POR FRANCISCO BERROA UBIERA
HISTORIADOR
Para cubrir los gastos de la
burocracia enquistada en el poder y para satisfacer las demandas de los
soldados y oficiales, o para satisfacer los propios gobernantes su ambición
personal, desde 1844 los gobiernos dominicanos se dedicaron a realizar elevadas
emisiones de papel moneda sin respaldo, y esta equivocada, pero necesaria
política financiera, dará lugar a un verdadero caos monetario en todo el país
durante el periodo 1844-1861. Las
emisiones monetarias durante este periodo fueron como sigue:
FECHA
|
CANTIDAD
|
TIPO DE MONEDA
|
GOBIERNO
|
TASA DE CAMBIO[1]
|
1844
|
150,000
|
Billetes
|
Santana
|
44X1
|
1844
|
50,000
|
Metálica (Cobre)
|
Santana
|
|
1845
|
300,000
|
Billetes
|
Santana
|
|
1845
|
771,830
|
Billetes
|
Santana
|
|
1845
|
329,228
|
Billetes
|
Santana
|
|
1846
|
200,000
|
Billetes
|
Santana
|
|
1846
|
300,000
|
Billetes
|
Santana
|
|
1848
|
250,000
|
Billetes
|
Santana
|
|
1848
|
1,000,000
|
Billetes
|
Santana
|
|
1848
|
300,000
|
Billetes
|
Santana
|
|
1848
|
375,000
|
Billetes
|
Santana
|
10: 1
|
1849
|
1,000,000
|
Billetes
|
Báez
|
10: 1
|
1849
|
1,500,000
|
Billetes
|
Báez
|
50: 1
|
1856
|
500,000
|
Billetes
|
Báez
|
68.75: 1
|
1856
|
3, 000,000
|
Billetes
|
Santana
|
|
1856
|
14, 000,000
|
Billetes
|
Báez
|
500: 1
|
1856
|
2, 000,000
|
Billetes
|
Báez
|
500: 1
|
1856
|
1, 000,000
|
Billetes
|
Báez
|
500: 1 ó 1,000X 1
|
1857
|
6, 000,000
|
Billetes
|
Báez
|
|
1857
|
14, 000,000
|
Billetes
|
Báez
|
|
1857
|
2, 000,000
|
Billetes
|
Báez
|
|
1857
|
1, 000,000
|
Billetes
|
Báez
|
|
1857
|
18, 000,000
|
Billetes
|
Valverde
|
4,000: 1
|
1858
|
100,000
|
Billetes
|
Báez
|
|
1858
|
100,000
|
Billetes
|
Báez
|
|
1858
|
20, 556,930.75
|
Billetes
|
Valverde
|
4,725: 1 ó 1,600X1
|
Nov.-enero, 1859
|
19, 242,000
|
Billetes
|
Santana
|
|
1860
|
50,000
|
Billetes
|
Santana
|
|
Mayo-agosto, 1860
|
20, 000,000
|
Billetes
|
Santana
|
1,200X1
|
Agosto - oct., 1860
|
10, 240,000
|
Billetes
|
Santana
|
3,000X1
|
Enero-feb., 1861
|
8, 000,000
|
Billetes
|
Santana
|
|
La guerra en contra de los haitianos
fue un factor determinante para obligar a los primeros gobiernos dominicanos a
destinar más del 80 por 100 de los ingresos fiscales para cubrir el presupuesto
del Ministerio de Guerra y Marina, y en muchos casos, para cubrir los déficit
presupuestales del gobierno de turno se recurría a las emisiones de papel
moneda sin respaldo, a los préstamos concedidos por los grandes comerciantes
importadores exportadores -casi todos de origen extranjero-, e inclusive, para
tales fines se llegó a recurrir en más de una ocasión al endeudamiento externo.
La Ley de gastos públicos que rigió a
partir del 28 de junio de 1845 estableció un presupuesto de R.D.$ 1,179,889.00,
destinando al Ministerio de Instrucción Pública (Educación) R.D. $2,720.00, y,
más de R.D. $1,000,000.00 para el Ministerio de Guerra y Marina; el año
siguiente (1846), el monto del presupuesto fue de R.D. $ 1,770,829.00, y la
distribución de gastos como sigue:
Ministerio
|
Asignación (RD $)
|
Guerra y Marina
|
$ 1, 535,775.00
|
Interior y policía
|
$ 63,997.00
|
Justicia, Instrucción pública y
Relaciones Exteriores
|
$ 94,885.00
|
Hacienda y Comercio
|
$77,172.00
|
Sobre la moneda informa Saint Denys en
su carta a Guizot, Santo Domingo, 5 de agosto de 1844 que el gobierno había
creado el peso dominicano, emitiendo 300,000.00 gourdes (pesos) equivalentes a
600,000.00 francos; destaca que 1 peso equivale a 2.0 ó 2.5 francos
franceses. Sobre la moneda metálica
haitiana o céntimo, dice que sigue circulando, aunque en agosto de 1844 "El doblón español que antes de esta emisión
valía hasta 60 gourdes de Haití no vale ahora más que 43 ó 44 gurdes
dominicanos".[2] En 29 de agosto de 1844 se produjo una
emisión de 100,000.00 pesos en billetes de a cinco con el fin de recoger las
papeletas haitianas. A fines de 1844 se
mandaron a acuñar a los Estados Unidos las primeras monedas de cobre por un
valor de RD $50,000.00. Santana decretó
en 23 de enero de 1845 una prohibición para la exportación de toda clase de
moneda de oro, plata, cobre u otros metales en cualquiera de sus formas:
barras, planchas, etc...; también fue rehabilitada la Ley de patentes del 27 de
julio de 1840.
Sobre las deudas nacionales en julio
de 1844 eran por un monto de 134,000.00 francos; detalladas así: 46,000.00
gurdes de Haití (92,000 francos), y 8,000.00 pesos fuertes de España (42,000.00
francos). El costo de los fusiles y de
tres barcos que Francia le suministró a Santo Domingo fue la suma anterior, es
decir, 134,000.00 francos. Sobre los
aranceles, la ley de aduana del 26 de mayo de 1827, fue sustituida por la ley
del 9 de junio de 1838, y esta a su vez por un decreto de Santana de fecha 7 de
diciembre de 1844 por medio del cual la tonelada se gravaba de esta forma: lo
que pagaba dos pesos fuertes españoles (0.50 francos) ahora paga dos pesos
nacionales (4 francos).
Durante el periodo comprendido entre
1844 a 1861, antes de la anexión a España, los grupos enquistados en el poder
derrochaban los pocos recursos de la nueva nación, el anexionismo andaba por
sus fueros, y el conservadurismo, el caudillismo, el autoritarismo y el
militarismo se complementaban mutuamente.
Ciertamente, durante la "Primera República"[3],
hubo varias tentativas para obtener empréstitos como más adelante
explicaremos. Aparte de esto, desde el
nacimiento mismo del Estado Dominicano -que nace bajo el dominio de clase de
una oligarquía criolla que fundamentaba su poder en el latifundio ganadero, tabacalero
y cañero-, sus gobernantes se vieron compelidos a enfrentar los intereses
financieros de la República de Francia.
Debido a que el estado dominicano
surgió por separación de Haití, casi de inmediato Francia le hizo la
reclamación de una deuda que había surgido en 1825, cuando el entonces
presidente de Haití, Jean Pierre Boyer, contrajo forzosamente[4]
una deuda con la República de Francia por la suma de 150 millones de francos
para ser liquidada en un plazo de apenas cinco años. Como Boyer aceptó las condiciones que bajo
amenaza le fue impuesta por Francia, el gobierno haitiano no tuvo otro camino
que reconocer y pagar una onerosa deuda pública externa, la cual le creó a la
República de Haití serios trastornos financieros en lo concerniente a su
política presupuestaria de gastos ordinarios, y estos trastornos también
afectaron a la población del Este insular, entonces bajo dominación
haitiana. En lo único que Haití se
favoreció fue en que Francia reconoció su independencia, la cual de hecho los
haitianos la habían ganado en 1804, y hasta ese momento los franceses se habían
negado a reconocerla.
Durante el año de 1838 el monto de la
deuda externa de Haití con la República de Francia se redujo de manera
importante a la suma de 60, 000,000.00 de francos. En 1844, ésta última cantidad se redujo a 52,
500,000.00 de francos, equivalentes a 10, 000,000.00 de pesos haitianos de la
época.[5]
Debido a que la República dominicana
surgió por el proceso de la separación de un estado de otro, los franceses
entendieron que la deuda que los haitianos habían aceptado en 1825, y
reconocido en 1844, se debía repartir proporcionalmente entre las dos entidades
estatales: la vieja, Haití, y la nueva; República Dominicana, entendiendo que
la parte desmembrada o el nuevo estado debía cubrir parte de la deuda pública
preexistente.[6]
De ahí que bajo el alegato de que la
República formada en 1844 no era compromisoria del acuerdo de 1825 entre
Francia y Haití, el primer presidente dominicano, General Pedro Santana, envió
una misiva al Cónsul francés Monsieur Juchereau de Saint-Denys, afirmándole que
"el pueblo dominicano en general
está persuadido de que no está en el caso pagar la más mínima parte de la
mencionada deuda".[7]
A pesar del otrora poderío de Francia
y de la enorme influencia que ejercía esa potencia europea en la República
Dominicana, a los galos no les quedó otro camino que el de reconocer la
independencia de la nueva nación, y su reclamación de pago de la supuesta deuda
quedaría olvidada en los anales de la historia.
[1] Fuentes: Cassá, Roberto: Historia social y económica de la República Dominicana, Tomo II, Editora Alfa & Omega, Santo Domingo, 1986; Franco, Franklin: -Historia económica y financiera de la República Dominicana, 1844-1962. Editora de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Santo Domingo, 1996, e, Historia del Pueblo Dominicano, Tomo I, y, Edición del Instituto del Libro, Santo Domingo, 1992; Gobierno Dominicano: Correspondencia del Cónsul de Francia en Santo Domingo, Tomos I y II., Santo Domingo, 1996.
[4] Francia
y su Rey Carlos X envió a Haití en 1825 una escuadra naval comandada por el
Barón Mackau, Almirante francés que literalmente obligó al presidente Boyer a
pagar a Francia una elevada indemnización por los daños y perjuicios sufridos
por los colonos franceses a raíz de los incidentes de la revolución
antiesclavista (1790-1793), y de los surgidos posteriormente, sobre todo por
los perjuicios sufridos durante la guerra de independencia de Haití (1802-1ro.
de enero de 1804) y por las consiguientes expropiaciones y nacionalizaciones de
tierras y propiedades de inversionistas franceses.
[7] República
Dominicana: Archivo de la Nación. Departamento de Relaciones Exteriores. Legajo
No. 1, Exp. No. 4.