POR: Francisco Berroa Ubiera
Historiador
La resistencia al
dictador en el exterior. Con el fin de la Segunda Guerra Mundial
(1939-1944), para detener la influencia comunista soviética en Europa
occidental los Estados Unidos implementaron el plan Marshall, un plan de
cooperación militar y asistencia mutua propuesto por el general George
Marshall, Canciller de Estados Unidos desde 1947, iniciándose simultáneamente
la guerra fría y la lucha anticomunista a nivel global.
Mientras
algunos dominicanos se aglutinan contra el dictador en varios países de
Hispano-américa, en la República Dominicana, cierta intelectualidad carente de
principios se aglutina en torno al dictador, fundándose el llamado Instituto
Trujilloniano; estos legitimaron el régimen de terror y fomentaron el
hispanismo cristiano como una nueva ideología al servicio de la satrapía.
Tentativa
expedicionaria de Cayo Confites. Uno de los movimientos de mayor relevancia
fue el intento expedicionario de Cayo Confites en 1947. Esta fue una empresa libertadora auspiciada
por el general Juan Rodríguez García (a) Juancito, nativo de la Vega y rico propietario
que llegó a Cuba con aproximadamente $700,000 dólares para organizar una
expedición contra Trujillo contando con el apoyo de los opositores al dictador
radicados en Cuba; colaboraron con el proyecto el presidente cubano Grau de San
Martin vía el Ministro de Educación José Manuel Alemán; el presidente de
Guatemala Juan José Arévalo; el presidente de Haití Elie Lescot con un aporte
de US$25,000.00; el presidente de Venezuela Rómulo Betancourt, quien aportó
unos US$500,000.00 en 1945, y luego hizo otros aportes, incluyendo que envió a
Dubock a Cuba; contaron además con el apoyo del senador cubano Eddy Chibas, y,
de los terratenientes dominicanos José del Carmen Ramírez (a) Carmito -de San
Juan-, Israel Álvarez y José Manuel Jiménez; entre otros.
Sobre
las armas, se obtuvieron 1,500 fusiles, 50 ametralladoras, 1,000 granadas,
morteros, granadas de morteros, y varios aviones: un Douglas DC-3 comprado en
US$12,000.00; un AT-3, un Cessna de dos motores; P-38, P-40, seis B-25, y un
Libertador inglés; además, los barcos Berta, Aurora, El Fantasma o Máximo
Gómez, y la goleta La Victoria, incluyendo armamento ligero y semi-pesado.
El
Comité Central Revolucionario constituido en Cuba para invadir el territorio
dominicano lo integraban los señores: Juan Rodríguez García, Presidente, Ángel
Morales -quien enfermó-, Juan Isidro Jimenes Grullón, Juan Bosch y Leovigildo
Cuello, quienes sostuvieron algunas reuniones con Grau San Martín, presidente
de Cuba, quien les facilitó cerca de un millón de dólares. Fue organizada una Brigada Internacional para
realizar esta invasión la cual estaba compuesta por hombres de diversos países
de América Latina y de los Estados Unidos.
En
esta tentativa de excursión armada participarían hombres de varios países del
continente, entre ellos cubanos, venezolanos, centroamericanos de todas las
naciones, etc., y claro, los dominicanos; aglutinados todos en el denominado
Ejército de Liberación Americano, quienes se hallaban militarmente organizados
en batallones y en pelotones.
Originalmente
el movimiento se articula con los líderes del Partido Revolucionario Dominicano
(P.R.D.), y con las personas vinculadas al Comité Revolucionario para la
Liberación de Santo Domingo fundado por el cubano don Félix Rodríguez del Prado
y su numerosa familia; la familia Chamá-Fetué, etc.; El cuartel de operaciones funcionaba en el
hotel San Luis de La Habana propiedad de Cruz Alonso, sin embargo los primeros
entrenamientos militares se realizan en la Escuela Politécnica "Los
Combatientes" de Holguín cuyas facilidades fueron ofrecidas por Alfredo
Yabur y otros cubanos para realizar el entrenamiento de 1,000 hombres
uniformados militarmente y con fusiles modernos.
Los
rebeldes entrenaron por varios meses en el cayo Confites para lanzar su ataque
con eficiencia y capacidad militar; entre julio-agosto de 1947 Trujillo conocía
detalles de la conspiración de Cayo Confites debido a la labor de los servicios
de inteligencia en el exterior, especialmente por las informaciones obtenidas
en Cuba y en los Estados Unidos por el periodista Morrison y el agente
Kempuss.
Tan
pronto se enteró de los preparativos que hacían los insurgentes en la hermana
Gran Antillla Trujillo inicia una campaña de prensa y propaganda contra los
Estados Unidos y contra el Presidente cubano Grau San Martín.
Los
jefes principales del movimiento eran el general Juan Rodríguez y el señor
Feliciano Maderne, quienes fueron engañados por los cubanos, especialmente por
el jefe del ejército cubano Genovevo Pérez Dámera, supuesto amigo de Juan Bosch,
y a quien Trujillo hizo cambiar de actitud después de un viaje realizado por
éste a Washington, Estados Unidos, el 15 de septiembre de 1947, recibiendo en
esta ocasión una fuerte suma de dinero entregada por los señores Manuel de Moya
Alonso y Arturo Despradel, el primero Dandy, y amigo íntimo, de intimidad
absoluta de Trujillo, y, el segundo agente del dictador.
Los
dominicanos y otros internacionalistas se organizaron en cinco batallones:
Máximo Gómez, Guiteras -comandado por Daniel Martin-, Sandino -dirigido por
Rolando Masferrer-, José María Cabral y Luperón, los cuales iban a ser
disueltos cuando los señores Masferrer, Horacio Rodríguez, Maderne, Liz, Bosch,
Calderón y otros intentaron agilizar la operación de salida.
Antes
de que los revolucionarios pudieran articular un plan de acción eficaz, el
ejército cubano dirigido por el general Genovevo Pérez Dámera atacó la finca La
América y se apoderó de un arsenal, incluyendo los aviones a utilizarse;
también fue requisado el hotel Sevilla de La Habana en cuyas facilidades de
hallaban instaladas las oficinas del movimiento, en donde fueron ocupados por
las autoridades importantes documentos.
Para Almoina, "Cayo Confites
fue un cebo que le permitió a Trujillo eliminar a muchos que le eran desafectos".[1]
Los
expedicionarios contaron con el apoyo de el Comodoro Águila Ruiz, de la Marina
de Guerra de Cuba, quien se opuso al general Pérez Dámera, y permitió la salida
de los barcos el 16 de septiembre de 1947, los cuales navegaron merodeando la
costa cubana hacía el Este, pasando por los cayos Santa María, Winchos, Santa
Clara, etc.., hasta el ser "frenados" por la aviación del Ejército y
por tres fragatas de la Marina Cubana el 26 de septiembre; y, el 28 de
septiembre los expedicionarios fueron obligados a retornar forzosamente a Cuba,
y el día 30 se septiembre anclaron en la bahía de Nipe.
Los
jóvenes combatientes internacionalistas fueron concentrados en la prisión de
Columbia en número de 800 (el 50 por ciento dominicanos y el resto cubanos,
venezolanos, centroamericanos, etc.); el profesor Juan Bosch casi de inmediato
inició una huelga de hambre hasta que su amigo el general Genovevo Pérez Dámera
le visitó, prometiéndole liberar los prisioneros de Columbia; a mediados de
octubre de 1947 Bosch marcha a México.
Los
miembros del Comité Central Revolucionario, los señores Licenciado Ángel
Morales -quien se había desempeñado como Secretario de Relaciones Exteriores
durante el gobierno de Vicini Burgos (1922-1924), fue compañero de boleta de
Federico Velázquez en 1924, y luego en 1930, Titular de Gobernación, Ministro
en París, Suiza, Italia, y Bélgica, y Embajador en Washington durante el
régimen de Horacio Vásquez-, Presidente, Doctor Leovigildo Cuello,
Vicepresidente, y el Doctor Juan Isidro Jimenes Grullón, Miembro, hicieron una
declaración en 30 de septiembre de 1947.
Entre
los más distinguidos expedicionarios se encontraban: aparte de los directivos
mencionados, Ramón Quezada (a) Mongo, Fidel Castro Ruz -entonces Presidente del
Comité Pro Democracia Dominicana y teniente de un pelotón, siendo apenas
estudiante de derecho-, José Luis Wanguemert, Matías Vega, coronel Miguel A.
Ramírez, Ramón Mejía del Castillo (a) Pichirilo -luego timonel del Yate Gramma
en 1956, y combatiente revolucionario asesinado con vileza y cobardía tras la
Guerra de Santo Domingo de abril de 1965-, Rolando Masferrer, Daniel Martin, el
capitán Sherwood, el doctor Eduardo Corona, Enrique Rodríguez Beheches, Manolo
Castro, Cotubanamá y Francisco Henríquez, Horacio Julio Ornes Coiscou, Ángel Miolán,
Jorge Ribas Monte y Amado Soler -ambos fueron luego fusilados por Somoza-,
Manuel Calderón Hernández, y los médicos Francisco Canto, Toribio Bencosme, Carlos
León Pumarol, y Kinsley.[2] Una lista más detallada de los participantes
se encuentra en la parte in fine del libro de José Diego Grullón: Cayo
Confites, la revolución traicionada, Santo Domingo, Alfa y Omega, 1989.
Hoy
se sabe que Estados Unidos tenía conocimientos del plan contra Trujillo desde
1946; que Marshall denunció que no permitiría el uso del territorio de los
Estados Unidos para fines de invasión y desestabilización, etc.; que tan pronto
Trujillo se enteró de esta actividad conspirativa en el exterior contrató al
brigadier general Víctor F. Bleasdale, experto en asuntos de infantería nativo
de Winsconsin, en calidad de instructor, pagándole US$9,000.00 anuales;
asimismo Trujillo contrato los servicios de Lorenzo Berry (a) Wimpy quien sirvió
de espía en Cayo Confites en 1947. Fue
agente doble: de Trujillo y de los Estados Unidos, y luego de la CIA. Berry fue Instructor de la Aviación Militar
Dominicana desde 1947 y estuvo implicado en la muerte de Trujillo en 1961.
Además,
el dictador dominicano empleó los servicios del espía y embajador inglés en
Caracas, Venezuela, Harry R. Hambleton, quien el 24 de julio de 1947 informa a
Trujillo que la Embajada inglesa había descubierto un complot en Caracas,
informándole sobre lo relativo a Cayo Confites; Hambleton incluso mantuvo
contacto con el piloto norteamericano Harry Ammennar, de la Legión del Caribe y
de Juancito Rodríguez, quien desde Guatemala era informador de Hambleton. Este último produjo personalmente entre 1947
y diciembre de 1948 más de 30 informes, según los archivos del Palacio Nacional
dominicano.
Asimismo,
en julio de 1947 el Embajador de Estados Unidos en Cuba, mister Norweb pidió al
Presidente Grau anular la acción de los expedicionarios; que el 10 de agosto de
1947 el Departamento de Estado impidió con su negativa la salida de uno de los
barcos comprados en Estados Unidos; que el 15 de septiembre de 1947 la Embajada
de Estados Unidos en Cuba le sugirió a los pilotos de ese país abandonar su
proyecto, y que desde el 23 de septiembre de inicia el desbande promovido por
Estados Unidos y Trujillo. Sin embargo, mientras el gobierno de Estados
Unidos apoya al dictador, un prominente ciudadano de ese país, Ernest Hemingway
se manifestaba opuesto a Trujillo.
Tras
el fracaso del movimiento Trujillo aprovechó la situación para confiscar todos
los bienes de Juan Rodríguez, especialmente sus tierras y 8,000 cabezas de
ganado y además organiza en el país una farsa judicial en los tribunales
penales de la ciudad Trujillo en donde fueron condenados a 30 años de trabajos
públicos -en contumacia, es decir, en ausencia de los acusados-, los señores:
Ángel Morales, Juan Bosch Gavino, Juan Isidro Jimenes Grullón, y Juan Rodríguez
García (a) Juancito.