Monday, June 17, 2013

INDEPENDENCIA DE LA REPÚBLICA DE ARGENTINA

NOTIHISTORIADOMINICANA
Por:  FRANCISCO M. BERROA UBIERA
HISTORIADOR

GENERAL JOSE FRANCISCO DE SAN MARTÍN

El territorio Argentino, que constituía parte integrante del Virreinato del Río de la Plata, creado en 8 de agosto de 1776, como el último de los virreinatos españoles de América, constituyó la primera creación de un cuerpo político en el cono Sur de Hispano-américa.
El virreinato ejercía su jurisdicción sobre Buenos Aires, Tucumán, y Paraguay, aunque luego se agregaron las jurisdicciones peruanas de la Audiencia de Charcas, y del Corregimiento de Cuyo que fue separado de Chile.
Cuando se produce la reforma de Intendentes (1782-1783), existía el virrey de quien dependían los intendentes de provincia con atribuciones de justicia, policía, hacienda y guerra, y quienes tenían como sus dependientes a los Subdelegados.
Unas ocho intendencias se establecen en 1784, y en 1785 se estableció la Audiencia de Buenos Aires.
Las intendencias existentes eran:
1.      Buenos Aires (incluía Santa Fe, Corrientes, y los territorios de Uruguay);
2.      Córdoba de Tucumán (incluía Córdoba, Mendoza, La Rioja, San Juan y San Luis);
3.      La Rioja;
4.      Mendoza;
5.      San Juan;
6.      Salta de Tucumán del Paraguay (Incluía Salta, Santiago del Estero, Catamarca, San Miguel de Tucumán, y Jujuy),;
7.      Potosí;
8.      Cochabamba;
9.      Chuquisaca, y,
10.   La Paz.
Por su extensión territorial, este virreinato era enorme, y sumaba unos cinco millones (5,000,000) de kilómetros cuadrados, disponiendo de salida al Pacífico por la intendencia de Potosí (Bolivia), y de un extenso litoral Atlántico, que abarcaba desde Carmen de Patagones hasta la Tierra del Fuego y las Malvinas.
Su población era de casi 1.5 millones de habitantes, organizados en las siguientes jurisdicciones: Buenos Aires y su Campaña con 95,000 habitantes; Santa Fe y su campaña con 12,500 habitantes; Córdoba y su campaña con 60,000 habitantes, Entre Ríos y su campaña con 16,000 habitantes, Corrientes con 12,770; Salta contaba 26,270; San Miguel con 35,900; Santiago de Estero contenía una población de 40,500; Catamarca con 24,300; Jujuy con 12,278; Mendoza con 21,492; San Juan con 22,220; San Luis con 16,242; La Rioja con 12,619; Charcas con 150,073; Potosí con 216,871; La Paz con 108,337; Cochabamba con 178,774; Puno tenía 124,000; Paraguay 100,000; Montevideo 60,000, y Misiones, Moxos y Chiquitos, juntos 100,000, para un gran total de 1,446,646 en 1797.
De esta población el grupo blanco representa el 20 por ciento del total -y de ellos un 5 por ciento eran peninsulares, el resto, 95 por ciento criollos-.  El 80 por ciento de esta población eran indios y mestizos.  El grupo Alto peruano representa el 80 por ciento de la población total, y de ellos, el 70 por ciento eran indios.
El virreinato contaba con una burguesía activa y capaz que incluía comerciantes, hacendados, profesionales, propietarios, y altos empleados del gobierno; también, militares de alta graduación, grupos industriales y publicistas.
Aparte de la clase urbana burguesa existía una clase rural formada de arrendatarios o aparceros o medieros, de troperos y de peones, contando la sociedad con sus vagos, cuatreros, matreros, y los denominados mestizos de gaviderios.
Para garantizar su defensa existían varios cuerpos militares compuestos por los húsares, patricios y arribeños, y milicianos, entre otros cuerpos auxiliares.
En 12 de octubre de 1778 el territorio puso en vigor un Reglamento de Comercio Libre entre España y América.  Posteriormente, de 1780 a 1781 se verifica en sus territorios la rebelión de Tupac Amaru.  Argentina sufrirá en 1788 los cambios que a nivel interno suceden a la muerte de Carlos III, sustituido por Carlos IV.  A partir de 1789 las noticias de la revolución francesa llegan a sus costas.
La lucha por la independencia de este país se inicia cuando la flota inglesa realiza la ocupación de la ciudad de Buenos Aires (27 de junio de 1806), lo cual determinará que el virrey Sobremonte busque refugio en Córdoba.  Casi de inmediato el criollo Santiago de Liniers se puso al mando de las fuerzas militares de la ciudad de Buenos Aires derrotando a los invasores, recuperando el control de la ciudad en 12 de agosto de 1806 tras la capitulación de Beresford, y por recomendación del Cabildo fue Liniers nombrado virrey interino por la Corona en sustitución de Sobremonte, teniendo el mando de las armas desde el 14 de agosto de 1806.
Una nueva tentativa de invasión inglesa se produce en 28 de febrero de 1807, pero la defensa de Buenos Aires recayó en manos del don Martín de Alzaga.
Los ingleses, envanecidos en el mar por su triunfo en Trafalgar (1805), atacan y toman el control de Montevideo y Colonia en febrero de 1807, y en 5 de julio hacen una nueva tentativa de tomar el control de Buenos Aires, sin embargo, la nueva invasión inglesa que se perpetraba, disponía de un ejército mucho más poderoso procedente de Montevideo, en la actual República de Uruguay, y aparentemente perseguía incursionar a Chile, y Río de la Plata, siendo de nuevo rechazados los infantes británicos y su jefe John Whiteloke por don Martín de Alzaga.
Los criollos, conscientes de su poderío militar y de su autonomía comercial decidieron establecer un Cabildo Abierto en mayo de 1808, creando una Junta Provincial y declarándose partidarios de Fernando VII, cuando conocieron sobre la formación de la Junta de Sevilla.
Con la llegada de don José Manuel de Goyeneche a Montevideo en 8 de agosto de 1808 vinieron las primeras instrucciones de la Junta de Sevilla a los patriotas bonarenses.  En 21 de septiembre de 1808 se constituye la primera Junta de América en suelo Rioplatense: la Junta de Montevideo.
Desde Brasil la infanta Carlota Joaquina, esposa del Príncipe Regente Juan, y hermana de Fernando VII, aprovecha la confusión existente para lanzar la idea de considerar las tierras americanas como parte del reino de Portugal "en depósito".
El 10 de febrero de 1809 Santiago Liniers fue suspendido sus funciones de virrey del Río de la Plata por la Junta General del Virreinato, siendo sustituido por un nuevo virrey: Cisneros, de profunda adicción al monarca Carlos IV y a su ministro don Manuel Godoy, Príncipe de la Paz y Favorito de la Reina.  Cisneros llegó a Buenos Aires en 30 de julio de 1809, y poco tiempo después tomaba la medida de abrir el puerto de la ciudad al comercio con los ingleses (noviembre de 1809).
Para esta época en Río de la Plata primaban tres posiciones: 1) la de los europeos, opuestos a Napoleón, independentistas y juntistas; y, 2) la de los carlotistas o regentistas, en cierta medida separatistas o independizantes; y, 3) la de los que querían conservar la dependencia de España, aunque estuviese dominada por Napoleón o por otro cualquiera.
El año de 1810 es un año decisivo en la historia de Argentina.  El Cabildo abierto de Buenos Aires se instala en 22 de mayo de 1810; la Junta bajo la presidencia del virrey Cisneros se instala en 24 de mayo, aunque éste renuncia, y fue en 25 de mayo de 1810 cuando la Audiencia toma el control de la situación, y fue cuando después de múltiples disensiones salió a la luz la Junta de Gobierno, primer órgano autonómico de la provincia rioplatense, es decir, la primera Junta Patria, con don Pedro Domingo Murillo como presidente, siendo su secretario, Mariano Moreno, quien expulsó al virrey y a los realistas, fusilando a don Santiago Liniers, el marqués de Sassenay, partidario de los realistas y alzado en armas en Córdoba contra el nuevo gobierno.  A esta Junta perteneció Belgrano.
La nueva Junta fue la expresión de los acuerdos de varios sectores sociales, una conjunción de pareceres distintos y de tendencias convergentes, que se unieron aquel memorable día para dar inicio a un interesante y pionero proceso de lucha independentista que se caracterizó por ser también un proyecto revolucionario heterogéneo con influencia de la ilustración, y que como todo proceso de su naturaleza tuvo sus marchas y contramarchas, sus avances y retrocesos, y sus propias limitaciones.
Una proclama de la Junta dice: "Ya es tiempo, en fin, de levantar el estandarte de la libertad en estas desgraciadas colonias, adquiridas sin el menor título y conservadas con la mayor injusticia y tiranía...".[1]
De acuerdo con el denominado plan Matheu (peninsular), la "forma del gobierno" sería la propia de un gobierno democrático y estaría compuesto por siete individuos y dos secretarios que serían renovados cada cinco años para el nombramiento del nuevo gobierno por los diputados de ciudades y villlas; se contemplaba la eliminación de los títulos de nobleza y que para ser electo se requería de la condición de ser nativo, es decir, criollo, con cuatro años de casado, y si se era extranjero, se debía haber residido por 30 años como "vecino".
Además, la Junta enfrentó en el plano externo a Inglaterra, al eje Portugal-Brasil, y a Francia, y en el plano interno al virrey a y los miembros de la audiencia.
Moreno trató por todos los medios a su alcance de incorporar a la Junta y a su proyecto independentista a la Banda Oriental (Uruguay) y Paraguay, pero Montevideo manifestó su disidencia a la Junta desde bien temprano.
El general Manuel Belgrano, comandando el ejército del Norte, intentó anexionar por la fuerza el Alto Perú, siendo derrotado al enfrentarse a los realistas peruanos en Tucumán Y Salta.
La Junta procuró la publicación de el periódico la Gazeta de Buenos Aires en medio de las luchas por el poder que se manifestaban entre los partidarios de la regencia y los de la Junta.
Sobre la Junta, se debe aclarar que poco después de la victoria de Suipacha (6 de noviembre de 1810), había una principal o junta grande (que se constituyó en 18 de diciembre de 1810), y que existían las juntas provinciales o subalternas, cada una compuesta de tres vocales.
Cuando se presenta la situación del virreinato del Río de la Plata en 25 de mayo de 1810, Abascal se preocupa en el Perú, y decide incorporar las cuatro intendencias altoperuanas al Virreinato del Perú, lo cual justificará luego las acciones militares de los argentinos, y de manera especial de San Martín, contra este virreinato y sus territorios.
Las derrotas sufridas por Belgrano en Paraguarí y Tacuarí entre enero y marzo de 1811, y la derrota de Haqui (20 de junio de 1811), no impiden el desarrollo de las actividades independentistas, decidiendo las fuerzas revolucionarias organizar un Triunvirato en 22 de septiembre de 1811; aunque en 23 de diciembre de 1811 se constituyó un nuevo Triunvirato formado por Chiclana, Paso, y Manuel Sarratea que creó un Estatuto Provisional.
En Buenos Aires existía una verdadera oposición entre porteños y provincianos.  El segundo Triunvirato sería ejercido por el coronel José de San Martín, el Alférez Carlos de Alvear y por José Zapiola a partir del 8 de octubre de 1812, tanto Alvear como San Martín, y otros oficiales criollos del ejército español habían regresado de Europa en 9 de marzo de 1812.
El general Manuel Belgrano fue designado General en jefe del Ejército por el Triunvirato.  Una bandera (escarapela), fue sugerida por el general Belgrano al Triunvirato que contenía en su diseño los colores azul celeste y blanco.
Un proyecto de constitución será sancionado por los asambleístas argentinos en 31 de enero de 1813, tomándose en cuenta la constitución de Cádiz del 19 de marzo de 1812.
Durante todo el proceso de lucha independentista comprendido entre 1808 a 1812 es notoria la influencia de la masonería, y en cuanto a los reclamos de los revolucionarios rioplatenses se pueden resumir en los siguientes puntos:
1) reconocimiento de los derechos políticos y sociales;
2) que se pusiera fin a las arbitrariedades y abusos;
3) poner término a la corruptela administrativa;
4) libre acceso de las personas a todos los cargos públicos;
5) garantía de la libertad de comercio; libertad de palabra, de imprenta y de circulación;
7) la reforma de la administración pública.
Las Provincias Unidas del Río de la Plata se constituyeron en 1813, celebrándose en abril de ese mismo año el "Congreso de las tres cruces".
Restablecido en la península el reinado de Fernando VII, éste restablece la monarquía a la vez que desconoce la constitución de Cádiz, pero para entonces el camino de Argentina estaba abierto.  Incluso, los jefes militares para poder desarrollar sus actividades se vieron forzados a levantar empréstitos en las ciudades por ellos tomadas, y tal fue el caso de Rioja, Salta, Tucumán, Jujuy y Catamarca, en donde se levantó uno por 200,000 pesos; en la ciudad de Mendoza San Martín impuso otro empréstito por la suma de 24,000 pesos.
La primera Asamblea General Constituyente se instala en 31 de enero de 1813, y ese mismo año se producen el combate de San Lorenzo (3 de febrero de 1813) en donde San Martín se impone a los realistas, y la batalla de Salta (20 de febrero de 1813), ganada por Belgrano, y el sitio de Montevideo por Artigas.
Belgrano estuvo vinculado a las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma en octubre-noviembre de 1813.
Poco después de estos triunfos, el Triunvirato Ejecutivo de la Asamblea toma las oportunas medidas contra el tributo, la mita, la Yacona y el yaconazgo, contra las encomiendas, y todo tipo de servicio personal de los indios; asimismo fueron abolidos los mayorazgos y los títulos de nobleza, al igual que los instrumentos de tortura, tomándose la resolución de imprimir dinero de papel y la de acuñar monedas, entre otras medidas administrativas, políticas y sociales.
Las medidas de la asamblea, aparte de estas medidas, se produce la declaración de la abolición, la eliminación de la inquisición, la adopción del escudo o sello de la nación, se escogió la canción patria o himno nacional, y se oficializó la bandera propuesta al triunvirato por el general Belgrano.  Alvear fue juramentado como presidente, y el general José de San Martín fue nombrado jefe del ejército del Norte (1813), siendo sustituido luego por Alvear (1814), produciéndose la toma de Montevideo por parte de Alvear en 20 de junio de ese año.
El comodoro inglés William Bowles refiriéndose a los partidos argentinos, dice que en 1814 eran dos: los carlotistas y los independentistas.  Para esta época las contradicciones entre Alvear y San Martín eran evidentes, por lo cual, cuando Fernando VII regresa al poder en 4 de mayo de 1814, aparte de que desconoce la constitución de Cádiz, sabemos que España firmó un tratado con los ingleses en 5 de julio de 1814 por medio del cual Inglaterra se comprometía con la monarquía española a no dar recursos ni armas a los rebeldes americanos.
Existe una copla arribeña que dice mucho de la Argentina de entonces:
Nuestra vida y nuestros bienes
no los contamos seguros,
porque en trabajo y apuros,
A cada instante nos tienen,
Las Comisiones que vienen
todas con crueldad nos tratan;
vacas, caballos y plata,
todos nos quieren quitar
no nos dejan trabajar
y vienen gritando patria.
Nada queda garantido
desde que patria se dijo
ni cuenta el padre con su hijo
ni la mujer con marido,
Las leyes han abolido
Marcha el hombre a padecer
y lo llevan sin saber
a que fin lo obligan tanto
mientras lloran su quebranto
los hijos y la mujer.[2]
En enero de 1815 Carlos del Alvear (1789-1852), fue proclamado Director Supremo de la revolución argentina, produciéndose en su contra una sublevación en 3 de abril de ese año.
El 24 de marzo de 1816 se reúne el congreso en Tucumán, poco tiempo después sería designado Director Supremo don Juan Martín. de Puerreydón (3 de mayo), y el 9 de julio de 1816 el Congreso rioplatense declaró la independencia de las Provincias Unidas, reafirmando el nombramiento como su Director Supremo a Juan Martín de Pueyrredón.
A su vez, el general José de San Martín[3] se estableció en Mendoza y concibió un plan para liberar del dominio español a Chile, Perú y el Alto Perú.  San Martín triunfa en Chacabuco de Chile en 12 de febrero de 1817; logra la victoria de Maipú, Chile, en 5 de abril de 1818, y una vez liberado Chile presidido por o'Higgins, se establece un pacto entre las Provincias Unidas del Río de la Plata y Chile para liberar al Perú (19 de febrero de 1819).
La constitución Argentina fue sancionada en 22 de abril de 1819.
El 20 de agosto de 1820 zarpa el ejército de San Martín rumbo al Perú, logrando proclamar la independencia de Perú en 28 de julio de 1821.  El encuentro de San Martín y Bolívar se produce en Guayaquil en 26 de julio de 1822.
San Martín viajó desde Buenos Aires a Europa en 10 de agosto de 1824; ese año se logra la victoria de Ayacucho (9 de diciembre de 1824).
Sucre convoca la Asamblea altoperuana en 9 de febrero de 1825, y el 15-16 de mayo Bolivar autoriza la asamblea por medio de un decreto.
Desde Argentina unos 33 oficiales organizan una expedición para liberar Uruguay (11 de abril de 1825), y el 6 de agosto de verifica la independencia de Bolivia.
A fines de 1825 Brasil le declara la guerra a las Provincias Unidas, lo que decide una declaración similar de Buenos Aires en 1ro. de enero de 1826.
Rivadavia llega a la presidencia en febrero de 1826, y gobierna hasta 28 de junio de 1827.
Alvear derrotó a los brasileños en Ituzaingó (20 de febrero de 1827), pero finalmente a Brasil le fue cedida la banda oriental.
En 1831 las islas Malvinas son objeto de una disputa entre Argentina y Estados Unidos.



[1] Edberto Óscar Acevedo: La independencia de Argentina.  Editorial Mapfre, Madrid, 1992, P. 59.
[2] En "Coplas de las guerras por la libertad"
[3] Nació en Yapeyú , pueblo de las Misiones, el 25 de febrero de 1778; pasó a España a los seis años en donde hizo carrera militar, fue parte de la Logia de Cádiz "Sociedad de los caballeros racionales", y de otra en Londres, con la participación de los venezolanos Luis López Méndez, Andrés Bello y otros.  Fue fundador de la Logia Lautaro creada en mayo de 1812, y nacida con el interés de trabajar por la independencia de América.  Se debe tener en cuenta que existía otra logia con ese mismo nombre presidida por don Julián Álvarez.

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