Por: Francisco Berroa Ubiera
Historiador
Fue para aquellos lejanos años del siglo XIX temprano cuando realmente comienza la
preparación de nuestra primera lucha independentista contra España. La segunda se inicia el 16 de agosto de 1963 con el Grito de Capotillo que dio fin a la dominación metro-política que se inicia con la anexión producida por Pedro Santana el 18 de marzo de 1861.Los movimientos proto-independentistas y populares de Monte Cristi, Dajabón, y Beller, en noviembre de 1821, fueron el preludio de la declaración formal de la independencia de la "República Dominicana", hecha originalmente con esa denominación por Charles Harrieux o Carlos Arrieu,[1] aunque dicha denominación nacional-gentilicia se usaría de nuevo en 1844.
Cuando en noviembre de 1821 circulaban los rumores sobre una posible invasión haitiana sobre el Este de Santo Domingo, y era bastante profusa la circulación de hojas fomentando en nuestro territorio el independentismo, impresas en Venezuela o en Haití, correspondió a don José Núñez de Cáceres (nace en Santo Domingo, 14 de marzo de 1772-murió en ciudad Victoria, Estado de Tamaulipas, México, el 12 de septiembre de 1846) el mérito histórico de labrar nuestra primera emancipación auspiciando la rebelión militar, encabezada por él, y contando con el apoyo del oficial mulato criollo del Batallón de pardos y mulatos Pablo Alí, de don Manuel Cavajal, y del capitán Martínez Valdez, acción dirigida contra el colonialismo español encarnado en el gobierno de don Pascual Real, en 30 de noviembre de 1821, proclamando El efímero Estado Independiente de Haití Español (1 de diciembre de 1821-9 de febrero de 1822), en nombre de
Don José Núñez de Cáceres fue el autor de una proclama independentista que consagró el Estado Independiente de Haití Español, es decir, La declaratoria de independencia al pueblo dominicano, y, también de su Acta constitutiva, escribiendo decenas de cartas a funcionarios españoles radicados en Cuba y Puerto Rico, incluyendo sus gobernadores, estimulándolos para que declarasen la independencia de esas dos Islas, en donde el colonialismo español, en opinión de Simón Bolívar -en su carta de Jamaica de fecha 6 de septiembre de 1815 dirigida a Mister Henry Cullen-, consideraba que en: "Las islas de Puerto Rico y Cuba son las que más tranquilamente poseen los españoles".[2]
El verdadero propósito de don
José Núñez de Cáceres era crear una Confederación de naciones antillanas, sin
embargo, contra su ansiado proyecto se precipitó una grosera invasión de los
vecinos haitianos que se prolongó por 22 años, por lo cual, después de pasar 43
días en el gobierno, vencido por la fuerza de los hechos, el patricio criollo
abandonó nuestro territorio en 1823, dirigiéndose hacia Venezuela acompañado de
su familia, radicando allí su domicilio y sumándose a las filas del caudillo
llanero don José Antonio Páez para actuar contra El Libertador, permaneciendo
cinco años en Venezuela; se traslada a México en 1827, fijando residencia en
ciudad Victoria, Estado de Tamaulipas, ejerciendo allí su profesión de abogado,
siendo luego Fiscal de la Corte Suprema.
Allí fue condecorado y nombrado "Ciudadano Benemérito" del Estado, Senador Honorífico, y
Tesorero de Hacienda Pública.
[1] Proclama
de Carlos Arrieu, Academia Dominicana de la Historia , Vol. XXXIII. Emilio Rodríguez Demorizi, Santo Domingo y la Gran Colombia ,
Bolívar y Núñez de Cáceres, Santo Domingo, 1971, pp. 141-142.
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