzo de 1940 a 18 de mayo de 1942.

RAFAEL LÉONIDAS TRUJILLO MOLINA:

18 de mayo de 1942 a 16 de agosto de 1942.

RAFAEL LEÓNIDAS TRUJILLO MOLINA:

16 de agosto de 1942 a 16 de agosto de 1947.

RAFAEL LEÓNIDAS TRUJILLO MOLINA:

16 de agosto de 1947 a 16 de a Héctor Bienvenido Trujillo Molina (Secretario de Guerra,

Marina y Aviación, presidente interino).

1 de marzo de 1951 a 1 de octubre de 1951.

HÉCTOR BIENVENIDO TRUJILLO MOLINA:

16 de agosto de 1952 a 3 de agosto de 1960.

JOAQUIN BALAGUER:

3 de agosto de 1960 a 31 de diciembre de 1961.

Francisco González Cruz (Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, Presidente interino).

1 de octubre de 1961 a 8 de octubre de 1961.

CONSEJO DE ESTADO:

(Presidido por Joaquín Balaguer. Rafael F. Bonnelly, vicepresidente y

Eduardo Read Barreras como segundo vicepresidente. Miembros:

Mons. Eliseo Pérez Sánchez, Nicolás Pichardo, Luis Amiama Tió y

Antonio Imhert Barreras).

1 de enero de 1962 a 16 de enero de 1962.

JUNTA CÍVICO-MILITAR:

(Presidida por Huberto Bogaert. Miembros: Armando Oscar Pacheco,

Luis Amiama Tió, Antonio Imbert Barreras; Contraalmirante Enrique

Valdez Vidaurre (M. de G.), Piloto Wilfredo Medina Natalio (Av. M.) y el

Coronel Neit R. Nivar Seijas (E.N.). 16 de enero de 1962 a 18 de enero de 1962.

CONSEJO DE ESTADO:

(Presidido por Rafael F. Bonnelly. Miembros: Eduardo Read Barreras, Mons. Eliseo Pérez

Sánchez, Nicolás Pichardo, Luis Amiama Tió, An­tonio Imbert Barreras y Donald Reid Cabral).

18 de enero de 1962 a 27 de febrero de 1963.

JUAN BOSCH:

27de febrero de 1963 a 25 de septiembre de 1963.

JUNTA PROVISIONAL DE GOBIERNO:

(Formada por los Oficiales Superiores de las Fuerzas Armadas).

25 de septiembre de 1963 a 26 de septiembre de 1963.

(Víctor Elby Viñas Román, Mayor General E.N.; Renato Hungría

Morel, General de Brigada E. N.; Atila Luna Pérez, General de Brigada

F. A. D.; Julio Alberto Rib Santamaría, Jefe de Estado Mayor M. de G.;

Belisario Peguero Guerrero, P. N.; Félix Hermida, hijo, General de

Brigada E. N.; Manuel García Urbáez, General de Brigada E N.;

An­tonio Imbert Barreras, General de Brigada E. N.; Luis Amiama Tió,

General de Brigada E. N., Salvador A. Montár Guerrero,

General de Brigada E. N.; Marcos A. Rivera Cuesta, Coronel E. N.;

Ramón Eduardo Cruzado Piña, Coronel Piloto F. A. D.; Librado Andújar

Matos, Capitán de Navío M.~de G.; Elías Wessin y Wessin, General F. A.

D.; Manuel Ramón Pagán Montás, Coronel E. N.; Braulio Alvarez

Sánchez, Coronel E. N. N. Folch Pérez, Coronel Piloto F. A. D.;

Andrés Germán Torres, Capitán de Navío M. de G. ;José María Sánchez

Pérez, Coronel Piloto F. A. D.; Carlos María Paulino Asiático, Teniente

Coronel E. N.; Rafa SantanaJ., Teniente Coronel. FA.; Rubén

Antonio Tapia Cesse Coronel E. N.; Sergio de Js. Díaz Toribio, Capitán

M. de G.; e Ismael Román Carbucia, Coronel Piloto, F. A. D.).

TRIUNVIRATO:

(Presidido por Emilio de los Santos. Miembros: Manuel Enrique Tavares y Ramón Tapia

Espinal).

26 de septiembre de 1963 a 25 de abril de 1965.

23 de diciembre de 1963:

Donald Reid Cabral, Presidente.

Miembros:

Manuel Enrique Tavares y Ramón Tapia Espinal.

8 de abril de 1964:

Donald Reid Cabral, Presidente.

Miembros: Manuel Enrique Tavares y Ramón Cáceres Troncoso.

27 dejunio de 1964 a 25 de abril de 1965:

Donald Reid Cabral, Presidente.

Miembro: Ramón Cáceres Troncoso.



"COMANDO MILITAR REVOLUCIONARIO":

(Encabezado por los Militares: Vinico Fernández Pérez, Giovanni Gutiérrez Ramírez, Francisco

Caamaño Deño, Eladio Ramírez Sánchez y Pedro Bartolomé Benoit).

25 de abril de 1965. (De 10:30 am a 8:00 pm).

JOSÉ RAFAEL MOLINA UREÑA:

25 al 27 de abril de 1965.

"JUNTA MILITAR":

Presidida por Bartolomé Benoit (F. A. D.). Miembros: Oigo Santana Carrasco (M. de G.) y

Enrique A. Casado Saladin (E. N.).

1 de mayo a 7 de mayo de 1965.

FRANCISCO ALBERTO CAAMAÑO DEÑO:

4 de mayo a 3 de septiembre de 1965.

"GOBIERNO DE RECONSTRUCCION NACIONAL":

(Presidido por Antonio Imbert Barreras. Miembros: Carlos Grisolía Poloney, Alejandro Zeller

Cocco, Bartolomé Benoit yJulio D. Postigo).

7 de mayo de 1965 a 30 de agosto de 1965.

"GOBIERNO DE RECONSTRUCCIÓN NACIONAL":

(Presidido por Antonio Imhert Barreras. Miembros: Carlos Grisolía

Poloney, Alejandro Zeller Cocco, Bartolomé Benoit y Leonte Bernard

Vásquez).

10 de agosto de 1965.

HÉCTOR GARCÍA GODOY, PRESIDENTE PROVISIONAL:

3 de septiembre de 1965 a 1 de julio de 1966.

JOAQUIN BALAGUER:

1 dejulio de 1966 a 16 de agosto de 1970.

RAMÓN RUIZ TEJADA, ENCARGADO DEL PODER EJECUTIVO:

16 de abril a 22 de mayo de 1970.

JOAQUÍN BALAGUER:

16 de agosto de 1970 a 16 de agosto de 1974.

JOAQUÍN BALAGUER:

16 de agosto de 1974 a 16 de agosto de 1978.

SILVESTRE ANTONIO GUZMAN FERNANDEZ:

Electo para el período,

16 de agosto de 1978 a 4 de junio de 1982.

JACOBO MAJLUTA

4 de junio de 1982 a 16 de agosto de 1982.

SALVADOR JORGE BLANCO

16 de agosto de 1982 a 16 de agosto de 1986.

JOAQUIN BALAGUER

16 de agosto de 1986 a 16 de agosto de 1990.

JOAQUIN BALAGUER

16 de agosto de 1990 a 16 de agosto de 1994

JOAQUIN BALAGUER

16 de agosto de 1994 a 16 de agosto de 1996

LEONEL FERNANDEZ REINA

16 de agosto de 1996 - 16 de Agosto de 2000

HIPOLITO MEJIA

16 de Agosto de 2000 - 16 de Agosto 2004

LEONEL FERNANDEZ REINA

16 de agosto de 2004 -

Actual presidente de la República.

Sunday, May 09, 2010

El comercio americano y la Casa de Contratación de Indias.

NOTIHISTORIADOMINICANA


LA SEVILLA DEL SIGLO XVI

Por: Francisco Berroa Ubiera
Historiador



Sobre su fundación se sabe que varias ordenanzas para crear en Sevilla una Casa de Contratación de Indias fueron dadas en 20 de enero de 1503, siendo su primer Veedor don Francisco Pinelo, cuyas funciones serían: poner multas pecuniarias, decretar prisiones en nombre del Rey.

Una Real Cédula del 14 de febrero de 1503, la confirma: "Una Casa de Contratación Y negociación de las Indias y de las Canarias y de las otras Islas que [se] avían [habían] descubierto y se descubriesen, a la qual se avían de traer todas las mercancías...". (1)

Los funcionarios de esta Casa fueron: el Factor, el Escribano, el Veedor y el Tesorero, e incluía un Cosmógrafo, y un Catedrático que tenía por función examinar el nombramiento de los pilotos conjuntamente con el Piloto Mayor, siendo Américo Vespucio el primero en ejercer dicha función a partir de 1508, fundando una escuela de náutica y creando una oficina hidrográfica.

La sede de esta Casa estaría en el puerto de Sevilla, a orillas del río Guadalquivir y ubicado a 20 leguas (unos 70 kilómetros) del mar.

Otro puerto que tuvo gran importancia comercial fue el de Cádiz, en el cual se estableció un Juzgado de Indias en 1535.

En principio "La Corona, por medio de la Casa de Contratación de Sevilla envía los géneros [comerciales] al Factor de La Española, verdadero gerente real de negocios, el cual los suministra a los colonos, casi siempre al fiado". (2)

Desde 1511 la Casa de Contratación posee jurisdicción administrativa y judicial en primera instancia, correspondiendo la segunda al Consejo de Castilla, sobre cuestiones relativas al comercio y la navegación (3).

Este organismo se encargaba de conocer de los pleitos de comercio y navegación en primera instancia, y en apelación, cuando se trataba de sumas que no sobrepasan los 40,000 maravedís, lo hacía la Audiencia de Grados de Sevilla, y en última instancia actuaba el Consejo de Indias.

Fue en agosto de 1524 cuando se creó el Real y Supremo Consejo de Indias, mejor conocido como Consejo de Indias, el cual era el organismo que por instrucciones reales trazaba la política ultramarina española a los Virreyes, gobernadores y a las audiencias. Un nuevo organismo fue creado por el Rey Carlos III en 1605: la Intendencia del Ejército y Real Hacienda.

Notas y referencias:
1. En: Belén Rivera Novo y Luisa Martín Merás: Cuatro siglos de cartografía en América. Editorial Mapfre, Madrid, 1992. P. 65.
2.Ismael Sánchez Bella: La organización financiera de las Indias (Siglo XVI). Publicaciones de la Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla, Sevilla, 1968. 1a. Edición. P. 14.
3. Ver: Ismael Sánchez Bella: La organización financiera de las Indias (Siglo XVI). Publicaciones de la Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla, Sevilla, 1968. 1a. Edición. P. 14.

Tuesday, April 27, 2010

LA GUERRA DE SANTO DOMINGO DEL 24 DE ABRIL DE 1965



El presidente constitucional Caamaño firma los acuerdos que pusieron
fin a las hostilidades bélicas entre dominicanos




TRINCHERAS DE CAMIONES PARA EVITAR QUE LAS TROPAS DEL CEFA CRUZARAN EL PUENTE DUARTE


CIVILES REBELDES PREPARAN BOMBAS MOLOTOV EN ABRIL DE 1965

NOTIHISTORIADOMINICANA

Por: Francisco Modesto Berroa Ubiera
Historiador
Con dedicatoria especial a nuestro amigo el doctor LEONEL FERNANDEZ, presidente constitucional, por haber hecho justicia con los militares constitucionalistas



LOS ANTECEDENTES DE LA GUERRA

El gobierno del Triunvirato

Tras el golpe de estado a Juan Bosch, la Embajada de Estados Unidos envía un telegrama confidencial al Departamento de Estado en fecha 26 de septiembre de 1963 en donde se informa sobre la propuesta de una Junta de Gobierno hecha por los partidos y los militares.

Los propuestos para la Junta de Gobierno eran los señores: doctor Emilio de los Santos, vinculado a Viriato Fiallo, quien durante el Consejo de Estado presidió la Junta Central Electoral; doctor Ramón Tapia Espinal, ex-Secretario de la Presidencia del Consejo de Estado anterior, y estrechamente vinculado al grupo de Bonnelly, y socio de éste; doctor René Puig, decano de la Facultad de Odontología -en el extranjero-; otros propuestos fueron: el Ingeniero Manuel Tavarez Espaillat, Secretario de Fomento en el Consejo de Estado, y, Max Henríquez Ureña, diplomático trujillista.

El gobierno que fuese establecido gobernaría teóricamente hasta el 27 de febrero de 1967.

Los primeros miembros del Triunvirato (designados por los cívicos, los militares, y la iglesia católica dominicana, con el visto bueno de la Embajada de los Estados Unidos) fueron los señores: Dr. Emilio de los Santos, presidente; Dr. Ramón Tapia Espinal, y, el Ing. Manuel Enrique Tavarez Espaillat, miembros, quienes toman posesión de sus cargos a la 1:00 P.M. del 26 de septiembre de 1963; de inmediato se producen airadas protestas con un saldo de varios muertos y de 650 presos en todo el país.

Con Bosch en el exilio el presidente del Senado Juan Casanovas Garrido logra reunir el Congreso en San Pedro de Macorís y se proclama presidente de la República el 12 de octubre de 1963, desconociendo el régimen de facto.

Asimismo, el 14 de octubre de 1963, Juan Bosch pide a los organismos internacionales y a los dominicanos desde Puerto Rico que se reconociera el gobierno de Casanovas Garrido.

La resistencia popular al golpe y la guerrilla de Manolo

La oposición del Movimiento Revolucionario del 14 de Junio al nuevo gobierno no se hizo esperar.

Los dirigentes de esta organización, Manolo Tavarez y Juan Miguel Román quienes habían vivido en la clandestinidad desde el golpe de septiembre, iniciaron el 28 de noviembre de 1963 una guerrilla con seis focos guerrilleros en distintos puntos del país:

1. el "Frente Guerrillero Enrique Jiménez Moya" operó en Las Manaclas;
2. el Gregorio Luperón estuvo ubicado en El Limón;
3. el Mauricio Báez, en la Berrenda, Miches;
4. el Juan de Dios Ventura Simó, en La Horma, San José de Ocoa;
5. el Francisco del Rosario Sánchez en Baoruco, Enriquillo;
6. Y otro en Los Quemados de Bonao, con una participación de 250 hombres en total.

Los jóvenes guerrilleros inexpertos en asuntos militares, con armas dañadas, fueron capturados y ejecutados por las tropas militares. Por ejemplo: El domingo 15 de diciembre de 1963 la guerrilla de Miches se enfrenta a patrullas del ejército; mueren cinco guerrilleros, entre ellos Rafael Faxas Canto y Luís Ibarra Ríos.

En Santo Domingo, la capital dominicana, operó con ciertas dificultades un Frente Urbano del MR-14 de Junio conformado por los señores: doctores: Juan B. Mejía, Roberto Duvergé, Benjamín Ramos, y Mario Fernández Muñoz, y por el Ingeniero Pedro Bonilla. La Juventud del 14 de Junio, dirigida por Luís Montás (a) Pin, le brindó apoyo operativo al Frente Urbano, aunque con poco éxito.

Se produce un informe del Consejo de Estado, usando como vocero a Manuel Tavarez Espaillat, informando el 20 de diciembre que en el país se había producido una guerrilla armada dirigida por Manolo Tavarez y Juan Miguel Román; que operaban en el país de seis focos guerrilleros; que sólo quedaba en operación el foco que se localizaba en El Rubio.

El 23 de diciembre fueron muertos 15 guerrilleros, incluyendo a Tavarez Justo; Fidelio Despradel y el Dr. Emilio Cordero Michel, Comisario político de la guerrilla, fueron capturados. Ese día se produce la renuncia del Triunviro Emilio de los Santos, sustituido por el Canciller Donald Read Cabral, quien quedaría gobernando casi solo tras la renuncia de los dos triunviros restantes: Ramón Tapia Espinal fue sustituido por Manuel Cáceres Troncoso, y luego se produce la renuncia de Manuel Enrique Tavarez Espaillat, y por lo tanto, Read Cabral y Manuel Cáceres Troncoso conforman el gobierno de facto "El Triunvirato", cuando era realmente un Duunvirato.

El día 31 de diciembre fueron suspendidas las garantías constitucionales en todo el territorio nacional. Los principales partidos de aquel entonces: el Partido Revolucionario Dominicano (PRD.), el Partido Reformista (PR.), el Partido Revolucionario Social Cristiano (PRSC.) -llamados popularmente Social pistolas-, el Movimiento Popular Dominicano (MPD), y el Movimiento Revolucionario 14 de Junio (MR-1J4), hicieron una fuerte oposición a Donald Read y a su gobierno, organizando protestas callejeras y huelgas que eran reprimidas y sus dirigentes perseguidos, siendo algunos apresados y otros asesinados.


El nuevo giro político y la situación económica

Norman Gall escribió en 17 de febrero de 1964 que:

"La República Dominicana, cinco meses después del derrocamiento del presidente Juan Bosch, está volviendo hacía un estado policiaco, con creciente evidencia de brutalidad y corrupción".

Donald Read Cabral gestionó créditos internacionales ante el Fondo Monetario Internacional (FMI.), y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID.), por un monto ascendente a los US $63.0 millones de dólares, endeudando enormemente la nación y destinando estos fondos a obras invisibles. El Gobierno del Dr. Donald Read Cabral, diciembre-1963, abril- 1965, aumentó la deuda externa de US$ 37.30 millones a US$140.40 millones de dólares.

Durante su mandato la corrupción se alzó galopante y fue generalizada. Este gobierno se caracterizó por su interés en promover el negocio particular y familiar de vehículos de motor y otros de intereses familiares, tal el caso de grandes compras por parte del gobierno de vehiculos importados por la firma Read & Pellerano. La corrupción penetró a las Fuerzas Armadas e instituciones del Estado mientras la crisis económica creció y con ella el descontento popular provocando varios conatos de rebelión que finalmente en 1965, generó la guerra de abril de ese año.

precio del azúcar bajó considerablemente; las exportaciones de café se redujeron de un 13 a un 11 por ciento entre 1962 a 1963; la situación económica en 1963 se caracteriza porque las importaciones fueron de RD $225.9 millones de pesos, y en 1964 por RD $265.7 millones, lo que indica un déficit en la balanza comercial de mas de 60 millones. La deuda externa fue ascendiendo hasta llegar a 200 millones en el 1964. El desempleo era del orden de cerca de un 32 por ciento, y una sequía afectaba la producción agrícola y ganadera, sin contar con presas y sin canales de riego. Hasta las ciudades se quedaron sin agua.

El país vivía con mucha corruptela oficial, los bienes de los Trujillo se los repartían los mas "vivos", y el Estado estaba afectado por muchas deudas, queriendo el gobierno imponer la austeridad en medio del despilfarro.

Además los contrabandos de mercancías beneficiaron a los comerciantes vinculados al gobierno del Triunvirato, y en los cuarteles militares surgieron las llamadas Cantinas Militares aprovisionadas con mercancías que ingresaban al país sin pagar aranceles, por lo cual, establecieron una competencia desleal frente al comercio importador nacional, perjudicando severamente a los importadores tradicionales.

Guerra civil y patria de Santo Domingo (1965)

La conspiración de los civiles y militares constitucionalistas en favor de un contragolpe se inicia en 1964 con el liderato del Dr. Rafael Molina Ureña y del coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez.

Este contragolpe tenía como objetivos restaurar la constitución de 1963 y traer de nuevo a Bosch al gobierno.

Molina Ureña contaba con el respaldo del joven líder popular José Francisco Peña Gómez, y de los señores Manuel Espinal, Lembert Peguero, Antonio Guzmán y Leopoldo Espaillat Nanita, quienes organizaron a su alrededor a intelectuales y profesionales partidarios del contragolpe, y a quienes se unieron don Pedro Casals Victoria (ex ministro de Finanzas) y Virgilio Mainardi Reyna (ex-gobernador de Santiago).

En mayo de 1964 se organiza la huelga general con el apoyo de los grupos sindicales ASOCHOIN, FOUPSA y POASI, influenciadas por el PRD. y por sus líderes: Miguel Soto, Pedro Julio Evangelista y Marcos Vargas.

En 14 de mayo de 1964 se produce el retorno del coronel Fernández Domínguez (EN). Desde el mes de junio de ese año el coronel Hernando Ramírez (EN) se hallaba en Puerto Rico sosteniendo conversaciones con Juan Bosch.



El pacto de Río Piedras y el movimiento constitucionalista

En enero de 1964 fue firmado el pacto de Río Piedras, comprometiéndose el Partido Revolucionario Social Cristiano (PRSC.) con el PRD para restablecer la constitución de 1963 guiados por la consigna: “Retorno a la constitucionalidad sin elecciones”.

Poco tiempo después se dio inicio a un movimiento rebelde que contó con la participación de los militares.

El cor. Fernández Domínguez, permanentemente vigilado, fue sacado hacía España, luego enviado a Chile, y otros fueron cancelados: el mayor Núñez Nogueras, el capitán Héctor Lachapelle Díaz y el capitán Quirós Pérez. Fue cuando Hernando Ramírez se convirtió en el organizador de los militares.

Por lo menos existían cuatro focos conspirativos:

a) un primer grupo en donde se encontraban los oficiales: coronel Fernández Domínguez, mayor Núñez Nogueras, capitán Lachapelle Díaz, coronel Quirós Pérez y coronel Hernando Ramírez;
b) un segundo grupo dirigido por el capitán Peña Táveras;
c) un tercer grupo dirigido por el coronel Neit Rafael Nivar Seijas; y,
d) un cuarto grupo dirigido por don Nicolás Silfa.

La rebelión militar y el contragolpe constitucionalista

A pesar de las diferencias entre los distintos grupos y clanes militares cuando el Secretario de las Fuerzas Armadas general Marcos A. Rivera Cuesta (EN) se presentó al campamento 16 de agosto de la primera brigada del Ejército Nacional el 24 de abril de 1965 para intentar desarticular la conspiración, fue detenido por los coroneles Álvarez Holguín y Hernando Ramírez; la lucha siguió con la revuelta encabezada por el coronel Giovanni Gutiérrez en el campamento 27 de Febrero del Ejercito (ubicado en la margen oriental de la ría del Ozama, hoy de la M. de G.), y ese mismo día se produce un movimiento insurreccional organizado por el coronel Enrique Herrera Marín.

El 24 de abril de 1965 se produce la toma del Palacio Nacional por parte de los militares constitucionalistas siendo arrestado el presidente del Triunvirato (convertido en “Diunvirato”) Donald Read Cabral, conjuntamente con don Manuel Cáceres Troncoso.

las 10:30 AM a 8:00 PM del 24 de abril de 1965 gobernó un Comando Militar Revolucionario integrado por los señores Vinicio Hernández Pérez, Giovanni Gutiérrez Ramírez, Francisco Caamaño Deñó, Eladio Ramírez y Pedro Bartolomé Benoit. Del 25 al 27 de abril de 1965 fue Presidente Constitucional Dr. José Rafael Molina Ureña.

Por lo tanto, los días 25, 26, 27 y 28 de abril de 1965 se manifiesta una cruda lucha por el poder entre los partidarios del retorno a la constitución de 1963, y los partidarios de que se mantuviera un régimen de facto acorde con los intereses de los grupos que se beneficiaban y cebaban de la corrupción

Entre los días 25 al 28 de abril se producen fuertes enfrentamientos entre los militares rebeldes, denominados constitucionalistas porque auspiciaban el retorno del Juan Bosch al poder, y los militares conservadores y golpistas del año 1963 quienes fueron militarmente derrotados en la batalla del Puente Duarte y en otros escenarios donde se registraron enconados combates.

San Isidro en las primeras horas de la tarde del 25 de abril (domingo), despegaron de la pista militar dos aviones de combate Mustang P-51 y un jet Gloster Meteor que fueron enviados por el coronel Wessin para iniciar el ametrallamiento y bombardeo del Palacio sede del gobierno de Rafael Molina Ureña. Simultáneamente se inició la movilización de tropas de artillería, tanques y de la infantería para atacar la ciudad de Santo Domingo.



Para incrementar sus fuerzas los militares los rebeldes comenzaron a repartir armas entre elementos civiles que las requerían a fin de sumarse a la lucha contra el gobierno de Read Cabral.

Buscando evitar los ataques de la aviación una comisión del PRD dirigida por don Antonio Guzmán Fernández visitaron la sede diplomática de los Estados Unidos. Dada la ausencia del embajador Tapley Bennet, el encargado de la embajada Mister William Connet se negó a recibirlos, por lo cual se entrevistaron con el segundo secretario Arthur E. Breiski quien califico a los rebeldes de irresponsables y de ser comunistas.

Por lo tanto, al fracasar esta mediación del PRD, los enfrentamientos se concentraron en el puente Duarte, dado el hecho de que era el único medio de comunicación entre las dos riberas del río Ozama que separaba con sus aguas la zona controlada por los rebeldes y la controlada por los militares partidarios de los Estados Unidos y de los sectores reaccionarios y conservadores.

El martes 27 de abril se incrementaron notablemente los bombardeos de la aviación sobre la cabecera occidental del puente Duarte usando los Mustang P-51 y los Vampiros que cobraron cientos de vidas en un sólo día.

Hubo una nueva tentativa de mediación tras producirse el regreso al país del embajador Tapley Bennet el 27 de abril de 1965, cuando el presidente Molina Ureña visita la embajada de los Estados Unidos con un grupo nutrido de constitucionalistas, civiles y militares. Entre los militares no se encontraba el teniente coronel Caamaño, motivo por el cual el Embajador le hace una llamada telefónica (a Caamaño) diciéndole que sólo él faltaba en la reunión, Caamaño respondió: “Dígale a Wessin que detenga los bombardeos”, pero el embajador Tapley Bennett respondió diciéndole: “Este no es el momento de negociar, sino de rendirse de inmediato”, lo cual fue considerado un insulto por Caamaño y otros militares con honor y amor patrio.

Tras este incidente algunos de los líderes del movimiento constitucionalista buscaron refugio en las delegaciones diplomáticas extranjeras; Molina Ureña refugió en la sede diplomática de Colombia, el coronel Hernando Ramírez también pidió asilo diplomático, sin embargo el coronel Caamaño se presenta en la Embajada y antes de retirarse de la Embajada le dijo al Embajador: “Señor Embajador, permítame decirle que seguiremos combatiendo en el puente Duarte, seguiremos la lucha suceda lo que suceda”.


La batalla del Puente Duarte

Tropas del ejercito, el pueblo dominicano y su líder militar el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó , iniciaron el martes 27 de abril de 1965 una contraofensiva militar contra las tropas del CEFA y del general Elías Wessin conjuntamente con los oficiales de la Cuarta Brigada del Ejército, Coronel Manuel Ramón Montes Arache, Mayor Lora Fernández, Capitán Alejandro Deñó Suero, quienes logran tomar en poco tiempo el control del puente Duarte.

Las luchas entre los leales y los rebeldes se produjeron durante tres días, y finalmente, los leales al Triunvirato, las tropas del CEFA dirigidas por el coronel golpista Wessin y Wessin fueron derrotadas. El puente Duarte fueron cruzados varios camiones que sirvieron de trinchera para impedir el avance de las tropas del CEFA, y cientos de civiles dispuestos a luchar se congregaron en la cabecera occidental del puente Duarte

El coronel Caamaño inspiraba por su arrojo y valentía la confianza de los combatientes civiles y militares, y en muy poco tiempo llego a tener bajo su mando más de 4,000 combatientes, muchos de los cuales fueron encuadrados en unidades político-militares denominadas Comandos.

El miércoles 28 de abril los rebeldes tenían pleno control de la ciudad de Santo Domingo, fueron colocadas ametralladoras calibre 50 y 70 mm., en los techos de los edificios, jóvenes y adolescentes fabricaban bombas molotov para atacar los tanques del CEFA, y tan pronto lograban capturar algún uno de ellos le pintaban la palabra PUEBLO.



La intervención de los marines de los Estados Unidos


Sin embargo el imperio no podía permitir que en su traspatio se restableciera un gobierno que aunque democrático no era de su complacencia, por lo cual el presidente Lyndon B. Johnson ordena a los Marines desarrollar la Operación de invasión denominada Power Pack que movilizo la 82 División Aerotransportada de infantería de Marina bajo el comando del teniente general Bruce Palmer. Esta operación militar seria justificada con el alegato de que el movimiento constitucionalista estaba infiltrado por más de 50 supuestos comunistas, entre los cuales se incluyeron estos nombres: Antonio Abreu Fiallo, Luís Acosta Tejeda, José Estrella J. Armach, Andrés Avelino García, Máximo Bernard Vásquez, Moisés Blanco Genao, Norge Botello Fernández, Benjamín Bujosa Mieses, Pedro Conde Sturla, Lourdes Contreras Pérez, Jaime Capell Bello, Asdrúbal Domínguez G., Félix Servio Ducodray M., Rafael Estévez Weber, Luís Gómez Pérez, Homero Hernández V., Pedro Mir, Diomedes Mercedes B, Dato Pagan Perdomo, Juan Miguel Román Díaz, Jesús de la Rosa, Rafael Taveras Rosario, Hugo Tolentino Dipp, Abelardo Vicioso G., Emma Tavarez Justo, Fidelio Despradel Roque, Delta Bohemia Soto de V., Tony Isa Conde, Narciso Isa Conde, Euclides Gutiérrez Feliz, etc.




El 28 de abril de 1965 se produjo la intervención militar de los “Marines” de los Estados Unidos lanzando tropas de paracaidistas en el hotel El Embajador, y desembarcando inicialmente unos 500 hombres desde helicópteros y otros llegaron por tierra desde el puerto de Haina los cuales se establecieron en el mismo hotel El Embajador y sus inmediaciones para supuestamente salvar las vidas de 2,500 norteamericanos, aunque luego fueron desembarcados miles de hombres.

Según el corresponsal de guerra Tad Szulc:

“Para fines de la primera semana, habían desembarcado 5.000 infantes de marina y tropas paracaidistas. Durante el fin de semana que coincidió con el 19 de mayo, las fuerzas alcanzaron un número mayor del doble, 12.000 soldados. A fines de la segunda semana, el 8 de mayo, se llegó al máximo con 22.000 tropas de los Estados Unidos en la República Dominica y 8.000 marineros que tripulaban 40 barcos a la vista de sus costas.”

Estados Unidos llego a desembarcar un poderoso contingente de cerca de 42,000 soldados, casi todos de la 82 División de Infantería Aerotransportada que establecio su base de operaciones en la base aerea de San Isidro.

Para justificar la agresión se usó como fachada la Fuerza Interamericana de Paz (FIP) que aporto fuerzas militares de varios países americanos: Costa Rica aporta 20 soldados-policías; la Junta Militar de Honduras aporta 250 Soldados; el gobierno del dictador Somoza de Nicaragua aporta 170 soldados; la Junta Militar de Brasil aporta 1,250 soldados.


De acuerdo con Szulc:

“A bordo del Boxer, el comandante de las fuerzas, capitán James A. Dare, despejaba cualquier duda acerca del motivo por el cual habían desembarcado los marines en Santo Domingo. Al informar a los periodistas dijo que las fuerzas norteamericanas permanecerían allí el tiempo suficiente "para asegurar que se estableciera un gobierno no comunista".

Los norteamericanos contaron con el apoyo de los militares conservadores aglutinados en torno a un gobierno títere denominado Gobierno de Reconstrucción Nacional apoyado por Washington y presidido por el general Antonio Imbert Barreras.

De hecho, en el país existían tres gobiernos:

1) El del general Imbert Barreras que era la versión “Made in USA”:
2) La Junta Militar de San Isidro conformada por los oficiales Coronel Pedro Bartolomé Benoit (AMD); Capitán Olgo Santana Carrasco (MdeG), cor. Enrique A. Casado Salomón (EN), también versión “Made in USA”, establecido desde el 1ro al 7 de mayo de 1965. se estableció.
3) Paralelamente desde el 4 de mayo hasta el 3 de septiembre de 1965 fue Presidente Constitucional el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó (EN) en sustitución del presidente doctor Rafael Molina Ureña.

Aunque luego la Junta de San Isidro fue disuelta, desde el 7 de mayo al 30 de agosto de 1965 fue creado un gobierno de facto de Reconstrucción Nacional, cuyo presidente fue el general Antonio Imbert Barreras, y sus miembros títeres de los Estados Unidos los señores: Carlos Grisolía Poloney, Alejandro Zeller Cocco, Bartolomé Benoit, y Julio D. Postigo; el 10 de agosto ingresa Leonte Bernard Vásquez que coexistía con el gobierno presidido por el coronel Caamaño. Este gobierno recibio la suma de US $750,000,00 para pagar el sueldo de los militares y empleados de Imbert.

El 15 de mayo el presidente Johnson envía a Santo Domingo a los señores Mc George Bundy y Thomas C. Mann para intensificar las labores de búsqueda de una solución a la crisis.

La misión de Bundy consistía en negociar un gobierno constitucional comprometido con los Estados Unidos y con sus intereses en el Caribe. Originalmente la persona escogida para ser presidente fue don Antonio Guzmán, ex ministro de agricultura bajo el gobierno del profesor Bosch, quien sugirió su nombre a Bundy para que ocupara el cargo en la entrevista de ambos en Puerto Rico. Caamaño aceptaría el gobierno de Guzmán pero Imbert se opuso, y aprovecha las negociaciones para lanzar un ataque a los rebeldes en el norte de Santo Domingo, situación que aprovechan el teniente general Bruce Palmer para establecer un cordón de seguridad que corría en línea bisectriz de Este a Oeste, y aislaba a los jefes rebeldes en la parte baja de la ciudad.

Un observador norteamericano opinó que:

En el transcurso de la negociación Guzmán-Bundy y mientras aún seguía en efecto la tregua arreglada por la OEA, las fuerzas de Imbert montaban otra ofensiva contra los rebeldes, esta vez en el sector norte de Santo Domingo. Los tanques y la artillería de Imbert lanzaron un asalto en plena escala que costó centenares de vidas dominicanas, principalmente de mujeres y niños.” (Tad Szulc)

Luego "la fórmula Guzmán" -en favor de la cual había trabajado Bundy por espacio de diez días con todo el prestigio derivado de su cargo en la Casa Blanca- cayó por el suelo en virtud de órdenes recibidas de Washington. El FBI había interceptado una conversación telefónica entre el doctor Bosch y un amigo. Esta conversación, según se informó, incluía la declaración de que si el régimen de Guzmán era instaurado podría haber un nuevo gobierno en el plazo de cinco días. Más o menos en estos momentos el Departamento de Estado envió un memorando a la Casa Blanca recordando que en 1933 se había acusado a los Estados Unidos de imponer un gobierno a Cuba y de que la administración Johnson debía cuidarse de no dar motivo a un cargo semejante.”


Intento constitucionalista de asalto militar al Palacio Nacional

19 de mayo un comando constitucionalistas intenta tomar por asalto el Palacio Nacional como la intención de dar un golpe psicológico al enemigo en tanto este edificio significaba ante el pueblo la representación del poder político-militar, el cual se hallaba en ese momento en poder de las tropas del Gobierno de Reconstrucción Nacional del general Imbert.

En el momento en que las fuerzas revolucionarias constitucionalistas se hallaban avanzando hacia su objetivo militar fueron sorprendidas por francotiradores norteamericanos quienes les hicieron fuego de manera implacable, frustrando la tentativa de asalto del símbolo del poder: el palacio.

En el intento de asalto perdieron la vida el Coronel Rafael Tomas Fernández Domínguez, Ministro de interior y policía del gobierno constitucionalista, el lider revolucionario doctor Juan Miguel Román, alto dirigente del Movimiento Revolucionario 14 de Junio, Euclides Morillo, un importante cuadro del Movimiento Revolucionario 14 de Junio e Illio Capocci entrenador de los hombres ranas, entre otros destacados constitucionalistas.


Un cordón de seguridad aisló las tropas rebeldes en la parte Sur de Santo Domingo, y el Norte fue ocupado por las tropas del CEFA al mando del general Antonio Imbert Barreras, nombrado por los norteamericanos presidente del gobierno de Reconstrucción Nacional y quien dirige con apoyo logístico de los Estados Unidos la “Operación Limpieza” con un costo para los rebeldes de unos 5,000 muertos.

En 15 de junio de 1965 se verifica el ataque de las tropas de Estados Unidos y de la denominada Fuerza Interamericana de Paz (FIP) a las fuerzas constitucionalistas concentradas en ciudad Nueva, en el Sur de la antigua ciudad de Santo Domingo, resistiendo estoicamente los rebeldes. Héctor Aristy, André Riviere, Manolo González, Pichirilo Mejía, Fafa Táveras, y otros, quienes participan en la resistencia contra los norteamericanos.

Después de varios meses de resistencia, el 31 de agosto de 1965 fue firmado el “Acto Institucional”, y en 11 de septiembre el “Acto de Reconciliación” que pone fin a las hostilidades entre ambos bandos.



Anexo documental:
Discurso del presidente constitucional Francisco Alberto Caamaño durante la entrega del mandato presidencial al pueblo en la Fortaleza Ozama en septiembre de 1965




Señores miembros del Congreso Nacional
Pueblo dominicano:
Porque me dio el pueblo el poder, al pueblo vengo a devolver lo que le pertenece. Ningún poder es legítimo si no es otorgado por el pueblo, cuya voluntad soberana es fuente de todo mandato público. El 3 de mayo de 1965, el Congreso Nacional me honró eligiéndome Presidente Constitucional de la República Dominicana. Solamente así podía aceptar tan alto cargo, porque siempre he creído que el derecho a gobernar no puede emanar de nadie más que no sea del pueblo mismo.
Bien legítimo era ese derecho, forjado por nuestras grandes mayorías nacionales en las elecciones más puras de toda nuestra historia, y depositado en mis manos en momentos en que el pueblo dominicano se batía, a sangre y fuego, para reconquistar sus instituciones democráticas. Estas instituciones, surgidas de la consulta electoral del 20 de diciembre de 1962, fueron devoradas por la infamia y la ambición de una minoría que siempre ha despreciado la voluntad popular.
Los dominicanos se batían a sangre y fuego, porque esa minoría le arrebató sus libertades el 25 de septiembre de 1963. Esa minoría es la misma que siempre ha robado, encarcelado, deportado y asesinado a nuestro pueblo. Y esa minoría, representada por el Triunvirato que presidió Donald Reid, se llegó a creer que este país le pertenecía y que sus habitantes eran sus esclavos.
Todos esos vicios y errores significaban mayores dolores y miseria para el pueblo. La vida se hacía insoportable. Ni una sola esperanza cabía en el alma de los dominicanos mientras se mantuvieran gobernando los usurpadores del poder. Para que renaciera esa esperanza se hacía necesario volver al gobierno libremente electo, es decir, a la democracia de la Constitución de 1963. Todo indicaba que la minoría gobernante, que pensaba y actuaba como propietaria de la nación, permanecería en el poder aún en contra de los más vivos reclamos populares, orientados hacia el rescate del régimen democrático.
La rebelión armada contra la ilegitimidad de su mando se convirtió entonces en una imperiosa necesidad social. Fruto de esa necesidad, y de la determinación de los dominicanos a ser libres, sin importarles la cuantía del precio, estalla el glorioso movimiento 24 de abril.
Ese Movimiento, inspirado en el más noble espíritu democrático, no era un cuartelazo más. Razón tenía el profesor Juan Bosch cuando dijo, desde su obligado exilio en Puerto Rico, que los dominicanos estábamos librando una revolución social. Así era porque los sectores democráticos del pueblo, tras mucho sufrimiento y mayores frustraciones, habían tomado profunda conciencia de su papel histórico y, hermanados con los militares que respetamos el juramento de defender la majestad de las leyes, se lanzaron a la calle en busca de su libertad perdida.
Heroicamente, con más fe que armas, y con enorme caudal de dignidad, el pueblo dominicano abría de par en par las puertas de la Historia para construir su futuro. Hondas, muy profundas eran las raíces de esa lucha. Desde la Independencia, desde la Restauración, caminaba el pueblo muriendo y venciendo tras su derecho a ser libre. El 24 de abril era un paso gigantesco hacia la construcción de ese derecho y hacia la democracia que lo consagra plenamente.
Los enemigos del pueblo, aquellos que por encima de los intereses de la Patria colocan sus propios intereses en un vano empeño por mantenerse en el poder, hacían correr, como ríos, la sangre generosa. Pero sobre nuestros muertos, nos levantamos siempre con mayor fuerza. La Revolución avanzaba triunfante. América entera miraba con admiración hacia esta tierra, esperando ansiosa nuestro triunfo, porque en él veía una victoria de la democracia sobre las minorías opresoras que azotan, como plagas, todo el Continente Americano.
Desgraciadamente, el 28 de abril, cuatro días después de iniciada la Revolución, cuando la libertad renacía vencedora, cuando todo un pueblo se volcaba fervorosamente hacia el encuentro con la democracia, el Gobierno de los Estados Unidos de América, violando la soberanía de nuestro Estado Independiente, y burlando los principios fundamentales que sostienen la convivencia internacional, invadió y ocupó militarmente nuestro suelo.
¿Qué derecho podían invocar los gobernantes norteamericanos para atropellar así la libertad de un pueblo soberano? ¡Ninguno! Se hacían culpables de un gravísimo delito, que atentaba contra nuestra nación. Contra América y contra el resto del mundo. El principio de No Intervención, base fundamental de las relaciones entre los pueblos civilizados, fue tan brutalmente desconocido que aún se escucha por toda la vastedad del planeta el eco de la más dura repulsa contra los invasores.
En este continente de hermanos, al lado del clamor de los Gobiernos de Chile, Uruguay, México, Perú y Ecuador, que encauzaron su actuación internacional haciendo honor al sentimiento de fraternidad continental de sus respectivos pueblos, se escucha así mismo, en defensa de la No Intervención y de la soberanía de nuestro país, la vibrante y solidaria protesta de millones de latinoamericanos indignados.
La humillación que el gobierno de los Estados Unidos de América del Norte hacía sufrir a la República Dominicana, militarmente invadida, significa también una dolorosa humillación para toda América. ¿Qué normas, qué principios pueden servir a las naciones americanas para hacer valer su vocación y su derecho a la independencia, cuando los gobernantes norteamericanos decidan, con vanas excusas y apoyados en la fuerza de sus cañones, imponerles su destino político? ¿A dónde ir a reclamar para que reconozca el derecho de un pueblo a ser independiente y dueño de su propia vida? ¿Qué organismos, qué instituciones serán capaces de defender esos derechos y de alentar a los pueblos a ejercerlos, sin temor a la intrusión de los que se han erigido en árbitros de la determinación ajena?
Para desgracia de la República Dominicana y para desgracia de América, la Organización de Estados Americanos, en vez de asumir la defensa de nuestra soberanía, en vez de sancionar severamente la intervención militar para hacer de este modo honor a los principios que dice sustentar, no sólo se colocó de espaldas a su propia Carta Constitutiva, sino que también empujó, aún más, el puñal que hoy se clava en el corazón de nuestra patria.
Cuatro días después de la intervención militar norteamericana, la Organización de Estados Americanos decidió que se hiciera «todo lo posible para procurar el restablecimiento de la paz y la normalidad en la República Dominicana». En el texto de la Resolución que expresa lo citado nada se decía acerca de la violación de nuestra soberanía. ¡Nada! Ni una sola palabra hace referencia al monstruoso crimen del 28 de abril de 1965, que por largo tiempo conmoverá a los frágiles cimientos del orden jurídico interamericano. Todo lo contrario. La Organización de Estados Americanos se empeñaba entonces, ignorando y torciendo los principios, en justificar y validar la intervención militar norteamericana. Y así creyó hacerlo creando la Fuerza Interamericana. La Resolución que consagra esa funesta medida, registrada como Documento Rec.2 de la Décima Reunión de Consulta de Ministros Americanos, revela muy a las claras la actitud del organismo regional a ese respecto. En efecto, en ella se lee lo siguiente: «Que la integración de una Fuerza Interamericana significará, ipso facto, la transformación de las fuerzas presentes en territorio dominicano en otra fuerza que no será de un Estado sino de un organismo inter-estatal...»
¡Transformación! He ahí la palabra que delata la convivencia de la Organización de Estados Americanos con los invasores. Se transformaban los «marines» en Fuerza Interamericana. Aquello fue la institucionalización del delito político como norma de las relaciones internacionales de nuestro continente.
La intervención norteamericana vino, pues, a detener el triunfo de la democracia dominicana y a apuntalar a la minoría que le niega y le disputa sus derechos a nuestros pueblos. Tras el llamado Gobierno de Reconstrucción Nacional, obra de los funcionarios de la intervención extranjera, se echó al desprecio al pueblo, se fortaleció la corrupción, y el crimen se extendió por todo el país.
A pesar de la frustración momentánea que en esos trágicos días sufriera la Revolución, el Gobierno Constitucional decidió defender sus derechos. Naturalmente, ante la violencia y la fuerza del poderío norteamericano, representado por más de 40 000 soldados, ya no era posible el triunfo armado del movimiento democrático dominicano. Tuvimos que negociar con los invasores a fin de conservar parte del tesoro de democracia que habíamos comenzado a crear.
En la mes de negociaciones defendimos siempre los principios. Si abandonamos algunas de las conquistas por las que el pueblo dominicano se lanzó a la lucha, no se debió a que los negociadores de la Organización de Estados Americanos trajeran proposiciones de un mayor contenido democrático que el perseguido en nuestros objetivos iniciales. Cedimos solamente ante la realidad que nos imponía la intervención americana. El corredor que las tropas extranjeras establecieron, arbitraria e injustificadamente, dividiendo la ciudad en dos, no tuvo otra razón que la de evitar que nuestra lucha se extendiera, desde esta gloriosa ciudad, hacia todo el resto del país.
Las ansias democráticas habían hecho vibrar la República entera. La causa que con las armas en las manos defendía el pueblo de Santo Domingo era la causa nacional. Esta ciudad cuatro veces centenaria fue la vanguardia, y desde ella nos lanzamos, triunfantes contra los opresores criollos. Se vislumbraba ya la victoria de las armas democráticas, y cuando estábamos a punto de lograrla plenamente, Estados Unidos de América se interpone, invadiéndonos para salvaguardar los peores intereses y las más ruines ambiciones.
Fue entonces cuando tuvimos que ceder en algunos de nuestros objetivos, porque no podíamos vencer con las armas. Pero a pesar de toda la fuerza y de toda la violencia del poderío militar norteamericano, no cedimos por temor o por miedo a ser vencidos. Testigo es el mundo de la lucha que libramos, del coraje y la valentía de ese pueblo en el terreno del honor y en el campo de batalla.
Oportuno es que me detenga aquí para rendir homenaje a los héroes que entregaron sus vidas luchando por la democracia y la soberanía nacionales. Ese Combatiente Desconocido, que reposa en esta Plaza de la Constitución, es el símbolo del sacrificio y del amor de los dominicanos por su libertad. Como él, murieron miles. De ese semillero de héroes crecerá vigoroso el futuro de la patria. Porque héroes son los que dieron la vida tratando de evitar que se creara el corredor internacional que detuvo nuestra marcha victoriosa. Porque héroes son los que, con piedras en las manos, detuvieron los tanques de acero en el Puente Duarte. Héroes son los que defendieron hasta el último aliento la Zona Norte de la ciudad; héroes son los que recibieron, impávidos, los ataques aéreos al Palacio Nacional; héroes los que durante los días 15 y 16 de junio recibieron valientemente la metralla extranjera; héroes los del 29 de agosto; héroes también los que han muerto en todos nuestros frentes, en campos y ciudades defendiendo la integridad nacional.
Nunca tal vez en la vida de los dominicanos se había luchado con tanta tenacidad contra un enemigo tan superior en número y en armas. Luchamos, sí, con bravura de leyenda, porque íbamos desbrozando con la razón el camino de la Historia.
No pudimos vencer, pero tampoco pudimos ser vencidos. La verdad auspiciada por nuestra causa fue la mayor fuerza y el mayor aliento para resistir. ¡Y resistimos! Ese es nuestro triunfo porque sin la tenaz resistencia que opusimos, hoy no pudiéramos ufanarnos de los objetivos logrados.
Nosotros cedimos, es cierto, pero ellos, los invasores que vinieron a impedir nuestra revolución, a destruir nuestra causa tuvieron que ceder también ante el espíritu revolucionario de nuestro pueblo.
Ahí están, hablando por sí solas, las conquistas alcanzadas y que constan, engrandecidas por la sangre de los caídos, en el Acta Institucional y en el Acta de Reconciliación Dominicana. Se nos han reconocido múltiples derechos económicos y sociales. Hemos logrado la fijación de elecciones libres a breve plazo. Hemos conquistado las libertades públicas, el respeto a los derechos humanos; el regreso de los exiliados políticos, el derecho de todo dominicano a vivir en su patria sin temor a ser deportado. Pero, por encima de todo, hemos logrado una conquista inapreciable, de fecundas proyecciones futuras: ¡La conciencia democrática! Conciencia contra el golpismo, contra la corrupción administrativa, contra el nepotismo, contra la explotación y contra el intervencionismo. Hemos conquistado conciencia de nuestro propio destino histórico. En suma, conciencia del pueblo en su fuerza, que si el 24 de Abril le sirvió para derrotar a las oligarquías civil y militar, hoy, nutrida por esa maravillosa experiencia y esta lucha asombrosa le permitirá forjar, en la paz o en la guerra, su libertad y su independencia. ¡Despertó el pueblo porque despertó su conciencia!
Esos son los logros de esta revolución. No solamente nuestros, sino también de América. Los principios que aquí han sido defendidos son los mismos que hoy conmueven a todas sus naciones. Cuando los pueblos situados al sur del Río Bravo expresaban su solidaridad con nuestra lucha, junto al estímulo fraternal iban también, profundamente unidas, sus más caras e íntimas aspiraciones. Desde México hasta Argentina la democracia es el sueño de millones de hombres que quieren convertir en realidad. Sueño de paz creadora, de paz y libertad decorosa. Pero ese bello sueño es turbado, hasta convertirse en pesadilla, por la codicia y la explotación de minorías ajenas al noble ideal de la convivencia humana.
Si algún mérito me cabe por haber participado preeminentemente en esta revolución democrática, gracias al honroso mandato presidencial que me otorgara el Honorable Congreso Nacional, no es otro que el de haber comprendido esa dolorosa realidad de nuestro pueblo, y haber luchado ardientemente por tratar de transformarla en un porvenir cargado de esperanzas.
Creo firmemente que el pueblo dominicano terminará por lograr su felicidad, y el 24 de Abril será siempre un símbolo estimulante hacia la consecución definitiva de ella. Es nuestra obligación, como defensores de la democracia, abonar la siembra generosa que comenzó en esa fecha inmortal. Pero abonarla con entusiasmo creciente, con todo el espíritu, sin vacilaciones, sin descanso. El mejor modo de hacerlo está en la unidad de todos nosotros, en la vigilancia de todos nosotros, dispuestos mañana, como lo hemos estado hoy, a correr todos los riesgos en defensa de la democracia dominicana y del honor nacional.
Ante el pueblo dominicano, ante sus dignos representantes que aquí encarnan el Honorable Congreso Nacional, renuncio como Presidente Constitucional de la República. Dios quiera y el pueblo pueda lograrlo, que esta sea la última vez en nuestra historia que un Gobierno legítimo tenga que abandonar el poder bajo la presión de fuerzas nacionales o extranjeras. Yo tengo fe en que así será.
Finalmente, invito al pueblo aquí reunido a hacer el siguiente juramento:
En nombre de los ideales de los Trinitarios y restauradores que forjaron la República Dominicana.
Inspirados en el sacrificio generoso de nuestros hermanos civiles y militares caídos en la lucha constitucionalista.
Interpretando los sentimientos del pueblo dominicano.
Juramos luchar por la retirada de las tropas extranjeras que se encuentran en el territorio de nuestro país.
Juramos luchar por la vigencia de las libertades democráticas y los derechos humanos y no permitir intento alguno para restablecer la tiranía.
Juramos luchar por la unión de todos los sectores patrióticos para hacer a nuestra nación plenamente libre, plenamente soberana, plenamente democrática.
Francisco Caamaño
Tomado de:
Caamaño, Hugo Ríus Blein y Ricardo Sáenz Padrón, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1984.