Por: FRANCISCO M. BERROA UBIERA
HISTORIADOR
GENERAL JOSE FRANCISCO DE SAN MARTÍN
El territorio Argentino, que constituía parte integrante del Virreinato
del Río de la Plata, creado en 8 de agosto de 1776, como el último de los
virreinatos españoles de América, constituyó la primera creación de un cuerpo político
en el cono Sur de Hispano-américa.
El virreinato ejercía su jurisdicción sobre Buenos
Aires, Tucumán, y Paraguay, aunque luego se agregaron las jurisdicciones
peruanas de la Audiencia de Charcas, y del Corregimiento de Cuyo que fue
separado de Chile.
Cuando se produce la reforma de Intendentes
(1782-1783), existía el virrey de quien dependían los intendentes de provincia
con atribuciones de justicia, policía, hacienda y guerra, y quienes tenían como
sus dependientes a los Subdelegados.
Unas ocho intendencias se establecen en 1784, y en
1785 se estableció la Audiencia de Buenos Aires.
Las intendencias existentes eran:
1.
Buenos Aires (incluía Santa Fe, Corrientes, y
los territorios de Uruguay);
2.
Córdoba de Tucumán (incluía Córdoba, Mendoza, La
Rioja, San Juan y San Luis);
3.
La Rioja;
4.
Mendoza;
5.
San Juan;
6.
Salta de Tucumán del Paraguay (Incluía Salta,
Santiago del Estero, Catamarca, San Miguel de Tucumán, y Jujuy),;
7.
Potosí;
8.
Cochabamba;
9.
Chuquisaca, y,
10.
La Paz.
Por su extensión territorial, este virreinato era enorme,
y sumaba unos cinco millones (5,000,000) de kilómetros cuadrados, disponiendo
de salida al Pacífico por la intendencia de Potosí (Bolivia), y de un extenso
litoral Atlántico, que abarcaba desde Carmen de Patagones hasta la Tierra del
Fuego y las Malvinas.
Su población era de casi 1.5 millones de habitantes,
organizados en las siguientes jurisdicciones: Buenos Aires y su Campaña con
95,000 habitantes; Santa Fe y su campaña con 12,500 habitantes; Córdoba y su
campaña con 60,000 habitantes, Entre Ríos y su campaña con 16,000 habitantes,
Corrientes con 12,770; Salta contaba 26,270; San Miguel con 35,900; Santiago de
Estero contenía una población de 40,500; Catamarca con 24,300; Jujuy con
12,278; Mendoza con 21,492; San Juan con 22,220; San Luis con 16,242; La Rioja
con 12,619; Charcas con 150,073; Potosí con 216,871; La Paz con 108,337;
Cochabamba con 178,774; Puno tenía 124,000; Paraguay 100,000; Montevideo
60,000, y Misiones, Moxos y Chiquitos, juntos 100,000, para un gran total de
1,446,646 en 1797.
De esta población el grupo blanco representa el 20 por
ciento del total -y de ellos un 5 por ciento eran peninsulares, el resto, 95
por ciento criollos-. El 80 por ciento de
esta población eran indios y mestizos.
El grupo Alto peruano representa el 80 por ciento de la población total,
y de ellos, el 70 por ciento eran indios.
El virreinato contaba con una burguesía activa y capaz
que incluía comerciantes, hacendados, profesionales, propietarios, y altos
empleados del gobierno; también, militares de alta graduación, grupos
industriales y publicistas.
Aparte de la clase urbana burguesa existía una clase
rural formada de arrendatarios o aparceros o medieros, de troperos y de peones,
contando la sociedad con sus vagos, cuatreros, matreros, y los denominados
mestizos de gaviderios.
Para garantizar su defensa existían varios cuerpos
militares compuestos por los húsares, patricios y arribeños, y milicianos,
entre otros cuerpos auxiliares.
En 12 de octubre de 1778 el territorio puso en vigor
un Reglamento de Comercio Libre entre España y América. Posteriormente, de 1780 a 1781 se verifica en
sus territorios la rebelión de Tupac Amaru.
Argentina sufrirá en 1788 los cambios que a nivel interno suceden a la
muerte de Carlos III, sustituido por Carlos IV.
A partir de 1789 las noticias de la revolución francesa llegan a sus
costas.
La lucha por la independencia de este país se inicia
cuando la flota inglesa realiza la ocupación de la ciudad de Buenos Aires (27
de junio de 1806), lo cual determinará que el virrey Sobremonte busque refugio
en Córdoba. Casi de inmediato el criollo
Santiago de Liniers se puso al mando de las fuerzas militares de la ciudad de
Buenos Aires derrotando a los invasores, recuperando el control de la ciudad en
12 de agosto de 1806 tras la capitulación de Beresford, y por recomendación del
Cabildo fue Liniers nombrado virrey interino por la Corona en sustitución de
Sobremonte, teniendo el mando de las armas desde el 14 de agosto de 1806.
Una nueva tentativa de invasión inglesa se produce en
28 de febrero de 1807, pero la defensa de Buenos Aires recayó en manos del don
Martín de Alzaga.
Los ingleses, envanecidos en el mar por su triunfo en
Trafalgar (1805), atacan y toman el control de Montevideo y Colonia en febrero
de 1807, y en 5 de julio hacen una nueva tentativa de tomar el control de
Buenos Aires, sin embargo, la nueva invasión inglesa que se perpetraba,
disponía de un ejército mucho más poderoso procedente de Montevideo, en la
actual República de Uruguay, y aparentemente perseguía incursionar a Chile, y
Río de la Plata, siendo de nuevo rechazados los infantes británicos y su jefe
John Whiteloke por don Martín de Alzaga.
Los criollos, conscientes de su poderío militar y de
su autonomía comercial decidieron establecer un Cabildo Abierto en mayo de
1808, creando una Junta Provincial y declarándose partidarios de Fernando VII,
cuando conocieron sobre la formación de la Junta de Sevilla.
Con la llegada de don José Manuel de Goyeneche a
Montevideo en 8 de agosto de 1808 vinieron las primeras instrucciones de la
Junta de Sevilla a los patriotas bonarenses.
En 21 de septiembre de 1808 se constituye la primera Junta de América en
suelo Rioplatense: la Junta
de Montevideo.
Desde Brasil la infanta Carlota Joaquina, esposa del
Príncipe Regente Juan, y hermana de Fernando VII, aprovecha la confusión
existente para lanzar la idea de considerar las tierras americanas como parte
del reino de Portugal "en depósito".
El 10 de febrero de 1809 Santiago Liniers fue
suspendido sus funciones de virrey del Río de la Plata por la Junta General del
Virreinato, siendo sustituido por un nuevo virrey: Cisneros, de profunda
adicción al monarca Carlos IV y a su ministro don Manuel Godoy, Príncipe de la
Paz y Favorito de la Reina. Cisneros
llegó a Buenos Aires en 30 de julio de 1809, y poco tiempo después tomaba la
medida de abrir el puerto de la ciudad al comercio con los ingleses (noviembre
de 1809).
Para esta época en Río de la Plata primaban tres
posiciones: 1) la de los europeos, opuestos a Napoleón, independentistas y
juntistas; y, 2) la de los carlotistas o regentistas, en cierta medida
separatistas o independizantes; y, 3) la de los que querían conservar la
dependencia de España, aunque estuviese dominada por Napoleón o por otro
cualquiera.
El año de 1810 es un año decisivo en la historia de
Argentina. El Cabildo abierto de Buenos
Aires se instala en 22 de mayo de 1810; la Junta bajo la presidencia del virrey Cisneros se
instala en 24 de mayo, aunque éste renuncia, y fue en 25 de mayo de 1810 cuando
la Audiencia
toma el control de la situación, y fue cuando después de múltiples disensiones
salió a la luz la Junta
de Gobierno, primer órgano autonómico de la provincia rioplatense, es decir, la
primera Junta Patria, con don Pedro Domingo Murillo como presidente, siendo su
secretario, Mariano Moreno, quien expulsó al virrey y a los realistas,
fusilando a don Santiago Liniers, el marqués de Sassenay, partidario de los
realistas y alzado en armas en Córdoba contra el nuevo gobierno. A esta Junta perteneció Belgrano.
La nueva Junta fue la expresión de los acuerdos de
varios sectores sociales, una conjunción de pareceres distintos y de tendencias
convergentes, que se unieron aquel memorable día para dar inicio a un
interesante y pionero proceso de lucha independentista que se caracterizó por
ser también un proyecto revolucionario heterogéneo con influencia de la
ilustración, y que como todo proceso de su naturaleza tuvo sus marchas y
contramarchas, sus avances y retrocesos, y sus propias limitaciones.
Una proclama de la Junta dice: "Ya es tiempo, en fin, de levantar el
estandarte de la libertad en estas desgraciadas colonias, adquiridas sin el
menor título y conservadas con la mayor injusticia y tiranía...".[1]
De acuerdo con el denominado plan Matheu (peninsular),
la "forma del gobierno" sería
la propia de un gobierno democrático y estaría compuesto por siete individuos y
dos secretarios que serían renovados cada cinco años para el nombramiento del
nuevo gobierno por los diputados de ciudades y villlas; se contemplaba la
eliminación de los títulos de nobleza y que para ser electo se requería de la
condición de ser nativo, es decir, criollo, con cuatro años de casado, y si se
era extranjero, se debía haber residido por 30 años como "vecino".
Además, la Junta enfrentó en el plano externo a Inglaterra,
al eje Portugal-Brasil, y a Francia, y en el plano interno al virrey a y los
miembros de la audiencia.
Moreno trató por todos los medios a su alcance de
incorporar a la Junta y a su proyecto independentista a la Banda Oriental
(Uruguay) y Paraguay, pero Montevideo manifestó su disidencia a la Junta desde
bien temprano.
El general Manuel Belgrano, comandando el ejército del
Norte, intentó anexionar por la fuerza el Alto Perú, siendo derrotado al
enfrentarse a los realistas peruanos en Tucumán Y Salta.
La Junta procuró la publicación de el periódico la
Gazeta de Buenos Aires en medio de las luchas por el poder que se manifestaban
entre los partidarios de la regencia y los de la Junta.
Sobre la Junta, se debe aclarar que poco después de la
victoria de Suipacha (6 de noviembre de 1810), había una principal o junta
grande (que se constituyó en 18 de diciembre de 1810), y que existían las
juntas provinciales o subalternas, cada una compuesta de tres vocales.
Cuando se presenta la situación del virreinato del Río
de la Plata en 25 de mayo de 1810, Abascal se preocupa en el Perú, y decide
incorporar las cuatro intendencias altoperuanas al Virreinato del Perú, lo cual
justificará luego las acciones militares de los argentinos, y de manera
especial de San Martín, contra este virreinato y sus territorios.
Las derrotas sufridas por Belgrano en Paraguarí y
Tacuarí entre enero y marzo de 1811, y la derrota de Haqui (20 de junio de
1811), no impiden el desarrollo de las actividades independentistas, decidiendo
las fuerzas revolucionarias organizar un Triunvirato en 22 de septiembre de
1811; aunque en 23 de diciembre de 1811 se constituyó un nuevo Triunvirato
formado por Chiclana, Paso, y Manuel Sarratea que creó un Estatuto Provisional.
En Buenos Aires existía una verdadera oposición entre
porteños y provincianos. El segundo
Triunvirato sería ejercido por el coronel José de San Martín, el Alférez Carlos
de Alvear y por José Zapiola a partir del 8 de octubre de 1812, tanto Alvear
como San Martín, y otros oficiales criollos del ejército español habían
regresado de Europa en 9 de marzo de 1812.
El general Manuel Belgrano fue designado General en
jefe del Ejército por el Triunvirato.
Una bandera (escarapela), fue sugerida por el general Belgrano al
Triunvirato que contenía en su diseño los colores azul celeste y blanco.
Un proyecto de constitución será sancionado por los
asambleístas argentinos en 31 de enero de 1813, tomándose en cuenta la
constitución de Cádiz del 19 de marzo de 1812.
Durante todo el proceso de lucha independentista
comprendido entre 1808 a
1812 es notoria la influencia de la masonería, y en cuanto a los reclamos de
los revolucionarios rioplatenses se pueden resumir en los siguientes puntos:
1) reconocimiento de los derechos políticos y
sociales;
2) que se pusiera fin a las arbitrariedades y abusos;
3) poner término a la corruptela administrativa;
4) libre acceso de las personas a todos los cargos
públicos;
5) garantía de la libertad de comercio; libertad de
palabra, de imprenta y de circulación;
7) la reforma de la administración pública.
Las Provincias Unidas del Río de la Plata se
constituyeron en 1813, celebrándose en abril de ese mismo año el "Congreso
de las tres cruces".
Restablecido en la península el reinado de Fernando
VII, éste restablece la monarquía a la vez que desconoce la constitución de
Cádiz, pero para entonces el camino de Argentina estaba abierto. Incluso, los jefes militares para poder
desarrollar sus actividades se vieron forzados a levantar empréstitos en las
ciudades por ellos tomadas, y tal fue el caso de Rioja, Salta, Tucumán, Jujuy y
Catamarca, en donde se levantó uno por 200,000 pesos; en la ciudad de Mendoza
San Martín impuso otro empréstito por la suma de 24,000 pesos.
La primera Asamblea General Constituyente se instala
en 31 de enero de 1813, y ese mismo año se producen el combate de San Lorenzo
(3 de febrero de 1813) en donde San Martín se impone a los realistas, y la
batalla de Salta (20 de febrero de 1813), ganada por Belgrano, y el sitio de
Montevideo por Artigas.
Belgrano estuvo vinculado a las derrotas de Vilcapugio
y Ayohuma en octubre-noviembre de 1813.
Poco después de estos triunfos, el Triunvirato
Ejecutivo de la Asamblea toma las oportunas medidas contra el tributo, la mita,
la Yacona y el yaconazgo, contra las encomiendas, y todo tipo de servicio
personal de los indios; asimismo fueron abolidos los mayorazgos y los títulos
de nobleza, al igual que los instrumentos de tortura, tomándose la resolución
de imprimir dinero de papel y la de acuñar monedas, entre otras medidas
administrativas, políticas y sociales.
Las medidas de la asamblea, aparte de estas medidas,
se produce la declaración de la abolición, la eliminación de la inquisición, la
adopción del escudo o sello de la nación, se escogió la canción patria o himno
nacional, y se oficializó la bandera propuesta al triunvirato por el general
Belgrano. Alvear fue juramentado como
presidente, y el general José de San Martín fue nombrado jefe del ejército del
Norte (1813), siendo sustituido luego por Alvear (1814), produciéndose la toma
de Montevideo por parte de Alvear en 20 de junio de ese año.
El comodoro inglés William Bowles refiriéndose a los
partidos argentinos, dice que en 1814 eran dos: los carlotistas y los
independentistas. Para esta época las
contradicciones entre Alvear y San Martín eran evidentes, por lo cual, cuando
Fernando VII regresa al poder en 4 de mayo de 1814, aparte de que desconoce la
constitución de Cádiz, sabemos que España firmó un tratado con los ingleses en
5 de julio de 1814 por medio del cual Inglaterra se comprometía con la
monarquía española a no dar recursos ni armas a los rebeldes americanos.
Existe una copla arribeña que dice mucho de la Argentina de entonces:
Nuestra
vida y nuestros bienes
no los
contamos seguros,
porque
en trabajo y apuros,
A
cada instante nos tienen,
Las
Comisiones que vienen
todas
con crueldad nos tratan;
vacas,
caballos y plata,
todos
nos quieren quitar
no
nos dejan trabajar
y
vienen gritando patria.
Nada
queda garantido
desde
que patria se dijo
ni
cuenta el padre con su hijo
ni la
mujer con marido,
Las
leyes han abolido
Marcha
el hombre a padecer
y lo
llevan sin saber
a que
fin lo obligan tanto
mientras
lloran su quebranto
los
hijos y la mujer.[2]
En enero de 1815 Carlos del Alvear (1789-1852), fue
proclamado Director Supremo de la revolución argentina, produciéndose en su
contra una sublevación en 3 de abril de ese año.
El 24 de marzo de 1816 se reúne el congreso en
Tucumán, poco tiempo después sería designado Director Supremo don Juan Martín.
de Puerreydón (3 de mayo), y el 9 de julio de 1816 el Congreso rioplatense
declaró la independencia de las Provincias Unidas, reafirmando el nombramiento
como su Director Supremo a Juan Martín de Pueyrredón.
A su vez, el general José de San Martín[3]
se estableció en Mendoza y concibió un plan para liberar del dominio español a
Chile, Perú y el Alto Perú. San Martín
triunfa en Chacabuco de Chile en 12 de febrero de 1817; logra la victoria de
Maipú, Chile, en 5 de abril de 1818, y una vez liberado Chile presidido por
o'Higgins, se establece un pacto entre las Provincias Unidas del Río de la Plata y Chile para liberar
al Perú (19 de febrero de 1819).
La constitución Argentina fue sancionada en 22 de
abril de 1819.
El 20 de agosto de 1820 zarpa el ejército de San
Martín rumbo al Perú, logrando proclamar la independencia de Perú en 28 de
julio de 1821. El encuentro de San
Martín y Bolívar se produce en Guayaquil en 26 de julio de 1822.
San Martín viajó desde Buenos Aires a Europa en 10 de
agosto de 1824; ese año se logra la victoria de Ayacucho (9 de diciembre de
1824).
Sucre convoca la Asamblea altoperuana en 9 de febrero
de 1825, y el 15-16 de mayo Bolivar autoriza la asamblea por medio de un
decreto.
Desde Argentina unos 33 oficiales organizan una
expedición para liberar Uruguay (11 de abril de 1825), y el 6 de agosto de
verifica la independencia de Bolivia.
A fines de 1825 Brasil le declara la guerra a las
Provincias Unidas, lo que decide una declaración similar de Buenos Aires en
1ro. de enero de 1826.
Rivadavia llega a la presidencia en febrero de 1826, y
gobierna hasta 28 de junio de 1827.
Alvear derrotó a los brasileños en Ituzaingó (20 de
febrero de 1827), pero finalmente a Brasil le fue cedida la banda oriental.
En 1831 las islas Malvinas son objeto de una disputa
entre Argentina y Estados Unidos.
[1]
Edberto Óscar Acevedo: La independencia de Argentina. Editorial Mapfre, Madrid, 1992, P. 59.
[2]
En "Coplas de las guerras por la libertad"
[3]
Nació en Yapeyú , pueblo de las Misiones, el 25 de febrero de 1778; pasó a
España a los seis años en donde hizo carrera militar, fue parte de la Logia de
Cádiz "Sociedad de los caballeros racionales", y de otra en Londres,
con la participación de los venezolanos Luis
López Méndez, Andrés Bello y otros. Fue
fundador de la Logia Lautaro creada en mayo de 1812, y nacida con el interés de
trabajar por la independencia de América.
Se debe tener en cuenta que existía otra logia con ese mismo nombre
presidida por don Julián Álvarez.
No comments:
Post a Comment