Mauricio Báez |
Por: Dr. Francisco M. Berroa
Ubiera
Historiador
¿Adónde van
los desaparecidos?
Busca en el agua y en los matorrales
¿Y por qué es que se desaparecen?
Porque no todos somos iguales
¿Y cuándo vuelve el desaparecido?
Cada vez que los trae el pensamiento
¿Cómo se le habla al desaparecido?
Con la emoción apretando por dentro
Busca en el agua y en los matorrales
¿Y por qué es que se desaparecen?
Porque no todos somos iguales
¿Y cuándo vuelve el desaparecido?
Cada vez que los trae el pensamiento
¿Cómo se le habla al desaparecido?
Con la emoción apretando por dentro
Rubén Blades
El Extraño o Matasiete |
Todo el mundo sabe, por
presunción lógica, que la orden para el secuestro y asesinato del líder
sindical dominicano Mauricio Báez De Los
Santos, quien vivía exiliado en Cuba,
fue dada por el generalísimo Rafael Leónidas Trujillo Molina al entonces
diplomático dominicano Félix W. Bernardino.
El profesor Roberto Cassá en su
ensayo biográfico titulado: “MAURICIO BÁEZ, LÍDER DEL PROLETARIADO” escribió lo
siguiente:
“Parece que
sus discursos radiales seguían teniendo impacto en el interior del país, lo que
motivaba la preocupación de Trujillo por no haber logrado que se esfumase su
popularidad entre los trabajadores. Esto lo llevó a la decisión de ordenar su
asesinato, para lo cual instruyó a Félix W. Bernardino, diplomático en La Habana
encargado de actividades criminales, para que asegurase el cumplimiento de la
orden. Es probable que se agregase un ingrediente que contribuyó a la decisión:
las alusiones peyorativas en los discursos de Báez a la personalidad de
Trujillo, lo que este veía como insultos a su honor.”
“Bernardino
contrató a un grupo de políticos cubanos vinculados al gobierno de Carlos Prío
Socarrás, los cuales habían degenerado en el gangsterismo. Ello explica que los
hechos nunca se establecieran de manera precisa en las indagaciones judiciales.
Refiere Francisco Henríquez, quien había seguido sosteniendo relaciones
amistosas con Báez, que existen suficientes evidencias de que el ejecutor del
crimen fue Jesús González, El Extraño, quien había sido uno de los dirigentes de
la Acción Revolucionaria Guiteras, grupo que había terminado en una práctica
delictiva. No debió resultar casual que sus integrantes se distinguieran en la
ofensiva que desplegó el grupo gobernante del Partido Revolucionario Cubano
(Auténtico) contra el sector comunista del movimiento obrero cubano. Pero
detrás de El Extraño, según rememora Henríquez, también se dijo que se
encontraba Eufemio Fernández, un conocido hombre de acción vinculado al
gobierno de Cuba, quien había sido uno de los cabecillas de los intentos
expedicionarios contra Trujillo en los años previos. Se supuso esta conexión,
pues Báez fue convencido por sus raptores de que lo mandaba a buscar Cotubanamá
Henríquez, hijo de Francisco Henríquez y Carvajal, prominente político cubano y
activista del exilio dominicano, quien tenía un programa radial en el cual el
líder obrero a menudo intervenía. Se rumoró que Bernardino hizo entrega de
30,000 dólares por el servicio, cifra exorbitante en la época. El cadáver nunca
fue encontrado y se ha pensado que fue colocado en una viga de un edificio en
construcción.”[1]
Un reconocido escritor
cubano: Pablo LLabre Raurell, en su artículo titulado “El asesinato del líder
obrero Mauricio Báez”[2] hace referencia a sus asesinos, todos agentes
pagados por Trujillo. Se sabe que:
“Al menos uno era conocido o amigo suyo. Luego de una
breve plática lograron, mediante engaño, que los acompañara. Mauricio montó
junto a ellos en el auto que los había traído y marcharon hacia un lugar
desconocido, del que nunca regresó. Fue asesinado. Su cadáver jamás se
encontró. Los testimonios de vecinos y
familiares de la víctima lograron identificar a Glicerio Segundo Castellanos
Martínez (a) El Negro, entre los individuos que visitaron a Mauricio la
fatídica noche. Segundo Castellanos (a)
el Negro, perteneció a la organización Acción Revolucionaria Guiteras (ARG), a
las órdenes del Extraño[3].
Obtuvo una plaza de chofer en la empresa Autobuses Modernos SA, por
recomendación de uno de los principales lugartenientes de González Cartas,
Vicente Lerruz Kairos (a) El Italianito.”
Aparte de Glicerio
Segundo Castellanos Martínez (a) El Negro, los demás implicados en el caso fueron,
Jesús González Cartas (aliases) El Extraño y/o Matasiete, Marcos Antonio
Hirigoyen, y los pandilleros
consuetudinarios Luis Fernández de la Cámara (a) Ojos Gachos y el cruel
Policarpo Soler Cruz, quien dirigía el grupo de los sanguinarios matones
cubanos.
Los sometidos
a la justicia por este hecho fueron encausados bajo el expediente judicial No. 1225-1950
del Tribunal de Urgencia de La Habana, el cual incluía a los bandoleros: Glicerio
Segundo Castellanos Martínez (a) El Negro, Jesús González Cartas (a) Matasiete
y/o El Extraño, conjuntamente con Marcos Antonio Hirigoyen, entre otros, pero
con ninguno de ellos se hizo justicia.
De acuerdo con el coronel Orlando Piedra, quien dirigió el famoso “Buró
de Investigaciones” de Cuba : “Según el
propio «Matasiete»-refiriéndose a Jesús González Cartas-, eliminó a Báez por ser un agente Trujillista
en Cuba. (….) En Dominicana se recuerda a Báez como héroe del movimiento
obrero dominicano. El secuestro y asesinato de Mauricio Báez fue pagado por
Trujillo, vía al pagacuentas que tenía para esos menesteres, Policarpo Soler
Cruz.” [4]
Sobre el
cadáver de Mauricio Báez se ha dicho que:
“….a raíz del suceso surgieron distintas versiones.
Una señala que el cuerpo fue atado a un bloque de cemento y arrojado al mar.
Método utilizado con frecuencia por los grupos gansteriles. En otra dan como
posible que el cadáver esté dentro de la estructura de un edificio en
construcción. Una tercera versión sugiere que Báez fue llevado en avión de un
aeropuerto en la provincia de Camagüey (en finca propiedad del ex-general Pérez
Dámera) a la República Dominicana y entregado a Trujillo. Esta opinión
establece como ejecutor al ex-congresista, Eugenio Rodríguez Cartas.”
Gral. Genovevo Pérez Dámera |
Policarpo mantenía un fuerte
vínculo con Trujillo, y con los servicios de seguridad dominicanos, en tanto
había demostrado eficiencia para cometer crímenes internacionales y había realizado
varios operativos de sicariato
político en Honduras, Guatemala, Cuba,
Santo Domingo y Haití.
Coronel Orlando Piedra |
El Gordo y El Flaco |
Nota y referencias:
[1] Cassá,
Roberto.2014. Personajes Dominicanos, Tomo II, AGN Vol. CCIX, y Comisión
Permanente de Efemérides Patrias, Santo Domingo, P. 374-375.
[2] http://apicladecana.blogspot.com/2016/10/el-asesinato-del-lider-obrero-mauricio.html
[3] El
Extraño o Matasiete fueron los apodos usados por el sicario cubano Jesús González Cartas quien participa en el operativo criminal contra Mauricio Báez (Nota de Francisco Berroa).
[4] Daniel
E. Raimundo (1994) en su libro titulado "Habla el Coronel Orlando
Piedra" Ediciones Universal, Miami,
P. 202.
[5] Ibidem, P. 224
No comments:
Post a Comment