Wednesday, December 11, 2024

Juan Bosch, la constitución dominicana de 1963 y el juez Douglas





NOTIHISTORIADOMINICANA

Por: Francisco M. Berroa Ubiera

Historiador


Tras la muerte del dictador Rafael Trujillo el profesor Juan Bosch pudo regresar al país. Había permanecido en el exilio durante 24 años, y a pesar de su prolongada ausencia pudo lograr poco después su postulación presidencial por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), pudiendo ganar abrumadoramente las elecciones nacionales del 20 de diciembre de 1962.

Juan Bosch creía como Abraham Lincoln que la democracia era el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, razón por la cual entendió oportuno elaborar una carta sustantiva que fuese garante de derechos de la población nacional tras 31 años de una dictadura conculcadora de libertades y derechos ciudadanos.

Tres días después de su elección realizó un viaje hacia los Estados Unidos y luego fue a Europa.  En el país los nuevos legisladores crearon una comisión integrada por senadores y diputados quienes tenían la misión de redactar una nueva constitución política.

El selecto grupo de congresistas estuvo presidido por el diputado por Santo Domingo, Distrito Nacional (D.N.) y alto dirigente del PRD doctor José Rafael Molina Ureña quien se sabe viajó a los Estados Unidos a principios de enero de 1963 para reunirse en la ciudad de Nueva York con el presidente electo Juan Bosch el día 6 de enero de 1963 para informarle varias cosas, entre ellas lo relativo al proyecto constitucional.

Doctor José Rafael Molina Ureña


Dicho proyecto de constitución había sido elaborado por una comisión técnica dirigida por el doctor Molina Ureña, quien era el octavo diputado del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) electo por la capital, y quien recibió un anteproyecto de manos del doctor Antonio Martínez Ramírez, el cual fue elaborado inspirado en la consulta de varias constituciones europeas y latinoamericanas que le sirvieron de fuente, tales los casos de las constituciones de Cuba de 1940, la venezolana, la de México, la de Costa Rica, y las europeas: la de Francia, la de Suecia y la de Suiza.

Bosch quiso enterar a los norteamericanos de su proyecto de reforma constitucional y a tales fines fueron hechas varias copias fotostáticas del texto del proyecto constitucional los cuales fueron distribuidos por Bosch a distintas personalidades de los Estados Unidos, incluyendo una copia para el presidente J. F. Kennedy con quien se entrevistó en la Casa Blanca.

Juan Bosch y J. F. Kennedy, Casa Blanca, 10 de enero de 1963.


De acuerdo con el doctor Molina Ureña una copia del proyecto de reforma constitucional fue entregada al expresidente de Cuba Carlos Prío Socarrás para obtener su opinión- quizá por eso se ha dicho que la constitución dominicana de 1963 tiene parecido con la cubana de 1940-, quien a su vez entregó una copia del proyecto de constitución dominicana al Juez de la Suprema Corte de los EE. UU. Doctor William Orville Douglas, destacado académico con una rica hoja de vida: Catedrático de las universidades de Columbia y Yale. Presidió la Bolsa de Valores de su país, y luego desempeño durante 36 años la función de juez de la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos en el periodo 1939 a 1975, siendo además un destacado conferencista, polígrafo con abundantes publicaciones de artículos y libros, amén de su labor judicial expresada en forma de sentencias.

Juez William Orville Douglas


Dada su amistad con Prío Socarrás el juez Douglas leyó el anteproyecto de constitución dominicano, recomendando algunas modificaciones al mismo, redactando personalmente lo referente a la prohibición de los monopolios y oligopolios[1], y por su parte el ex presidente de Cuba Carlos Prío Socarrás hizo importantes sugerencias, recomendaciones, y aportes de ideas.

Doctor Carlos Prío Socarrás


Como una obra atribuida al diputado doctor Antonio Martínez Ramírez, surge en el congreso un proyecto de Constitución y el 25 de enero de 1963 fue convocada la Asamblea revisora de la constitución vigente; los trabajos de los constituyentes comienzan el 29 de enero de 1963, antes de la juramentación del presidente Bosch, en medio de un ambiente tenso.

Por la exclusión del tema del Concordato del nuevo texto constitucional, en razón de que Bosch creía en un Estado laico, de inmediato los grupos católicos organizados por la Iglesia iniciaron las protestas: cientos de niños de los colegios católicos fueron lanzados sobre el edificio del Congreso y estimulados por algunos sacerdotes conservadores los mismos lanzaron piedras contra los cristales de las ventanas de dicho edificio.

Los líderes políticos Rafael Bonnelly, Donald Read Cabral, y el general Antonio Imbert Barreras protestaron frente al embajador de los Estados Unidos John Bartlow Martín alegando que el contenido del proyecto constitucional tenía visos de «comunismo», entre estos los que prohibían el monopolio que ellos desconocían habían sido redactados por el juez Douglas de la Suprema corte de Justicia de los Estados Unidos.

Bonnelly llegó a calificar el nuevo texto constitucional de "comunista", porque, según él, permitía la expropiación sin proteger la propiedad privada; porque prohibía el latifundio; porque legalizaba el concubinato; porque no garantizaba las libertades públicas, y porque omitía el Concordato.

Otros que se manifestaron opuestos a la reforma constitucional el 31 de enero de 1963 fueron: la Cámara de Comercio del Distrito Nacional; la Asociación de Industrias; la Confederación Patronal, a quienes se le unen los miembros de la Asociación de Hacendados y Agricultores (10 de febrero de 1963).  Incluso, el Consejo Nacional de Hombres de Empresas pidió a la Asamblea revisora, el 17 de febrero de 1963, garantizar en la constitución el derecho de propiedad.

De nuevo, el 20 de febrero de 1963, escolares de los colegios católicos interrumpen la labor del Congreso, y lanzan piedras que destrozan los cristales de las ventanas sin que la Policía intervenga para imponer el orden.

A principios del de abril los constituyentes agilizan sus trabajos legislativos: 20 artículos son aprobados el día 2, y 33 artículos más el 4 de abril.  El 25 de abril se produjo una declaración de los obispos contra la nueva constitución.

Bosch regresa al país el 18 de febrero de 1963, dirigiéndose en la noche de ese mismo a la población dominicana por una cadena de radio y televisión, y habla al pueblo por 2 horas con 45 minutos, pidiéndole a los dominicanos/as que apoyaran la nueva constitución.

Finalmente, a pesar de la oposición de la Iglesia y de la oligarquía criolla, se puso en vigor una nueva constitución de amplios alcances democráticos -similar a la cubana de 1940-, y el congreso trabajó para dotar al país de nuevas leyes, más justas y adecuadas a los nuevos tiempos.



[1] Ver: Constitución de la Rep. Dominicana del 29-30 de abril de 1963, Sección III: De la Economía Social, articulo Número 30.