Wednesday, January 23, 2013

LA RESISTENCIA ANTI-TRUJILLISTA EN EL EXTERIOR

NOTIHISTORIADOMINICANA

POR: Francisco  Berroa Ubiera
Historiador


La resistencia al dictador en el exterior.  Con el fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-1944), para detener la influencia comunista soviética en Europa occidental los Estados Unidos implementaron el plan Marshall, un plan de cooperación militar y asistencia mutua propuesto por el general George Marshall, Canciller de Estados Unidos desde 1947, iniciándose simultáneamente la guerra fría y la lucha anticomunista a nivel global.
Mientras algunos dominicanos se aglutinan contra el dictador en varios países de Hispano-américa, en la República Dominicana, cierta intelectualidad carente de principios se aglutina en torno al dictador, fundándose el llamado Instituto Trujilloniano; estos legitimaron el régimen de terror y fomentaron el hispanismo cristiano como una nueva ideología al servicio de la satrapía.
Tentativa expedicionaria de Cayo Confites.  Uno de los movimientos de mayor relevancia fue el intento expedicionario de Cayo Confites en 1947.  Esta fue una empresa libertadora auspiciada por el general Juan Rodríguez García (a) Juancito, nativo de la Vega y rico propietario que llegó a Cuba con aproximadamente $700,000 dólares para organizar una expedición contra Trujillo contando con el apoyo de los opositores al dictador radicados en Cuba; colaboraron con el proyecto el presidente cubano Grau de San Martin vía el Ministro de Educación José Manuel Alemán; el presidente de Guatemala Juan José Arévalo; el presidente de Haití Elie Lescot con un aporte de US$25,000.00; el presidente de Venezuela Rómulo Betancourt, quien aportó unos US$500,000.00 en 1945, y luego hizo otros aportes, incluyendo que envió a Dubock a Cuba; contaron además con el apoyo del senador cubano Eddy Chibas, y, de los terratenientes dominicanos José del Carmen Ramírez (a) Carmito -de San Juan-, Israel Álvarez y José Manuel Jiménez; entre otros.
Sobre las armas, se obtuvieron 1,500 fusiles, 50 ametralladoras, 1,000 granadas, morteros, granadas de morteros, y varios aviones: un Douglas DC-3 comprado en US$12,000.00; un AT-3, un Cessna de dos motores; P-38, P-40, seis B-25, y un Libertador inglés; además, los barcos Berta, Aurora, El Fantasma o Máximo Gómez, y la goleta La Victoria, incluyendo armamento ligero y semi-pesado.
El Comité Central Revolucionario constituido en Cuba para invadir el territorio dominicano lo integraban los señores: Juan Rodríguez García, Presidente, Ángel Morales -quien enfermó-, Juan Isidro Jimenes Grullón, Juan Bosch y Leovigildo Cuello, quienes sostuvieron algunas reuniones con Grau San Martín, presidente de Cuba, quien les facilitó cerca de un millón de dólares.  Fue organizada una Brigada Internacional para realizar esta invasión la cual estaba compuesta por hombres de diversos países de América Latina y de los Estados Unidos.
En esta tentativa de excursión armada participarían hombres de varios países del continente, entre ellos cubanos, venezolanos, centroamericanos de todas las naciones, etc., y claro, los dominicanos; aglutinados todos en el denominado Ejército de Liberación Americano, quienes se hallaban militarmente organizados en batallones y en pelotones.
Originalmente el movimiento se articula con los líderes del Partido Revolucionario Dominicano (P.R.D.), y con las personas vinculadas al Comité Revolucionario para la Liberación de Santo Domingo fundado por el cubano don Félix Rodríguez del Prado y su numerosa familia; la familia Chamá-Fetué, etc.;  El cuartel de operaciones funcionaba en el hotel San Luis de La Habana propiedad de Cruz Alonso, sin embargo los primeros entrenamientos militares se realizan en la Escuela Politécnica "Los Combatientes" de Holguín cuyas facilidades fueron ofrecidas por Alfredo Yabur y otros cubanos para realizar el entrenamiento de 1,000 hombres uniformados militarmente y con fusiles modernos.
Los rebeldes entrenaron por varios meses en el cayo Confites para lanzar su ataque con eficiencia y capacidad militar; entre julio-agosto de 1947 Trujillo conocía detalles de la conspiración de Cayo Confites debido a la labor de los servicios de inteligencia en el exterior, especialmente por las informaciones obtenidas en Cuba y en los Estados Unidos por el periodista Morrison y el agente Kempuss. 
Tan pronto se enteró de los preparativos que hacían los insurgentes en la hermana Gran Antillla Trujillo inicia una campaña de prensa y propaganda contra los Estados Unidos y contra el Presidente cubano Grau San Martín.
Los jefes principales del movimiento eran el general Juan Rodríguez y el señor Feliciano Maderne, quienes fueron engañados por los cubanos, especialmente por el jefe del ejército cubano Genovevo Pérez Dámera, supuesto amigo de Juan Bosch, y a quien Trujillo hizo cambiar de actitud después de un viaje realizado por éste a Washington, Estados Unidos, el 15 de septiembre de 1947, recibiendo en esta ocasión una fuerte suma de dinero entregada por los señores Manuel de Moya Alonso y Arturo Despradel, el primero Dandy, y amigo íntimo, de intimidad absoluta de Trujillo, y, el segundo agente del dictador.
Los dominicanos y otros internacionalistas se organizaron en cinco batallones: Máximo Gómez, Guiteras -comandado por Daniel Martin-, Sandino -dirigido por Rolando Masferrer-, José María Cabral y Luperón, los cuales iban a ser disueltos cuando los señores Masferrer, Horacio Rodríguez, Maderne, Liz, Bosch, Calderón y otros intentaron agilizar la operación de salida.
Antes de que los revolucionarios pudieran articular un plan de acción eficaz, el ejército cubano dirigido por el general Genovevo Pérez Dámera atacó la finca La América y se apoderó de un arsenal, incluyendo los aviones a utilizarse; también fue requisado el hotel Sevilla de La Habana en cuyas facilidades de hallaban instaladas las oficinas del movimiento, en donde fueron ocupados por las autoridades importantes documentos.  Para Almoina, "Cayo Confites fue un cebo que le permitió a Trujillo eliminar a muchos que le eran desafectos".[1]
Los expedicionarios contaron con el apoyo de el Comodoro Águila Ruiz, de la Marina de Guerra de Cuba, quien se opuso al general Pérez Dámera, y permitió la salida de los barcos el 16 de septiembre de 1947, los cuales navegaron merodeando la costa cubana hacía el Este, pasando por los cayos Santa María, Winchos, Santa Clara, etc.., hasta el ser "frenados" por la aviación del Ejército y por tres fragatas de la Marina Cubana el 26 de septiembre; y, el 28 de septiembre los expedicionarios fueron obligados a retornar forzosamente a Cuba, y el día 30 se septiembre anclaron en la bahía de Nipe.
Los jóvenes combatientes internacionalistas fueron concentrados en la prisión de Columbia en número de 800 (el 50 por ciento dominicanos y el resto cubanos, venezolanos, centroamericanos, etc.); el profesor Juan Bosch casi de inmediato inició una huelga de hambre hasta que su amigo el general Genovevo Pérez Dámera le visitó, prometiéndole liberar los prisioneros de Columbia; a mediados de octubre de 1947 Bosch marcha a México.
Los miembros del Comité Central Revolucionario, los señores Licenciado Ángel Morales -quien se había desempeñado como Secretario de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Vicini Burgos (1922-1924), fue compañero de boleta de Federico Velázquez en 1924, y luego en 1930, Titular de Gobernación, Ministro en París, Suiza, Italia, y Bélgica, y Embajador en Washington durante el régimen de Horacio Vásquez-, Presidente, Doctor Leovigildo Cuello, Vicepresidente, y el Doctor Juan Isidro Jimenes Grullón, Miembro, hicieron una declaración en 30 de septiembre de 1947.
Entre los más distinguidos expedicionarios se encontraban: aparte de los directivos mencionados, Ramón Quezada (a) Mongo, Fidel Castro Ruz -entonces Presidente del Comité Pro Democracia Dominicana y teniente de un pelotón, siendo apenas estudiante de derecho-, José Luis Wanguemert, Matías Vega, coronel Miguel A. Ramírez, Ramón Mejía del Castillo (a) Pichirilo -luego timonel del Yate Gramma en 1956, y combatiente revolucionario asesinado con vileza y cobardía tras la Guerra de Santo Domingo de abril de 1965-, Rolando Masferrer, Daniel Martin, el capitán Sherwood, el doctor Eduardo Corona, Enrique Rodríguez Beheches, Manolo Castro, Cotubanamá y Francisco Henríquez, Horacio Julio Ornes Coiscou, Ángel Miolán, Jorge Ribas Monte y Amado Soler -ambos fueron luego fusilados por Somoza-, Manuel Calderón Hernández, y los médicos Francisco Canto, Toribio Bencosme, Carlos León Pumarol, y Kinsley.[2]  Una lista más detallada de los participantes se encuentra en la parte in fine del libro de José Diego Grullón: Cayo Confites, la revolución traicionada, Santo Domingo, Alfa y Omega, 1989.
Hoy se sabe que Estados Unidos tenía conocimientos del plan contra Trujillo desde 1946; que Marshall denunció que no permitiría el uso del territorio de los Estados Unidos para fines de invasión y desestabilización, etc.; que tan pronto Trujillo se enteró de esta actividad conspirativa en el exterior contrató al brigadier general Víctor F. Bleasdale, experto en asuntos de infantería nativo de Winsconsin, en calidad de instructor, pagándole US$9,000.00 anuales; asimismo Trujillo contrato los servicios de Lorenzo Berry (a) Wimpy quien sirvió de espía en Cayo Confites en 1947.  Fue agente doble: de Trujillo y de los Estados Unidos, y luego de la CIA.  Berry fue Instructor de la Aviación Militar Dominicana desde 1947 y estuvo implicado en la muerte de Trujillo en 1961.
Además, el dictador dominicano empleó los servicios del espía y embajador inglés en Caracas, Venezuela, Harry R. Hambleton, quien el 24 de julio de 1947 informa a Trujillo que la Embajada inglesa había descubierto un complot en Caracas, informándole sobre lo relativo a Cayo Confites; Hambleton incluso mantuvo contacto con el piloto norteamericano Harry Ammennar, de la Legión del Caribe y de Juancito Rodríguez, quien desde Guatemala era informador de Hambleton.  Este último produjo personalmente entre 1947 y diciembre de 1948 más de 30 informes, según los archivos del Palacio Nacional dominicano.
Asimismo, en julio de 1947 el Embajador de Estados Unidos en Cuba, mister Norweb pidió al Presidente Grau anular la acción de los expedicionarios; que el 10 de agosto de 1947 el Departamento de Estado impidió con su negativa la salida de uno de los barcos comprados en Estados Unidos; que el 15 de septiembre de 1947 la Embajada de Estados Unidos en Cuba le sugirió a los pilotos de ese país abandonar su proyecto, y que desde el 23 de septiembre de inicia el desbande promovido por Estados Unidos y Trujillo.    Sin embargo, mientras el gobierno de Estados Unidos apoya al dictador, un prominente ciudadano de ese país, Ernest Hemingway se manifestaba opuesto a Trujillo.
Tras el fracaso del movimiento Trujillo aprovechó la situación para confiscar todos los bienes de Juan Rodríguez, especialmente sus tierras y 8,000 cabezas de ganado y además organiza en el país una farsa judicial en los tribunales penales de la ciudad Trujillo en donde fueron condenados a 30 años de trabajos públicos -en contumacia, es decir, en ausencia de los acusados-, los señores: Ángel Morales, Juan Bosch Gavino, Juan Isidro Jimenes Grullón, y Juan Rodríguez García (a) Juancito.


[1] Almoina, José: Una satrapía en el Caribe, P. 134.
[2] Una lista más detallada de los participantes se encuentra en la parte in fine del libro de José Diego Grullón: Cayo Confites, la revolución traicionada, Santo Domingo, Alfa y Omega, 1989.

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