El profesor Juan de la Cruz o Juan Guerrero de la
Cruz, de la Escuela de Historia y Antropología de la Facultad de Humanidades de
la UASD y docente de otras universidades, ex Director del Instituto de
Historia, profesor de posgrado y coordinador de maestrías, galardonado con el
Premio Anual de Historia José Gabriel García en el 2017, entrevistado por la
periodista Patricia Pérez en su programa «República de la Verdad» en fecha 26
de febrero de 2020, programa que se transmite por RNN Canal 27, y que se halla
colgado en You Tube por medio del siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=GNcZP1hfukI
En dicha entrevista, refiriéndose el entrevistado a
la Independencia dominicana proclamada por el Doctor José Núñez de Cáceres el
día primero de diciembre de 1821, manifestó lo que sigue:
«Se concretiza el proyecto de independencia, en primer momento, pero
hubo algunas circunstancias que no permitieron la consolidación de este
proceso, entre eso el hecho de no abolirse la esclavitud, que afectaba a cerca
de 10,000 esclavos, que vivían en la parte oriental de la Isla de Santo Domingo.»
Tras oír esta declaración la periodista Patricia
Pérez le pregunta:
«-¿De
una población de cuánto? Aproximadamente...»
Y la respuesta del entrevistado Juan de la Cruz no
se hizo esperar:
«-Estamos hablando de que en ese momento la población no pasaba de 15,000
personas...»
Ante esa afirmación del entrevistado la periodista
Pérez dijo:
«-Ah... pero eran todos [esclavos] entonces, si 10,000 eran esclavos,
eran todos...»
El profesor Juan de la Cruz rápidamente le reitera:
«-La población no pasaba de 15,000 personas, como mucho a 18,000
personas, entonces eso significaba que más de la mitad de la población estaba
en condición de esclavitud.»
Debo afirmar que la respuesta del académico es
totalmente errónea y sin fundamento en la información censal o documental. Sobre la situación demográfica de Santo
Domingo se sabe que un poco antes de la firma del
tratado de Basilea (22 de julio de 1795), la parte Este de Santo Domingo tenía
una población de aproximadamente 125,000 habitantes, sin embargo, como una
consecuencia de las emigraciones que se producen a partir del inicio y durante
el desarrollo de la Revolución Haitiana (1790-1804), y sobre todo por escapadas
poblacionales provocadas por la firma de dicho tratado, a principios del siglo
XIX, en 1809, dicha población descendió a unas 80,000 almas, y en los 10 años
siguientes continuó su descenso razón por la cual se estima que en 1819 la
población se redujo a sólo 63,000 habitantes.
Posteriormente verificase un significativo aumento poblacional, contando
posiblemente en 1821 con 80,000 individuos[1].
Por su parte, Don Laureano Becerra
Noriega en su «Compendio de
algunos antecedentes que ocurrieron para la revolución de Santo Domingo en 1º
de diciembre de 1821»,
informa que:
«La población
de la parte española seria sobre 60.000 y pico de almas de las cuales más de
50.000 son de color. Las poblaciones se reducen a
catorce o dieciséis pueblos, algunos de ellos con el nombre de ciudades, pero
unos y otros tan informales que la mayor parte del vecindario, lo tienen
repartido en cinco o seis leguas de terreno, habiendo una distancia enorme de
unas cesas a otras, y estando reunidas a la que llaman iglesia muy pocas y esas
de pajas, que llaman bohíos; de aquí se exceptúan la ciudad de Santiago que es
algo más formal y la de Santo Domingo, que contiene siete u ocho mil almas en
un recinto en que con la mayor comodidad podían caber 10.000 vecinos o casas.»
«Esta ciudad tiene dentro de sí terrenos grandes sin fábrica alguna,
inmensidad de solares, cada casa tiene el suyo que es mucho mayor que ella y
todos incultos; pero, sobre todo, lo que la hace a la vista desagradable es la
multitud de bohíos o chozas entre otras hermosas casas y edificios regulares.»
«La gente, es poco amiga de cultivar el terreno feraz que posee, y sólo
había unas pocas haciendas de europeos que con sus esclavos las sostenían
siendo estos los únicos que trabajan en esta clase. Los demás se dedican al
corte de caoba, la arriería y la caza de puercos monteses de que abunda el
país; de modo que, exceptuando unas cortas raíces que los mismos esclavos
siembran cerca de la ciudad y el ganado vacuno que produce el país, todos los demás
recursos van de fuera.»[2]
Y en 1824 dicha población descendió a 61,468 habitantes, mientras la
parte occidental tenía 696,000 habitantes[3];
en 1838 la población dominicana se estimó en un total de 100,086 habitantes, de
los cuales, 57,978 residían en el Norte y 42,108 en la región Sur.[4]
De acuerdo con un informe elaborado por Don José de
Navarros dirigido al Excmo. Sr. Secretario de Estado y del Despacho de la
Gobernación de Ultramar español en fecha 30 de mayo de 1822, se hace constar
que para la fecha la parte oriental estaba ocupada por unos 1,000 soldados y
oficiales haitianos de un total de 5,000 hombres que habían consumado la
invasión en febrero de 1822, y esos mil soldados haitianos, según el informe,
se hallaban «… mal vestidos, mal armados
y en completa indisciplina..»[5]
Queda claro que en 1821 la parte Este de la Isla no tenía
15 mil habitantes como afirmara el profesor Juan de la Cruz.
[1] El
dato lo ofrece Emiliano Tejera en su artículo Juan Pablo Duarte, en: Boletín
del Archivo General de
[2] Becerra Noriega, Laureano. Compendio de algunos antecedentes que ocurrieron para la revolución de Santo Domingo en 1º de diciembre de 1821. Recuperado de: https://chdetrujillo.com/compendio-de-algunos-antecedentes-que-ocurrieron-para-la-revolución-de-santo-domingo-en-1o-de-diciembre-de-1821/
[3] Fuente: Placide Justin: Histoire politique et stadistique de L'Ile de Haití, Saint Domingue, París, 1826, p. 503-504, en: Roberto Marte: Estadísticas y documentos históricos sobre Santo Domingo (1805-1890). Edición del Museo nacional de Historia y Geografía, Impreso en editora Amigo del Hogar, Santo Domingo, 1984.
[4] Fuente: Charles McKenzie: Notes on Haití, 1830, Vol. I, p. 114, en: Roberto Marte: opus cit.
[5] Independencia de 1821. Boletín del Archivo General de la Nación, Año IX, Enero-Abril 1946, Núm. 44-45. Ciudad Trujillo, República Dominicana, P. 59.